ERC busca convertir la Jefatura Superior de Policía de Barcelona en una ‘Casa del Terror’ franquista

ERC tiene un plan para conseguir la titularidad edificios policiales y militares propiedad del Estado -y aún en uso-. Y entre los objetivos está la sede de la Jefatura Superior de Policía Nacional en Barcelona. La instalación policial que concentra las iras del separatismo violento callejero. El Gobierno de Pedro Sánchez ha cortado el grifo de fondos con los que se mantiene el edificio, mientras ERC ya tiene un modelo concreto que seguir para su proyecto: la Terror Háza húngara, antiguo cuartel de los nazis y posteriormente sede de la policía secreta comunista. Ahora se ha convertido en un museo contra la tortura.

Fuentes próximas a la formación explican a OKDIARIO que el proyecto para convertir la Jefatura Superior de Barcelona en un «centro de memoria» contra la policía «del franquismo» sigue adelante. Sólo necesita el visto bueno del Gobierno para la cesión de la titularidad del edificio a la Generalitat.

De hecho, explican estas fuentes, la formación tiene bastante avanzada la idea de lo que será ese museo, en principio sobre el franquismo, pero que en la Policía no dudan que terminará siendo también herramienta de propaganda contra el cuerpo actual. No hay que olvidar que la Jefatura ha sido objeto de las iras separatistas durante las violentas jornadas que precedieron a la publicación de la sentencia contra los golpistas del 1-O.

De hecho, miembros de ERC involucrados en este proyecto ya han visitado algunos museos similares que hay en Europa para buscar inspiración. Y hay una que, dicen, les ha encajado a la perfección. Una «Casa del Terror».

Terror Háza

Esa inspiración ha llegado de la llamada Terror Háza (casa del terror en húngaro), un edificio convertido en museo que en el pasado albergó el cuartel general de las tropas nazis que invadieron el país en 1944. Posteriormente, sería utilizada por la AVH, la policía secreta comunista que actuaba en Hungría como satélite de la KGB soviética.

En ambos periodos, las instalaciones se convirtieron en un centro de detención de prisioneros políticos -y con los nazis, de ciudadanos judíos-. En los sótanos del edificio había multitud de celdas y habitaciones con enseres para llevar a cabo torturas. Se han documentado casos de arrestos de hasta 18 meses. 

Hoy en día se ha convertido en un museo contra la tortura y contra el totalitarismo. Abrió sus puertas en 2002, bajo el Gobierno de Viktor Orbán. Sus sótanos se han reformado para dejarlos igual que estaban cuando eran salas de tortura, mientras el resto de pisos -antes administrativos- se han convertido en un museo con fichas policiales, información y grabaciones de interrogatorios tras sesiones de tortura.

Según las fuentes a las que ha tenido acceso OKDIARIO, miembros de la formación también habrían visitado el museo de la Stasi, la policía secreta de la comunista República Democrática de Alemania, que está situado en el antiguo Berlín Oriental. Sin embargo, explican, las instalaciones húngaras han encajado mejor en sus planes.

El plan de ERC consiste en replicar esta «Casa del Terror», pero orientada hacia la Policía Nacional. El partido separatista ha pedido incluso a la Delegación del Gobierno en Cataluña que le permita acceder a las instalaciones para verlas al detalle con sus propios ojos. Además, han solicitado al Archivo Histórico de la Policía que les entregue abundante documentación sobre la Jefatura. Han pedido fichas policiales, atestados, declaraciones, órdenes, correspondencia y las normas del reglamento interno.

Al Congreso

La propuesta llegó por primera al Congreso de los Diputados en 2017. Fue el diputado de ERC, Joan Tardá, quien lo llevó a la Comisión de Interior. Se trataría, explicaba, de convertir la Jefatura en «una exposición permanente de la represión, sus causas y protagonistas durante la dictadura».

Tardá especificaba que ese museo «deberá reproducir el funcionamiento de la Jefatura durante aquellos años en los que la tortura y la represión constituían su principal actividad». Aquella propuesta se votó y salió adelante con el apoyo del PSOE, entonces aún en la oposición. Sin embargo, al ser una Proposición No de Ley, no era de obligado cumplimiento.

El Gobierno de Pedro Sánchez ha insistido en varias ocasiones en que el edifico permanecería a las órdenes de la Policía Nacional y que no hay plan alguno para cederlo a la Generalitat. Sin embargo, entre los agentes está muy extendida la idea de que la Jefatura vive sus últimos años como edificio policial.

Se basan, principalmente, en que el Ejecutivo de coalición lleva dos años sin aportar fondos para el sostenimiento y obras de mantenimiento que necesitan las instalaciones. En los Presupuestos Generales del Estado de 2022, el PSOE incluyó una partida de 8 millones de euros para la Jefatura, pero una enmienda de ERC, aceptada por el PSOE, anuló esa asignación. En los Presupuestos de 2023 no hay mención alguna.