Cárceles vascas

El Gobierno vasco mima a sus presos con bronceadores, cremas antiarrugas y mascarillas capilares

País Vasco presos
El Gobierno vasco facilita productos de belleza a sus presos.
Pelayo Barro

La Agencia de Reinserción de Presos del País Vasco, creada por el Gobierno de Iñigo Urkullu tras asumir las competencias de las cárceles, ha hecho su primera compra de material para los economatos de los tres centros que gestiona. Los presos vascos, incluidos los 81 de ETA, tendrán a su disposición todo tipo de productos de bienestar y belleza: bronceadores, cremas body milk, aceite corporal, tintes de pelo variados y hasta mascarillas antiarrugas. La compra total ha costado un millón de euros.

El Gobierno de Urkullu no sólo quiere presos felices, sino también guapos. Al menos, así se desprende de la compra de productos que ha realizado la Agencia Aukerak, el organismo que gestiona la reinserción de presos, y que alcanza casi el millón de euros.

Se trata de una compra centralizada de bienes para «el abastecimiento del economato y la cafetería de los Centros Penitenciarios Álava, Vizcaya y Guipúzcoa». Entre los productos que se adquieren, para ponerlos a disposición de los presos, hay 400 botes de aceite corporal Johnson, bronceadores de diversos factores de marca Babaria o Nivea, 574 cremas tipo body milk, crema de manos en base a aceite de oliva y aloe vera, y mascarillas antiarrugas de noche «Loreal o Garnier».

También se han adquirido diverso material bajo el epígrafe «capilar». Se trata de acondicionadores de cabello, champús para «cabello graso, neutro o seco» de marcas como Pantene, Revlon o Herbal Essences, decolorantes  «sin amoniaco», mascarillas capilares hidratantes Pantene o Elvive, gomina, serum repara cabello y tinte de todas las variedades de color.

Embutidos ibéricos

El casi millón de euros de desembolso por estos productos, que luego se podrán adquirir más baratos a través del economato de las tres cárceles vascas, también incluye partidas de varios miles de packs de embutidos ibéricos -jamón, chorizo, salchichón-, latas de conserva de todo tipo -desde mejillones hasta zamburiñas-, chocolatinas, bombones, caramelos y helados de todo tipo.

Además, también se han adquirido productos de electrónica como televisiones de pantalla plana -«con el puerto USB inactivo»-, radios, planchas y secadores de pelo.

Una «vida nueva»

Desde que el Gobierno de Pedro Sánchez firmó con el de Urkullu la cesión de las competencias sobre prisiones, los contactos del gobierno regional con los colectivos de presos -especialmente con los de ETA- han ido encaminados a vender las bondades del nuevo sistema penitenciario vasco. Una suerte de «vida nueva» para aquellos que cumplan condena en cualquiera de sus tres centros para internos.

Lo que trasmitió Urkullu a estos colectivos fue la creación de un nuevo régimen mucho más amable, con acceso a permisos, reducción de trabas burocráticas y visitas familiares sin mirar el reloj.

Además, los presos vascos -también los de ETA- podrán salir de prisión siempre que lo determine una comisión de expertos nombrada por el propio gobierno de Urkullu. Y para ello se computarán cursos de todo tipo, desde alfarería hasta jardinería.

El Gobierno del País Vasco ha dado luz a la progresión de grados de ocho presos de ETA, beneficiarios de este nuevo ‘oasis’ penitenciario, aunque la Audiencia Nacional ha recurrido uno de ellos: el del etarra Fiti, jefe de la banda cuando esta cometió, entre otros, el ataque contra la casa cuartel de Zaragoza donde murieron once personas. Cinco de ellos eran niños.

 

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