Fotos de Puigdemont y Trapero presiden la Conselleria de Interior como si siguieran gobernando
El Departamento de Interior de la Generalitat de Cataluña ignora en sus pasillos y despachos el artículo 155 por el que el Gobierno intervino esta consejería el pasado octubre, y, con ella, a los Mossos d´Esquadra para «garantizar la seguridad y velar por la convivencia pacífica». Funcionarios y policías que tienen acceso a sus instalaciones denuncian que los separatistas mantienen colocados fotos y carteles de los golpistas Carles Puigdemont, Josep Lluís Trapero y Joaquim Forn con la frase «Os queremos en casa» y contra la aplicación del 155.
Entre los trabajadores de la sede autonómica de Interior hay un nutrido grupo de independentistas que en los últimos meses han salido a mediodía (en horario laboral) al exterior del edificio en solidaridad con «los presos políticos». Los funcionarios, portando lazos amarillos han llegado incluso a cortar el tráfico a la altura de la calle Diputación de Barcelona.
En ocasiones, los separatistas se han cruzado con Juan Antonio Puigserver, actual secretario general técnico del Ministerio del Interior, y que se hizo cargo del Departamento de Interior por orden del Ministro del ramo, Juan Ignacio Zoido. Según fuentes de la consejería, el número 3 de Interior hace como si tal cosa y no cuestiona la concentración de apoyo a los golpistas mientras los funcionarios vuelven a sus mesas.
También en las mesas
La exhibición de simbología golpista que incluye carteles con la efigie de Puigdemont, Trapero, y el antiguo ‘conseller’ en prisión, Joaquim Forn, y los habituales lazos amarillos no agrada a muchos trabajadores, tanto a los que tienen otra ideología como a los que directamente se declaran no interesados en cuestiones políticas. Pero no sirve de nada. Y cuando se supone sigue vigente el artículo 155. Estos pasquines y fotografías siguen colgados en la pared e incluso en algunas mesas de los trabajadores.
La sede desde la que se dirigen las comisarías de los Mossos d´Esquadra ofrece así un penoso ejemplo que se vive desde hace meses en muchos centros policiales o en sus inmediaciones. Es el caso de la comisaría de Mossos y de la Policía Local de Gerona, en la que a sólo a unos metros de su fachada cuelgan impunemente los lazos que simbolizan el golpe y el recuerdo a los responsables de la intentona golpista.