Iglesias contra las cuerdas: el juez ordena un informe forense sobre cómo destrozó la tarjeta de Dina
Se complica la situación judicial para Pablo Iglesias. El juez del ‘caso Villarejo’ valoró que podría haber cometido dos delitos: descubrimiento y revelación de secretos y destrucción de pruebas. Este jueves, el magistrado Manuel García-Castellón ha encargado a la Policía Científica que analice los daños causados a la tarjeta de memoria del móvil de Dina Bousselham.
Bousselham era la asesora de Iglesias en el Parlamento Europeo. Ahora es la protagonista de la pieza separada número 10 del caso Tándem, donde el principal investigado es el comisario José Manuel Villarejo, en prisión provisional desde noviembre de 2017.
La ex asesora perdió su teléfono móvil a finales de 2015 y unos meses más tarde la tarjeta micro SD apareció en la redacción de la extinta Interviú en enero de 2016. El presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio, se la entregó ipso facto al líder de Podemos.
Sin embargo, Pablo Iglesias, en lugar de devolvérsela a su propietaria, la retuvo en su poder como mínimo entre 6 a 34 meses, según explicó el juez instructor en un auto en el que le retiró su condición de perjudicado.
El juez concluyó que el líder de la formación morada no era víctima de una conspiración de las «cloacas del Estado», de las que se benefició en la campaña de las elecciones generales del 28 de abril de 2019.
Iglesias también intentó involucrar a este periódico, pero el magistrado señaló que «no se puede inferir en este momento la ilicitud de la actuación del medio de comunicación OKDIARIO o de sus responsables» en el asunto del supuesto robo del móvil de Dina, y exoneró a este medio de cualquier responsabilidad.
Destrucción de pruebas
Dina Bousselham desveló en su última declaración, a mediados de mayo, que el ahora vicepresidente del Gobierno le proporcionó la tarjeta «destruida» de su terminal marca Sony Experia.
La ex asesora, que ahora dirige el digital podemita ‘La última hora’, aseguró que cuando llegó a sus manos estaba totalmente ilegible. Nunca pudo acceder al contenido. «Tengo pruebas», afirmó. Y unos días más tarde proporcionó al Juzgado unos emails con una empresa londinense con la que contactó para reparar la micro SD, pero con la que no alcanzó un acuerdo sobre el presupuesto para la reparación. El juez remitió a los agentes que investigaran los correos electrónicos aportados por Bousselham.
Sin embargo, cuando el presidente del Grupo Zeta se entrevistó con Iglesias para devolverle la tarjeta, éste pudo visualizar las imágenes y la información que contenía. El cerco se cerraba y el culpable cada vez era más evidente, ya que el dispositivo de memoria se destruyó cuando estaba en poder del hoy vicepresidente del Gobierno.
Por ello, el juez ordena ahora en una providencia –a la que ha tenido acceso OKDIARIO– que se «realice un informe pericial sobre los daños y las causas u origen de los mismos que presentan la tarjeta aportado a las actuaciones».
Iglesias al banquillo
El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional sugirió, de acuerdo con los argumentos expuestos por la Fiscalía, que el líder de Podemos ha podido incurrir en los delitos de descubrimiento y revelación de secretos del art. 197.1 y 2 del Código Penal y delito de daños (obstrucción a la Justicia por destrucción de pruebas) del art. 264 del mismo texto legal.
Dina, con el objetivo de salvar a su ‘jefe’, remitió una carta al juez instructor donde se declaró culpable de mentir en su declaración en calidad de testigo. Sostuvo en su declaración que Iglesias no había destrozado la tarjeta.
Se retractó de la anterior versión y aseguró: «La tarjeta funcionaba y comprobé que en su interior estaban contenidos de mi teléfono y así yo misma, con el fin de proteger mi intimidad, mi vida familiar y mi relación de pareja, accedí a los elementos de naturaleza más personal e íntimos de esta, y por ello puedo indicar que inicialmente funcionaba, si bien no contrasté ni analicé todo su contenido».
Este ‘giro de las acontecimientos’ sentó como un jarrón de agua fría en la Audiencia Nacional que valoraron el escrito de «asombroso». Lo cierto es que Pablo Iglesias y su ex asesora comparten la misma representación letrada. Un extremo que puede generar «conflictos de intereses» y por lo que el juez ha recomendado a Dina que cambie de abogado.
Ya se han contabilizados cinco versiones dadas por Bousselham sobre el supuesto robo de su móvil. Pero el más llamativo ha sido este último, que ha optado por declararse culpable para evitar que Iglesias pueda ser investigado en el Tribunal Supremo.