Crisis del coronavirus

Urkullu pide a los contagiados que rastreen sus contactos tras rechazar la ayuda del Ejército

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Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El País Vasco es la única comunidad autónoma que no ha solicitado la ayuda de los rastreadores del Ejército ofrecidos por el Ministerio de Defensa para avisar a las personas que han mantenido contacto con positivos por Covid-19. Sin embargo, el Gobierno de Íñigo Urkullu ha anunciado este martes un cambio en el protocolo para pedir a los ciudadanos que sean ellos mismos los que avisen a sus contactos más próximos.

El País Vasco es una de las regiones más afectadas por el incremento explosivo de contagios por la variante Ómicron. La incidencia, según el último informe del Ministerio de Sanidad, es de 2.105,02 por cada 100.000 habitantes lo que convierte a esta comunidad en la tercera con más contagios, sólo por detrás de Navarra y La Rioja.

Esta situación ha obligado al Ejecutivo autonómico, totalmente desbordado, a cambiar su sistema de identificación de contactos e incluso a dejar de hacer seguimiento a los considerados «positivos no vulnerables», es decir, aquellos que presentan síntomas leves. Sólo se contactará con personas mayores, embarazadas, enfermos crónicos y no vacunados ya que son los grupos en los que la variante Ómicron pueden provocar síntomas más graves.

El resto de infectados deberá gestionarse por sí mismo, a través de una página web en la que podrá comunicar sus contactos estrechos, solicitar pruebas o tramitar sus bajas laborales.

El protocolo da una serie de instrucciones a quienes hayan confirmado su positivo en una prueba diagnóstica. Así, se les informa de que deben identificar a sus contactos «con el fin de frenar la transmisión» y contactar con ellos, indicándoles que «para agilizar la tramitación de sus pruebas» se registren en un formulario que se ofrece a través de la web oficial.

De esta forma, el Gobierno vasco descarga en los propios ciudadanos el rastreo de sus posibles contactos. Una tarea que en toda España realizan los rastreadores militares. Desde el inicio de la pandemia, el Ejército se ha implicado con enorme eficacia en hacer una identificación y seguimiento de aquellas personas en contacto con un positivo. Una labor ardua pero imprescindible para contener la propagación del virus y que ahora, ante la alta transmisibilidad de Ómicron, resulta aún más esencial. Estos rastreadores llaman a las personas que hayan dado positivo y les preguntan por sus contactos, a fin de establecer así un mapa de contagios.

1.500 rastreadores

Precisamente este lunes, la ministra de Defensa, Margarita Robles, reveló que el País Vasco es la única comunidad que no había pedido la ayuda de las Fuerzas Armadas para combatir la sexta ola del coronavirus. Cataluña, que en su momento no vio necesario el ofrecimiento del Ejército para reforzar la vacunación -pese a tener una ocupación en las UCIs del 36,6%, la más alta con diferencia de toda España- sí ha requerido 30 rastreadores militares.

«Cuando hablamos de la sanidad de las personas, las comunidades autónomas tendrían que pensar qué es lo mejor para los ciudadanos y las Fuerzas Armadas están haciendo un magnífico trabajo y no conocen ni de color político ni de ideología», destacó Robles en una entrevista en El programa de Ana Rosa, en Telecinco. En total, el Ministerio de Defensa ha dispuesto más de 1.500 por todas las comunidades autónomas.

La ministra realizó un llamamiento a las comunidades autónomas que, por una u otra razón, no dispongan de efectivos suficientes para que lo pongan en conocimiento del Ministerio e «inmediatamente» los vacunadores, sanitarios militares se desplazarán «a aquellos sitios donde sea necesario».

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