Ministerio de Igualdad

El estudio de Montero sobre racismo ataca a los comercios: “Me siento perseguida en las tiendas”

Irene Montero
La ministra de Igualdad, Irene Montero, durante una sesión en el Congreso de los Diputados. (Foto: Efe)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Una encuesta realizada por el Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica, organismo adscrito al Ministerio de Igualdad -que dirige Irene Montero- acusa de «hechos discriminatorios» a establecimientos como «las tiendas, el comercio, los bares y restaurantes».

Así se recoge en concreto en el estudio ‘Percepción de la discriminación por origen racial o étnico por parte de las potenciales víctimas en 2020’, que ha sido difundido por el departamento de Irene Montero.

«Cuando se plantea el tema de la discriminación en las entrevistas en profundidad a personas de los distintos orígenes, uno de los primeros puntos que surge espontáneamente tiene que ver con los hechos discriminatorios en espacios y establecimientos públicos, como son las tiendas, el comercio, los bares y restaurantes. Se detecta un amplio consenso en que este tipo de hechos son comunes, pero que son complejos de detectar», se recoge en el documento.

La conclusión se apoya, según dice el estudio, en que «muchas de las personas indican que ‘se han sentido así’, pero que no están seguras de si se trata efectivamente de discriminación por su origen. Se reconoce también que las personas que más discriminación sufren en este sentido, son las del pueblo gitano, las de origen magrebí y las personas rumanas», añade.

En el trabajo llama la atención el empeño por demostrar las actitudes racistas o xenófobas en base, únicamente, a los testimonios de los presuntos afectados. Una versión parcial y totalmente subjetiva.

Ninguno de esos testimonios aporta una visión positiva del comportamiento de la sociedad española hacia el colectivo.

“Me siento perseguida en tiendas, y en un bar no me han querido atender porque dicen que soy marroquí”, cuenta, según se explica en el trabajo, una «mujer de origen magrebí».

 «Al acudir a una tienda con una mochila me pidieron revisar lo que había adentro mientras que al resto de personas no le dijeron nada (…) me molestó, no me agrada, ¿por qué a mí?», dice un «hombre, grupo afro caribeño y afro latino».

 “Ahora que tengo barba se me nota más que soy gitano (..) me miran y me persiguen en las tiendas siempre que voy a comprar”, señala un «hombre, grupo gitano».

El estudio del Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica concluye asimismo que «este tipo de discriminación está muy asociada a los estereotipos sobre ciertos colectivos a partir de su imagen visual».

En este contexto, acusa a propietarios y trabajadores de espacios y establecimientos públicos de dispensar un trato diferente según «la forma de vestir y los rasgos físicos». 

«Se evidencia desde los resultados de la encuesta que las personas con bajos ingresos salariales reciben un peor trato en los espacios públicos, al igual que en el caso de los hombres en comparación con las mujeres», es otra de las conclusiones.

Según este estudio, el 19% de los entrevistados afirma que durante el último año no le han dejado entrar a una discoteca, restaurante, tienda o cine, debido a su origen racial o étnico. Casi la mitad de las personas gitanas y algo menos del 40% de las de países de África no mediterránea, han vivido dicha situación, añade.

«La tasa de discriminación por motivos étnicos o raciales en el ámbito de establecimientos o espacios públicos y acceso a bienes y servicios es de un 31% en 2020, aumentando casi 2 puntos porcentuales respecto a la edición 2013 del estudio. Esta es, junto con el ámbito de vivienda, uno de los ámbitos con mayor tasa de discriminación por origen racial o étnico», se señala en otro punto.

También se incide en que «prevalecen situaciones relacionadas con la discriminación en el acceso a la oferta pública de bienes y servicios», siendo «la situación más común» la «sensación de que la gente no se ha querido sentar a su lado (o se ha levantado) en el transporte público, con un 7% de personas que han sufrido tal experiencia el último año. Este hecho es mencionado por el 23% de las personas de países de África no mediterránea, y por el 13% de las personas gitanas.

En lo relativo al acceso a servicios personales, como la apertura de una cuenta bancaria, el 4% asegura que se ha sentido discriminado por su origen racial o étnico, y que por ello le han puesto problemas para realizar el trámite. El 2,4%, por otro lado, indica que le han querido cobrar más que a otras personas por determinados servicios.

Contra la Policía

Como ya informó OKDIARIO, la encuesta trata de denigrar el trabajo de la Policía, un colectivo que ya fue objeto de una polémica campaña del Ministerio de Irene Montero contra el racismo.

Aunque se indica que «la tasa de discriminación percibida por el trato policial disminuye del 28% al 19%», en comparación con estudios anteriores, en todo momento se intenta vincular a los agentes con un trato discriminatorio por razones de raza. Especialmente, se señala, «en los espacios de calle y no tanto en las comisarías».

Como en el caso anterior, el informe recoge también algunas entrevistas realizadas y que, consideran los autores, “permiten profundizar en el tipo de trato policial recibido”.

Dichos testimonios están claramente escogidos en el trabajo difundido por el departamento de Irene Montero para dar una  imagen determinada de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.

Uno de ellos es el siguiente: «Yo tuve aquí a mi hermano, y a él cada dos por tres le paraban, por su estilo, por vestir con el estilo americano, norteamericano: de pantalón, la gorrita, pero él no estaba metido en ninguna, y siempre lo paraban y le decían «eh, tú, revisión, los papeles» Pero claro, él estaba harto, siempre decía «¿por qué siempre me paran?» pero sin embargo, a mí nunca me han pedido papeles cuando andaba ilegal, a mí jamás, nunca me lo han pedido». 

Otro: «En la calle, sí, estando por ahí con mis amigos, pararme, estando yo ahí con la moto, y decirme «bah, chico, si eres gitano para qué». Hay mucho abuso, nos paran más, se ríen de nosotros, nos insultan, nos dicen que no sabemos leer…». (Hombre, grupo gitano).

Y más:  «Hay una diferencia entre la policía que está en oficina y en la calle, no hay respeto, te tratan como a un trapo”. (Hombre, grupo de África no mediterránea).

“En la calle como están sueltos y no tienen gente detrás, hacen lo que les da la gana, en la calle es donde sacan su verdadero yo”. (Mujer, grupo de África no mediterránea).

«Quienes indican que no han percibido un trato discriminatorio de parte de agentes policiales, reconocen que son situaciones comunes para otras personas y otros colectivos, lo que se ve alimentado por los prejuicios en medios de comunicación y redes sociales», sostiene el estudio, difundido por Igualdad.

Policías y guardias civiles ya pidieron la dimisión de Irene Montero por una campaña en la que se acusaba de racismo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. «Me han identificado por mi color de piel u otros rasgos sin razón objetiva», se decía en concreto en uno de los carteles de la campaña.

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