Los empleados de Competencia avisan: habrá una fuga masiva si Sánchez traslada la sede a Barcelona
Las negociaciones llevadas a cabo entre Pedro Sánchez y los separatistas acaban de provocar una fuerte polvareda en uno de los principales organismos reguladores económicos españoles.
OKDIARIO publicaba este domingo la negociación del traslado de la sede de la Comisión Nacional de Mercados y Competencia (CNMC) a Cataluña como parte de los ofrecimientos del PSOE para contentar las exigencias separatistas. Y la respuesta de los empleados no ha tardado en llegar: en caso de que se materialice la decisión, la fuga de capital humano será más que notable. Porque un traslado de esa magnitud no será aceptado por buena parte de la plantilla.
Fuentes cercanas al Comité de Empresa de Competencia han asegurado a este diario que esa negociación no cuenta con el consentimiento de los trabajadores. Y que las experiencias pasadas en esta dirección demuestran que sería un grave error ordenar ese traslado.
La citada fuente se refiere al traslado a Barcelona en diciembre de 2004 de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), una experiencia nefasta que provocó, efectivamente, una fuga masiva de profesionales tras acabar el plazo de dos años en los que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero se comprometió a pagar pluses en materia de colegios, viajes y viviendas a todos los empleados que aceptasen el traslado sin marcharse de la CMT. Pasados los dos años, la fuga fue más que considerable, especialmente entre los funcionarios, que solicitaron un cambio de plaza inmediato.
La CMT llegó a Cataluña como uno de los logros políticos de los nacionalistas ofrecido por el entonces ministro de Industria José Montilla y en medio de una fuerte polémica política. El traslado de la CMT de Madrid a Barcelona se materializó con el Gobierno de Zapatero en diciembre de 2004, tras un acuerdo con el entonces presidente de la Generalitat Pasqual Maragall.
El presidente de la CMT en esa época, Carlos Bustelo se opuso al traslado y terminó dimitiendo.
Hoy, la reintegración de todos los organismos sectoriales de competencia en la CNMC ha hecho que tan sólo quede una presencia simbólica de la antigua CMT en Barcelona. Todo un desastre de operación que tan sólo sirvió para perder profesionales en ese organismo.
Pero para Pedro Sánchez todo vale con tal de contentar al independentismo y de buscar su apoyo. Por eso, él sigue con sus negociaciones con los separatistas en plena recta final para lograr apoyos a su investidura. Y la última cesión que negocia con los separatistas el candidato socialista a la Presidencia es el traslado a Cataluña de la sede del organismo que controla la competencia entre las empresas en toda España, la CNMC.
El mandato presidencial es impulsar la “descentralización institucional del Estado, trasladando total o parcialmente las sedes de diversas instituciones y organismos a distintas ciudades”. Y uno de lo organismos elegidos para este cometido es nada menos que el regulador nacional de competencia. Un organismo con capacidad sancionadora cuando se vulneran las normas de competencia por parte de las empresas.
Hay que recordar que los partidos separatistas ya han solicitado en el pasado actuaciones contra empresas, en concreto, contra la Endesa presidida en aquel momento por Manuel Pizarro. En aquel caso los nacionalistas pidieron explicaciones en el Parlamento catalán, por ejemplo, porque consideraban que se perjudicaba a Cataluña reduciendo las inversiones en líneas eléctricas.