Leguina y otros tres expertos piden levantar el confinamiento: «Es fascista, ineficaz y destruye la economía»
El ex presidente de la Comunidad de Madrid Joaquín Leguina y tres prestigiosos economistas han lanzado un manifiesto en el que piden levantar el confinamiento obligatorio adoptado durante el estado de alarma por considerar que se trata de una medida «fascista, ineficaz, humillante, traumatizante y destructiva” para la economía.
Junto al político y experto en estadística Joaquín Leguina, firman el manifiesto «Contra el confinamiento de la población» Juan José R. Calaza (economista y matemático), Andrés Fernández Díaz (catedrático emérito de Política Económica en la Universidad Autónoma de Madrid) y Guillermo de la Dehesa (economista del Estado).
El manifiesto advierte que, desde el punto de vista judicial, «el confinamiento constituye un arresto domiciliario, sin que en este caso previamente haya habido juicio ni sentencia». Por lo tanto, añade, «es una medida de dudosa legalidad adoptada brutal e irracionalmente, sin ningún tipo de base científica, pretextando proteger la vida de las personas mayores. Que, en realidad, quedan estigmatizadas ante la sociedad».
«Pronto los jóvenes nos harán responsables de la hecatombe económica culpándonos de haberles bloqueado el futuro», afirma el documento, «España no podrá encajar dos crisis seguidas. Primero, epidémica; después, económica. El país quedará abatido hasta la melancolía enfermiza, noqueado por falta de perspectivas, hundido en el pesimismo nihilista. Todo ello será encauzado por los enemigos de la nación para inventarse una sarta de nuevos agravios comparativos que pueden resultar fatales a la democracia y a los españoles de bien. Ya que no fueron capaces de evitar la primera crisis evitemos la segunda».
Corea del Sur sí salva vidas
Los cuatro expertos lamentan «la visión cortoplacista de medidas draconianas» adoptadas por el Gobierno de Pedro Sánchez, que a su juicio tendrán «impactos económicos, familiares, penales, intelectuales, laborales, afectivos, físicos y psíquicos devastadores. Esas medidas, confinamiento y distanciamiento social, no garantizan la disipación estacional de la pandemia ni evitan su vuelta, el próximo otoño».
Al respecto, consideran que han sido mucho más útiles las medidas aplicadas en Corea del Sur: «Lo que salva vidas es la prevención y utilización masiva de mascarillas cuando aún no se ha alcanzado un umbral critico de contagio y protegiendo, desde un principio, a ancianos que difícilmente pueden asumir su propia protección en residencias y otros lugares».
Las cifras avalan esta tesis: Corea del Sur registraba el pasado 7 de marzo 44 muertos por coronavirus, mientras que España tenía en aquel momento sólo diez. Tras imponer el uso obligatorio de mascarillas y los test masivos para detectar y aislar a las personas contagiadas, Corea del Sur hoy tiene tan sólo 169 muertos por coronavirus, mientras España supera los 12.000. El Gobierno de Pedro Sánchez ha sostenido durante dos meses que las mascarillas no servían para nada (ahora quiere imponer su uso) y ha gastado varios millones de euros en la compra de test defectuosos, por lo que su uso no se ha podido extender todavía a la población.
Los cuatro expertos consideran que estas medidas puestas en práctica en Corea del Sur, que realmente han salvado miles de vida, serían mucho más eficaces que el confinamiento: «Apelamos a la responsabilidad individual adoptando personalmente medidas de protección en orden al distanciamiento social aunque aconsejamos aplicar el poder coercitivo del Estado en cuanto a la obligatoriedad de mascarillas y guantes fuera del hogar».
Las «pamplinas» sobre la curva del Covid-19
Los firmantes del manifiesto estiman que la cifra real de infectados por coronavirus en España es «entre 12 y 15 veces superior» a la que reconoce el Gobierno. Por tanto, consideran que los constantes llamamientos a «doblegar la curva» son «pamplinas dado el desconocimiento general de la verdadera tasa de letalidad del virus emergido en noviembre 2019».
Por otro lado, critican que los «países latinos europeos que han pulverizado sus economías», como España e Italia, pretendan ahora que naciones como Alemania y Holanda asuman todo el coste de la crisis sanitaria y económica emitiendo eurobonos: «Un Estado endeudado por el desmoronamiento económico carecerá de medios para mantener un sistema de salud eficiente capaz de salvar vidas en el futuro».
Por ello advierten de los efectos devastadores y el colapso de la economía que van a provocar las medidas adoptadas por el Gobierno de Pedro Sánchez: «Hay que volver a poner el país a producir. Si en las guerras se pide a los jóvenes que den un paso al frente para defender la Patria, en la actual situación somos las personas mayores de 60 años las que decidimos asumir el sacrificio moral, y eventualmente vital, por los jóvenes y el resto de la población».
Pero también critican que se envíe a casa a los enfermos de edad más avanzadas, para acoger en las UCI a los más jóvenes que pueden recuperarse (así lo atestiguan las instrucciones impartidas por la Conselleria de Salud de la Generalitat a los hospitales y servicios de emergencias).
Los cuatro expertos señalan que no se puede justificar que «las personas con baja esperanza de vida sean relegadas en urgencias: la persona sintomática grave que llega debe ser atendida antes que la siguiente. Ni cabe posponer la atención a una persona de 95 años, con baja esperanza de vida, en favor de otra de 65 con esperanza superior por su estado general de salud. La dignidad de la persona, de cualquier persona, no debe jerarquizarse por aplicación discriminatoria de discutibles criterios de eficacia utilitarista».