La librería infantil de la mujer del madrileño Romeva vende libros de historia con esteladas de regalo
La mujer de Raül Romeva, nacido en Madrid en 1971, regenta junto a otra socia una librería infantil en Sant Cugat del Vallès (Barcelona). Pati de Libres, nombre con el que se conoce a la tienda de la esposa del ex conseller de Exteriores de la Generalitat de Cataluña, se encuentra en una pequeña calle comercial del municipio. La propaganda independentista se observa incluso antes de poner un pie en el interior, toda vez que un cartel a favor de los golpistas presos se encuentra en el mismo escaparate, dejando caer qué es lo que nos encontraremos en el interior.
OKDIARIO ha estado en la librería infantil. Entre todos los libros que ahí se encuentran, todos para niños, preguntamos por los de Historia, y nos remiten a una estantería en la que encontramos perlas como «L’onze de Setembre» -en cuya portada se pueden ver dos esteladas-, «Catalunya, quin país més estrany» -un título que deja entrever el contenido al referirse a Cataluña como país-, o «La meva primera Història de Catalunya» -en el que empiezan a gestar el odio a España a los más pequeños desde la primera página-. Además, de regalo con alguno de estos ejemplares, la librería regala una estelada para los niños. Sin embargo, en esta ocasión, no la tenían disponible.
Tras ver todo eso, nos acercamos al mostrador. «Nos ha llamado la atención porque aquí casi todos los libros, estos tres en concreto, ponen a Cataluña como un ‘país’. No sabemos si tenéis otro tipo de libros o solamente estos sobre la historia de Cataluña…», a lo que nos responden que esos son los únicos que tienen porque «para nosotros es un país». Cuando le preguntamos, extrañados, sobre si está segura de lo que está diciendo, la mujer que nos atiende -socia de la mujer de Romeva- nos dice que «obviamente sí», ya que «Cataluña es una nación».
«Cataluña es una nación»
«Pero no puedes decirle a niños que Cataluña es un país», le espetamos. «Depende de lo que entiendas por un país», responde, a lo que le replicamos que «un país es un país». «Pues para nosotros lo es», insiste. Sin embargo, tras un pequeño debate, termina reconociendo la manipulación, toda vez que compara el hecho de que un libro infantil distinga a Cataluña como un país con La ‘Caperucita Roja’. Es decir, pura ficción.
Es entonces cuando pronunciamos la palabra que tanto escuece a los rupturistas: adoctrinamiento. «¿Tú a tu hijo de qué le vas a hablar? ¿De lo que a ti te gusta y de lo que tú crees o de lo que tú no crees?», nos pregunta. «Es que España es un país, y no es que yo lo crea…», le respondemos. Sin embargo, vuelve a la carga: «En un momento Cataluña fue un país. En la guerra lo perdimos», se inventa, a lo que le replicamos: «Es que no fue un país».
«Tengo libros que no me gustan y los tengo que tener a nivel comercial pero los dejo en el suelo y quien quiera que se arrastre»
Es entonces cuando le cuestionamos sobre la ética de su librería infantil, y le decimos que, bajo nuestro punto de vista, debería filtrar lo que venden. «No, no, no… Es mi librería, luego es el cliente que filtra», responde. «Yo es que filtro muchísimo lo que a mi me interesa. Entra gente y me pide un libro y yo le digo… Para mí este libro no está bien escrito, no está bien dibujado…», expone. «O sea que para usted este está bien escrito y bien dicho», le cuestionamos en referencia a los tres libros anteriormente citados. Su respuesta: «Sí, sí…claro. Yo voto a la CUP, sí. Para mí este libro está bien… y después tengo libros que no me gustan y los tengo que tener a nivel comercial y los dejo en el suelo y quien quiera que se arrastre».