Entrevista

Jordi de la Fuente (Solidaridad): «Soy un patriota y un soldado, ¿por qué debo pedir perdón?»

"Feijóo hizo de pagafantas en el congreso de UGT, ¿a quién quiere caer bien?"

"Es hora de que el sindicalismo patriota y social dé un paso adelante"

“UGT y CCOO han levantado un telón de marisco que les separa de los trabajadores. Deberían tirar más de tupper para comer”

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«Soy un patriota y un soldado, ¿de qué debo pedir perdón?». Es Jordi de la Fuente, desde este sábado nuevo secretario general del sindicato Solidaridad, próximo a Vox. Responde así a quienes le acusan de tener un pasado juvenil «neonazi y antisemita». De su militancia en el MSR han pasado varios lustros. Hoy, a sus 39 años, está plenamente integrado en Vox y Solidaridad: «Siempre he defendido la justicia. Vengo de un barrio de trabajadores y una familia humilde. Siempre me ha rebotado el globalismo y la imposición. Quizá me equivoqué, pero los pasos me han llevado hasta aquí y me siento muy contento».

Jordi de la Fuente es concejal de Vox en Sant Adrià de Besòs, uno de los municipios con mayor criminalidad de España, que atribuye, como los disturbios de Salt, a la inmigración masiva de gente «que no quiere integrarse». Observa en su ciudad obrera del entorno de Barcelona la inseguridad y la okupación, el precio imposible de la vivienda y el expolio fiscal que sufren los trabajadores. Su hartazgo: «Ahora, encima, malconviviendo con gente que vive en una sociedad paralela. Es injusto». Jordi de la Fuente cree que UGT y CCOO han levantado «un muro de marisco» que les separa de las vivencias y demandas de los trabajadores: «Pepe Álvarez y Unai Sordo deberían tirar más de tupper para comer».

Jordi de la Fuente sustituye, tras cuatro años, a Rodrigo Alonso, el primer secretario general de Solidaridad. Cree que es posible («sin complejos, al ataque») acabar con el «duopolio» de UGT y CCOO: «Solidaridad viene a levantar la bandera de los trabajadores que se sienten desamparados frente a la casta sindical y la mafia de UGT y CCOO. Es hora de que el sindicalismo patriota y social dé un paso adelante».

PREGUNTA.- Se ha publicado que usted es o ha sido neonazi, antisemita y pro Putin. ¿Usted qué dice?

RESPUESTA.- ¿Sólo eso? Es como el chiste de los Simpson: «Los comunistas nazis». Yo soy un patriota y un soldado. Voy donde me digan que hay que colaborar. Ahora, en el sindicato. Yo estoy a tope.

P.- Tiene ahora 39 años. ¿Uno puede evolucionar sobre los mismos principios?

R.- Claro. El que se encalla en una posición es porque está en una secta. Antaño milité donde consideré por mis ideas. Soy rabiosamente patriota. Siempre he defendido la justicia. Vengo de un barrio de trabajadores y una familia humilde. Siempre me ha rebotado el globalismo y la imposición. No sé si me habré equivocado o no, pero sí sé que los pasos me han llevado hasta aquí. Y muy contento y tranquilo.

P.- Con 20 años militó en el Movimiento Social Republicano (MSR) de corte neofascista italiano, antisemita… ¿El Holocausto es una realidad indiscutible?

R.- Negar el Holocausto es un delito. No estamos para discutir ahora aspectos históricos que están juzgados y evidenciados en la historia. Eso supera la labor de un sindicato. Nosotros estamos en la defensa de los trabajadores de España.

P.- Con el MSR participó en Líbano en 2013 en reuniones de grupos que hablaban de «la impunidad de los crímenes de Israel», «los intereses yankee-sionistas» y defendían que Hezbolá no era una organización terrorista. Hoy, ¿entiende la respuesta de Israel al 7 de octubre?

R.- Lo que no sería normal es que Israel no se defendiera de un ataque terrorista tan brutal. Hay que condenar el terrorismo de Hamás y de toda esta gente sin ningún tipo de dudas. Aquí, en Europa, son esas masas que nos están viniendo para imponer la sharía.

P.- ¿Está justificada la invasión rusa de Ucrania?

R.- Yo soy miembro de un partido político que es Vox y comparto sus puntos de vista. Queremos que termine esta guerra. Está claro quién es el agresor y quién empezó.

P.- En 2014 participa de la fundación de Sociedad Civil Catalana y estuvo en Plataforma per Catalunya, pioneros en denunciar la inmigración masiva. Al disolverse en 2019, recomiendan entrar en Vox. ¿Por qué?

R.- Defendíamos las mismas ideas. Era absurdo mantener pequeños grupos distintos y competir con el partido de Santiago Abascal que demostraba, ya que había una vía para romper el bipartidismo. Dijimos «¡todos para adelante!» y bien cómodos que estamos.

P.- Es portavoz de Vox en la Diputación de Barcelona y concejal en Sant Adrià de Besòs, uno de los 10 municipios con mayor criminalidad de España. Seis son catalanes. ¿Es por la inmigración masiva?

R.- Sí. Evidente. Es la realidad, la estadística. Sólo hay que salir a la calle y ver en qué nos estamos convirtiendo. Si importas Tercer Mundo, obtendrás Tercer Mundo. No demonizo. Es gente que no comparte siquiera nuestro concepto del bien y el mal. No se les exige integración. No van a abrazar nuestro sistema de vida y valores. Esto ha fracasado en toda Europa. España no va a ser distinta. Lo del área metropolitana de Barcelona y tantos municipios como Salt es un drama. Inmigración masiva y descontrolada, da igual que sea legal o ilegal. Demasiada gente sin integrar en el mismo sitio. Esto va a explotar por todos lados.

