El PSOE permitirá que Cataluña, Galicia y País Vasco sean reconocidas como ‘nación’ en la Constitución
El recién nombrado Comité Electoral del PSOE ha mantenido este miércoles su primera reunión de cara a la organización para la campaña de las generales del 26J. El secretario de Organización, César Luena, y el portavoz de dicho órgano, Antonio Hernando, han avanzado su proyecto de cohesión territorial. Al hacerlo, ha sorprendido a algunos asistentes que los líderes socialistas hayan apostado de manera abierta por que las comunidades sean nombradas «como quieran ser». Hernando ha abierto la puerta por primera vez a que la Constitución incluya el término ‘nación’ para Cataluña, País Vasco y Galicia: «Estamos orgullosos de la España autónoma que creamos al tiempo que deseamos renovar el pacto de convivencia del 78 con un proyecto federal que reconozca a cada uno como se siente y como quiere ser. Mientras que garantiza que nadie va a tener peor derecho o algún privilegio por vivir en una u otra comunidad autónoma».
El PSOE nacional estaría así dando alas a las reivindicaciones del PSC que, por otra parte, habían cortado cuando Pedro Sánchez negociaba un Gobierno con Podemos y los independentistas. El primer secretario del PSC, Miquel Iceta, sorprendió a los suyos cuando, en plenas negociaciones con Podemos y desde Cataluña con En Comú Podem, aseguró que si no se aprobase la reforma constitucional para incluir el Estado federal que propugna su partido se hiciera un referéndum ‘a la candiense’, también llamado ‘Ley de claridad’.
Como ya en su día explicó OKDIARIO, ésta es una medida que las fuerzas independentistas llevan proponiendo años al Gobierno central sin conseguir ningún éxito. Fuentes socialistas señalan a este diario que el partido estaría dando un giro en la política con respecto a Cataluña y de cara a la campaña para vender «otro tipo de discurso más arriesgado» que el que defendía hasta ahora, el de la reforma constitucional para incluir el término ‘Estado federal’.
Las mismas fuentes señalan que, en su momento, a «un sector amplio e importante» dentro del PSC no le gustó la deriva «centralista» que tomaba Sánchez para Cataluña frenando las ideas que algunos dirigentes catalanes aportaban a Iceta y que éste transmitía sobre el derecho a decidir. El asunto incluso fue lo que cerró definitivamente las conversaciones con Podemos para formar Gobierno. Pero con la nueva campaña a la vuelta de la esquina, el PSC se ha replanteado las listas y ha transmitido a la dirección nacional que tenían que hacer cambios.
El sector mayoritario de los socialistas catalanes había pedido cambios y aseguraba que no apoyaría a Carme Chacón para liderar ese nuevo proyecto de cara al 26J. Entre estos dirigentes estaría el senador Carles Martí, que este miércoles ha señalado incluso que se iba a presentar a las primarias «para evitar que Chacón volviera a ser la candidata, después de que el 20D cosechara los peores resultados del PSC».
Carme Chacón lo sabía desde hace días y la semana pasada puso fin a los rumores anunciando que no encabezaría la lista por Barcelona para las generales y que se iba «por motivos políticos». Fuentes socialistas señalaron que, entre esos motivos de peso, se encuentran «graves discrepancias con la política que quiere aplicar Sánchez».
A partir de aquí la historia reciente coincide con lo que anuncian las palabras de Hernando este miércoles en el Comité Electoral con este giro al colocar a una persona de máxima confianza del entorno de Sánchez como es Meritxell Batet. A la que fue número dos en la lista del PSOE por Madrid debió dejarle muy seguro la dirección nacional que la cabeza de lista por Barcelona sería suya para atreverse a abandonar la lista de Sánchez.
Este miércoles, el propio Martí confirmó que tras llegar a una «negociación», el senador se retiró dejando como ganadora a Batet, que no necesitará primarias para asegurarse el puesto. A partir de aquí, Ferraz ha puesto en marcha su maquinaria de campaña para dar ese giro copernicano entre la federación catalana y el Comité Electoral. Este miércoles, su portavoz entonó las primeras palabras que anticipan este cambio arriesgado del socialismo: «Queremos un proyecto federal que reconozca a cada uno como se siente y como quiere ser».