La encargada de velar por la limpieza del Congreso del PP cántabro pagó 146 cuotas para amañarlo
La presidenta del Comité de Garantías del PP cántabro, Isabel Urrutia, pagó 146 cuotas de afiliados para amañar el congreso del partido. Ella era en aquel momento la responsable de garantizar el cumplimiento de las exigencias éticas de su partido en esta región. Pero el registro de las IP de los ordenadores, desde los que se realizaron los abonos de cuotas de afiliado para poder contar con sus votos en las elecciones del Congreso autonómico del PP, revela que 146 pagos se realizaron desde la IP del marido de Urrutia.
Hoy, la entonces presidenta del Comité de Garantías es la tercera figura con más poder del partido: es la responsable de elaborar las listas donde se decide quien tiene cargo y quien no.
La documentación ha sido ya aportada a la Justicia por la entidad financiera donde se abrió la cuenta por medio de la que se pagaron las cuotas.
De ese listado –al que ha tenido acceso OKDIARIO– se puede extraer el número total de transferencias, el día y la hora en que se efectuaron. Y desde la IP del marido de Isabel Urrutia se realizaron 146 transferencias. Cada cuota son 18,03 euros, con lo que el importe global asciende a 2.632,38 euros.
Isabel Urrutia presidía en aquellas fechas el Comité de Derechos y Garantías del PP de Cantabria. Pese a lo cual se sumó a un amaño que acumula ya capítulos absolutamente imposibles de justificar.
Así, en el Congreso, compromisarios falsos participaron en la votación, tal y como ha recogido una denuncia -adelantada por este diario- en la que se relata como se permitió que depositaran el voto compromisarios que nunca llegaron a presentar la acreditación necesaria.
Además, se ha confirmado ya que los máximos responsables de la actual dirección del PP de Cantabria utilizaron en su trama a una persona con discapacidad mental para amañar el congreso regional del partido en el que María José Sáenz de Buruaga fue elegida presidenta.
El marido de Sáenz de Buruaga; la actual secretaria general del partido, María José González Revuelta; la presidenta del comité electoral del PP de Cantabria, Isabel Urrutia; y un diputado autonómico participaron además personalmente en la operación, tal como acredita la documentación judicial a la que ha tenido acceso este diario.
Miembros de la candidatura de Sáenz de Buruaga abrieron el 27 de febrero de 2017 una cuenta a nombre del discapacitado Miguelín en la sucursal de Laredo de una entidad financiera. Desde esta cuenta bancaria, realizaron en total 511 transferencias a través de Internet para que otros tantos militantes del partido pudieran votar en la elección de compromisarios.
La cuenta bancaria fue cancelada tan sólo una semana después, el 6 de marzo. Es decir, la cuenta fue creada expresamente para este fin, y luego eliminada rápidamente. Todo ello, utilizando la identidad de una persona con discapacidad mental que está diagnosticada por el Instituto Cántabro de Salud.
Y, por si todo esto fuera poco, una denuncia adicional ha señalado que el “25/03/2017 en el Palacio de Exposiciones de Santander”, donde se celebraban en esa fecha “las elecciones” regionales para elegir al presidente del partido, a las “17:00” y tras haber votado el denunciante “observa irregularidades en el proceso de votación, tales como que han anotado a mano a dos personas que a su vez han votado, y que, a juicio del denunciante, carecían de acreditación como compromisarios, acción que está prohibida, por lo cual solicita que se investiguen los hechos por si se hubiera incurrido en un fraude”, tal y como señala el atestado presentado ante la Policía Nacional.
Y es que los equipos de Sáenz de Buruaga -tal y como denunciaron varios asistentes- modificaron las listas de compromisarios que podían votar añadiendo y quitando votantes con anotaciones a lápiz durante el propio transcurso de la jornada en la que se tenía que votar y elegir al presidente del PP de Cantabria. Además, tras las quejas de varios de los afiliados presentes, ocultaron algunas de las actas de votación para que no se pudiese comprobar.