El Gobierno de Sánchez presiona al Ejército para limitar una licitación de sistemas de visión nocturna antes del 23J

Días antes de las elecciones generales del 23 de julio, el actual Gobierno de Pedro Sánchez ha presionado al Ejército español en una importante licitación de adquisición de sistemas de visión nocturna, la cual asciende a 100 millones de euros, imponiendo una serie de condiciones y requisitos específicos, que beneficiarían a una empresa en concreto. En este sentido, las condiciones y requisitos que el Gobierno de Sánchez intenta forzar, destacan por no encontrarse alineados con el interés superior del Ejército de Tierra.

Según fuentes consultadas por OKDIARIO conocedoras de este programa de adquisición, el Ejército de Tierra, a través del Mando de Apoyo Logístico-MALE/DIAD, está en proceso de publicar la importante licitación para la adquisición de un gran número de monoculares y binoculares de visión nocturna (alrededor de 17.000 monoculares de visión nocturna y 700 prismáticos de visión nocturna), con un valor total cercano a los 100 millones de euros, como se ha citado anteriormente.

Cuando la secretaria de Estado de Defensa (Sedef), Amparo Valcarce, se reunió hace unos días con las principales empresas del sector de defensa terrestre, transmitió a la industria la necesidad de maximizar el retorno de la inversión en defensa y fortalecer el tejido industrial y tecnológico español. En este ámbito se mencionaron específicamente los equipos de visión nocturna y se señaló que éste será uno de los sectores que apoyará el Gobierno e incluso con mención expresa a la única empresa en España que fabrica sistemas de visión nocturna.

«La Sedef sigue la línea de allanar el camino a determinadas empresas para justificar otro caso más de la particular estrategia de licitaciones y adquisiciones del Gobierno socialista, justo antes del 23J por si el PSOE llegara a perder el poder», afirman fuentes consultadas a OKDIARIO.

La licitación y las especificaciones oficiales aún no se han publicado. Sin embargo, fuentes consultadas por este periódico, conocedoras del proceso de preparación de las citadas especificaciones de esta licitación, han señalado que la administración socialista «ha presionado para que esta licitación incluya especificaciones técnicas que podrían provocar que no se adjudicase el contrato al sistema de mejor rendimiento, ni al mejor precio posible». Unas imposiciones, orientadas a condicionar un pliego escrito «para asegurar que una empresa concreta se adjudique el contrato».

Contrato a la carta

Según las citadas fuentes, las condiciones para ganar la licitación sólo encajarían con una sola empresa del sector, que serían las siguientes que a continuación se enumeran:

• No definir y no calificar positivamente un requisito que define la función más importante de un monocular o binocular de visión nocturna, el llamado rango DRI (Detection Recognition Identification), que mide la distancia a la que el usuario puede ver la fuerza hostil. Terminar con un sistema que tiene un rango DRI bajo podría tener graves consecuencias y poner en peligro la vida del soldado, especialmente si el enemigo usa un sistema superior.

• Preferencia y puntuación positiva para un diámetro de tubo intensificador de imagen de 16 mm, que, aunque puede resultar en un sistema más ligero y compacto, tendrá un efecto perjudicial en el rango DRI en comparación con los tubos estándar de 18 mm de diámetro.

• Preferencia y calificación positiva para un campo de visión (FOV) igual o mayor a 50 grados, que, aunque aumenta la conciencia situacional del soldado, también reduce drásticamente el rango DRI en comparación con el estándar actual de 40-42 grados utilizado por las fuerzas armadas más avanzadas de la OTAN y la UE.

• Preferencia y gradación positiva en caso de que la carcasa del instrumento sea metálica en lugar de termoplástico de grado militar, que es el material estándar actual debido a su robustez y ligereza.

Estos condicionantes supondrían que el estándar de monoculares / binoculares de visión nocturna de las principales unidades militares como los Marines de los Estados Unidos y otros (con 42 grados de FOV, 18 mm de diámetro de tubo intensificador de imagen, hecho de termoplástico), obtendrían una baja puntuación técnica que le impediría ganar la licitación. Este hecho por sí solo de llevarse a cabo generara sospechas de que algo no está bien, según las fuentes citadas.

Se da la coincidencia de que esa misma empresa es el único fabricante conocido que ha desarrollado sistemas de visión nocturna con tubo de 16 mm de diámetro, 50 grados FOV y con una carcasa metálica. Este sistema facilita una visión alrededor de un 35% menor que lo que pueden ver los monoculares / binoculares de visión nocturna estándares mencionados anteriormente.

Además, esta licitación no seguiría el modelo de evaluación habitual que el Ejército de Tierra suele utilizar para comparar la calificación técnica con la calificación financiera.

Aunque en casi todas las licitaciones de defensa españolas el precio de adquisición es el criterio de adjudicación más importante, en esta ocasión este factor no es el más relevante, ya que pesaría solo un 40% frente a un peso del 60% para la puntuación técnica. Este cambio penalizaría a otros fabricantes más grandes que logran precios más bajos debido a sus mayores cantidades de producción, según las fuentes consultadas.

«¿El Ministerio de Defensa no está interesado en adquirir el sistema más avanzado al mejor precio y calidad? ¿Qué sentido tiene subvencionar a quien fabrica un producto que no tiene potencial de ser autosuficiente y convertirse en una entidad exportadora? ¿Por qué el Ministerio de Defensa pondría en peligro la seguridad de sus propios soldados al equiparlos con sistemas de visión nocturna que ven menos que los utilizados por sus aliados y enemigos? ¿Por qué optar por este camino, especialmente cuando hay ejemplos claros de empresas nacionales que lograron convertirse en fuertes potencias exportadoras sin un apoyo nacional inicial o permanente a expensas de los contribuyentes españoles?», se preguntan las mismas fuentes.

Las fuentes consultadas comentan que el Ejército está a tiempo de resistir las presiones del Gobierno y garantizar la transparencia y la igualdad de trato entre los oferentes, asegurando que se elija el mejor sistema y al mejor precio. España debe respetar la base de igualdad de trato, la misma base que permite a las empresas españolas sobresalir en la UE y en los mercados mundiales.