Álvarez-Cascos se defiende en el juicio: «Jamás he recomendado la contratación de nadie»
El exministro de Fomento Francisco Álvarez-Cascos ha negado este lunes en el juicio por los presuntos amaños de la contratación pública de Aena para beneficiar a la trama Gürtel haber dado instrucciones para que las empresas del líder de la red corrupta, Francisco Correa, obtuviese las adjudicaciones para organizar la presencia de empresa aeroportuaria en eventos.
«Jamás he recomendado la contratación de nadie mientras fui responsable de algún área como ministro de España», ha dicho al tribunal de la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ante la que ha declarado como testigo después de que la acusación popular ejercida por Adade haya pedido su comparecencia. Se trata de la segunda declaración que presta Álvarez-Cascos en una vista oral relacionada con el caso Gürtel.
La primera fue durante el juicio celebrado por la primera época de actividades de la red corrupta liderada por Francisco Correa, en el que ya negó cualquier intermediación a favor de la Gürtel. En ese momento, Álvarez-Cascos explicó que cuando llegó al Ministerio de Fomento en el año 2000 modificó los pliegos de condiciones para evitar la arbitrariedad en las adjudicaciones.
Este lunes ha vuelto a insistir en este aspecto y ha apostillado que el objetivo era «perfeccionar la concurrencia, la transparencia y automatismo» en las contrataciones de los entes públicos dependientes de Fomento. De hecho, ha indicado que los informes auditores del Tribunal de Cuentas avalaron este propósito de Álvarez-Cascos, que anunció en su primera comparecencia como ministro en el Congreso de los Diputados.
Según ha explicado al tribunal, obligó a cambiar el modo de contratación, como no «abrir los sobres de la valoración técnica» hasta no conocer las ofertas económicas, para evitar las denuncias que había hecho años anteriores uno de sus antecesores en el Ministerio, el socialista Josep Borrell –actual ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación–, que pidió a las constructoras que no pagasen comisiones a los partidos para obtener obras.
Niega tener capacidad de contratación en AENA
Aún así, Álvarez-Cascos ha asegurado que él como ministro no tenía capacidad de decisión en materia de contratación porque Aena era un «ente público empresarial con personalidad jurídica propia y funcionamiento autónomo». Por ello, ha «confesado» que no se preocupó «por las actividades comerciales» de Aena. «Es una mancha en mi curriculum, lo reconozco», ha continuado.
En este sentido, también ha descartado haber participado en el proceso de selección de personal, como fue el caso del responsable de Comunicación en esa época, Ángel López de la Mota, acusado en este procedimiento y que se enfrenta a ocho años de prisión.
Sobre López de la Mota ha apuntado que le conocía porque trabajó en el gabinete de comunicación del PP y coincidió con él en la sede del partido, en la calle Génova de Madrid, durante su etapa como secretario general de los ‘populares’. Eso sí, ha señalado que la relación con este acusado en estos años fue «ligera», siempre enmarcada en asuntos de trabajo.
Afirmaciones «falsas»
De este modo, el exministro y exvicepresidente del Gobierno se ha desvinculado de conocer cualquier irregularidad cometida en la empresa aeroportuaria entre los años 2000 y 2002, en los que la Fiscalía Anticorrupción sospecha que Correa sobornó a López de la Mota y su ‘número dos’ en el equipo de comunicación, José María Gavari –para el que también piden ocho años de cárcel–, para conseguir 22 contratos por el importe de 2.359.497,48 euros para asegurar la presencia de Aena en eventos y ferias internacionales.
Varios testigos en este juicio han afirmado que las empresas de Correa se vieron favorecidas desde que el PP ganó las elecciones en el año 2000 y, por tanto, Álvarez-Cascos se encargó de Fomento. No obstante, el exministro ha tildado estas afirmaciones de «falsas» y ha asegurado que desconoce por qué se empezó a contratar con el ‘cabecilla’ de la Gürtel en esas fechas.
Asimismo, ha vuelto a negar haber recibido alguna instrucción desde el partido, desde la Tesorería que dirigía el fallecido Álvaro-Lapuerta y de la que dependía Luis Bárcenas, para favorecer algunas de las empresas que trabajaban con el partido. Tampoco le llegaron «quejas» de otras sociedades porque las adjudicatarias siempre eran las mismas, ha dicho.
Relación con Correa
Por último, la fiscal Anticorrupción Concepción Nicolás ha preguntado a Álvarez-Cascos sobre su relación con Francisco Correa –que ya acumula 70 años de prisión por otras piezas de la Gürtel, a los que se pueden sumar los 10 años que piden para él en este juicio– y ha dicho que le conocía de cuando trabajó para el PP organizando su actos políticos, así como de los viajes personales que contrató a su agencia Pasadena Viajes.
Sobre estos, ha recordado que la formación política también fue cliente de esta empresa, pero ha señalado que la relación comercial no se debía a ninguna «rebaja» u «oferta» que le pudiesen hacer.
Mañana será el turno de las declaraciones como testigo del ‘número dos’ de la Gürtel y exvicesecretario de Organización del PP en Galicia, Pablo Crespo, que se encuentra en prisión cumpliendo penas por otras piezas relacionadas con la trama, y del denunciante del caso, el exconcejal de Majadahonda (Madrid) José Luis Peñas.