Irene Montero se define en el Congreso como «aprendiz de la lucha por el derecho a la vivienda»
El pasado 9 de mayo Irene Montero firmaba junto a Pablo Iglesias una hipoteca de 540.000 euros para adquirir un chalé de más de 600.000 euros en un privilegiado entorno de la sierra de Madrid. Una propiedad con piscina, casa de invitados y parcela de más de 2.000 metros cuadrados. Diez días después, Montero se sigue definiendo en su perfil del Congreso de los Diputados como «aprendiz de la lucha por el derecho a la vivienda».
El alcalde podemita de Cádiz, José María González ‘Kichi’, ha afeado el comportamiento de la pareja que lidera Podemos. ‘Kichi’ ha defendido este viernes que los líderes de ‘la gente’ deben “vivir como la gente corriente para poder representarla en las instituciones”. Y ha dejado una carga de profundidad para Iglesias y Montero, que justificaron la compra de la costosa propiedad bajo el argumento de crear un «proyecto familiar» en un entorno de intimidad: “Ni lo he pensado ni quiero dejar de vivir y criar a mis hijos en un piso de currante en el barrio gaditano de La Viña”.
Pero la pareja Iglesias-Montero han decidido abandonar un feudo izquierdista como Rivas-Vaciamadrid para convertirse en vecinos de Galapagar, un pueblo de mayor renta, gobernado por el PP desde hace años.
El aluvión de críticas que la pareja está recibiendo desde la izquierda política («Parecía imposible, pero Iglesias tiene aún más jeta que ego. Dice que a ellos se les juzga de forma diferente por el chalet de lujo. Pues claro estafador, porqué precisamente habéis ido de diferentes y subido por criticar todo lo que ahora hacéis. Vaya tela», ha escrito el rapero Pablo Hasel en Twitter) no parece hacer mella en ninguno de los dos.
Montero sigue definiéndose en la red social como «psicóloga, por la vivienda digna». Y en su ficha personal del Congreso de los Diputados como «aprendiz de la lucha por el derecho a la vivienda».