Jordi Pujol humillado por los asistentes a una conferencia sobre nacionalismos
Un día antes de que el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata llamaba a declarar como imputados a Mireia, Marta y Oriol Pujol por la fortuna familiar del clan Pujol, el patriarca fue humillado por los asistentes a una conferencia sobre nacionalismos. En el momento en el que el ex president de la Generalitat pidió la palabra para dirigirse a los miembros de la mesa varios de los que habían acudido al acto decidieron levantarse para no escucharlo.
«Tiene que admitir lo que es. Está usted desacreditado», le dijo uno de los miembros del público que abandonaba la sala. Pujol lo miró con estupor, desacostumbrado a sufrir desplantes como éste. El ex honorable no lo creía y preguntó en alto: «¿Qué dice?». Los miembros de la mesa estaban azorados cuando Pujol dijo: «Si interesa, sigo». A lo que otra persona del público contestó: «No. No interesa».
Aplausos contra el ex honorable
Entre aplausos de los asistentes, indignados con Jordi Pujol, éste trataba de explicar, hablando en castellano, cómo fue su negociación con Aznar cuando en 1996 se avino a pactar con el entonces presidente del Partido Popular para facilitarle la llegada a la Moncloa. Pero más y más personas del público se levantaban, para no atender las explicaciones del ex presidente, evasor confeso de fondos en el extranjero.
Y es que Jordi Pujol lleva meses viviendo en sus propias carnes lo que es el rechazo de la gente. Este lunes asistía a una conferencia sobre nacionalismos, pero ya no lo quieren escuchar ni los suyos.
El que fuera todopoderoso presidente de la Generalitat desde la Transición y durante 23 años, está ahora imputado junto a su mujer y todos sus hijos en la Audiencia Nacional por blanqueo de capitales y, sobre todo, repudiado públicamente.
El curso sobre nacionalismos estaba organizado por la Escuela Europea d’Humanitats, donde Pujol es un habitual asistente en unas charlas que se organizan con el patrocinio de La Caixa. Este lunes fue el primer día en el que se decidió a tomar la palabra. Quizá ya no lo haga más.