P.- ¿Cómo es el día a día en Sant Adrià de Besòs?

R.- Los vecinos están hartos de inseguridad y okupación. De los precios de la vivienda en una ciudad obrera con una de las rentas per cápita más bajas de Cataluña, donde comprarse una vivienda es un lujo. Y ahora malconviviendo con personas que han venido a destruirlo todo porque viven en su sociedad paralela. Es injusto. La gente tiene miedo a irse de vacaciones o fin de semana y que les entre un tipo por el balcón y ocupe su casa. En las últimas elecciones catalanas, Vox fue la segunda fuerza por detrás del PSC. Es un síntoma de que la gente está muy cansada y algo está cambiando.

P.- ¿Le ha sorprendido los disturbios en Salt?

R.- En absoluto. Es la consecuencia normal de masas no integradas a las que se les ha dado carta blanca. ¿Cuántos trabajan incluso legalmente? El consenso progre se echaría las manos a la cabeza de ver la bolsa de marginalidad e islamismo que ha creado.

Solidaridad

P.- Y ahora quiere impulsar Solidaridad

R.- Es necesario. UGT y CCOO han instalado el telón del marisco que les separa de la clase trabajadora. Casta contra pueblo. Como sindicato, en la calle, respiramos que la gente quiere contestar, expresarse, mejorar su vida. Vivimos un momento habitacional dramático, inseguridad, expolio fiscal. Esta mafia sindical está lejos de la clase trabajadora. Nosotros debemos ser la correa de transmisión de sus demandas.

Jordi de la Fuente: «Solidaridad viene a levantar la bandera de los trabajadores que se sienten desamparados frente a la casta sindical y la mafia de UGT y CCOO».

P.- Sustituye a Rodrigo Alonso, que lanzó Solidaridad. ¿Hay que resignarse al duopolio UGT-CCOO?

R.- No. En estos cuatro años hemos conseguido representación en el 85% de las elecciones a las que nos hemos presentado con un 23% de voto de media, superando en la mayoría de esos casos a UGT y/o a CCOO. Hay un espacio huérfano de sindicalismo patriota y social. Nosotros hemos venido a levantar la bandera de esos trabajadores que se sentían desamparados.

P.- ¿UGT y CCOO son organizaciones corruptas?

R.- Toda la administración financia sus fiestas y las de todas esas sociedades paralelas de ayuda al inmigrante, formación, etc… ¿Qué hacen con ese dinero libre de fiscalización? ¿Corrupción? Pues parece que sí.

P.- ¿Qué le sugieren Pepe Álvarez y Unai Sordo?

R.- Profesionales del sindicalismo, instalados en una atalaya y sin pisar la calle salvo para darse besos con PSOE y Sumar.

P.- ¿Quieren sustituirles?

R.- Evidentemente. Y sin complejos. Venimos a cambiarlo todo.

P.- Tendrán que ser coherentes y vivir sin subvenciones

R.- Así es. Vivimos de las cuotas de los afiliados. Queremos que se acaben las subvenciones a sindicatos y patronales. El dinero de los españoles, en los bolsillos de los españoles. Y el de los impuestos para la verdadera justicia y los derechos y no para chiringuitos de la Agenda 2030.

P.- La izquierda le reprocha su pasado, pero presume de Chávez, Castro y el Che Guevara

R.- Un alcalde del Maresme me denunció. Había militado en Terra Lliure. Terrorismo puro y duro. ¿Y yo tengo que pedir perdón? ¿Por qué? Todo evoluciona. Pero esta gente involuciona al servicio de la Agenda 2030. Nosotros no nos resignamos. Nosotros, al ataque.

P.- ¿Luchar contra la Agenda 2030 es clave para ustedes?

R.- Totalmente. La Agenda 2030 no es sólo un relato. Sus imposiciones afectan al trabajador y a las empresas en el día a día. En todos los sectores. Y en la vida cotidiana. Como las Zonas de Bajas Emisiones. Esto tiene que romperse. Cada vez más se avanza hacia nuestras posiciones, aunque en España es, aún, un gran tabú. Nosotros estamos en el siglo XXI. Otros siguen en el medievo del sindicalismo.

P.- ¿UGT y CCOO son «comegambas» y «vende obreros»?

R.- Está más que demostrado. Ahora que les han hackeado las cuentas y se han visto sus gastos en restauración y marisco. Pepe Álvarez y Unai Sordo tendrían que ser más austeros, tirar más de tupper y comer con el resto de trabajadores.

P.- ¿Qué pensó viendo a Feijóo en el congreso de UGT?

R.- Acabó haciendo de pagafantas. Le invitaron para reírse de él. ¿A qué has venido? ¿A blanquear? ¿A quién? ¿A los malos? ¿A quién le quieres caer bien?

P.- Defina a Pedro Sánchez.

R.- Un ególatra y un autócrata. Todo lo malo que se nos pase por la cabeza tiene cabida en él. No tiene límites. Y aún nos puede sorprender más.

P.- ¿En Cataluña también?

R.- Venden que han pacificado Cataluña y que el separatismo ha terminado. Pero lo que han hecho es institucionalizar todas sus demandas. Los catalanes estamos pagando el desastre de política migratoria, laboral y fiscal de la Generalitat. Y ellos viviendo la mar de bien. Por eso es hora de que el sindicalismo nacional, patriota y social dé un paso más hacia adelante.

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