El ‘no’ de Podemos a Sánchez puede hacer caer a Carmena, Colau y Kichi
Pedro Sánchez fracasa en la segunda votación de investidura tal y como Podemos tenía previsto. El pacto PSOE-Ciudadanos le ha salido caro a Pedro Sánchez por la parte de Pablo Iglesias, tal y como venía anunciando Podemos: “Sánchez hoy se presenta con solo 130 escaños”. La ruptura quedó escenificada con el dulce beso que Iglesias pretende dar a Sánchez si éste abandona a Rivera y la derecha. Tras la ‘cal viva’ de González, el líder de Podemos modera su discurso y continúa con su circo para después votar «no» en bloque al socialista. Los socialistas ya anunciaron que como Podemos no haga líder a Sánchez antes del 2 de mayo, Manuela Carmena (Madrid), Ada Colau (Barcelona) o el famoso ‘Kichi’ (Cádiz) podrían perder sus ‘alcaldías del cambio’. El portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, les recordó que, tras las pasadas elecciones municipales, el PSOE apoyó a Podemos para que gobernara en ciudades como Madrid, Zaragoza, Cádiz y Santiago “a cambio de nada”. “Lo hicimos sin pedir nada a cambio, sin exigencias, sin sillones, sin sillas, sin obstáculos, sin líneas rojas”, remarcó. Los socialistas volvieron a apretar a Iglesias un día antes de la segunda votación de investidura. Aprovecharon para ello unas palabras de la alcaldesa de Madrid que se pronunció a favor de que Podemos se abstuviera para facilitar Gobierno a Sánchez. Más tarde y apercibida por los suyos organizó una rueda de prensa para leer un papel de tres líneas. Reiteró sus palabras.
Dentro de esta maniobra a los socialistas les puede salir cara la jugada, ya que Podemos también es muleta de los socialistas en los gobiernos autonómicos de Asturias, Extremadura, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana. Un acto de autodestrucción que acabaría beneficiando sin ninguna duda al PP. A pesar de ello y tras la crónica de una investidura fallida, los socialistas amenazan de nuevo. «No hay ninguna previsión» que el PSOE se pueda replantear el apoyo a los alcaldes de plataformas afines a Podemos, como la de Madrid, puntualizan en los pasillos del Hemiciclo.
La guerra queda abierta y se abre un nuevo escenario. No es arriesgado pensar que se abra un periodo de inestabilidad política en los municipios y más de cinco comunidades gobernadas entre PSOE-Podemos. Así, pueden caer hasta cinco gobiernos autonómicos en manos de los socialistas, pero que se sustentan con sus diputados: Extremadura, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Baleares y Aragón, que pasarían a manos del PP o irían directos a unas nuevas elecciones. Cabe recordar que con las reformas estatutarias hechas durante la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, la mayoría de las comunidades tienen la posibilidad de convocar elecciones anticipadas.
Tras escenificar esta ruptura en el Hemiciclo, el sector más crítico advierte a Sánchez que no vaya por el camino de Podemos y se centre en buscar apoyos hacia la derecha. Sin embargo, el líder socialista parece no hacer caso a los consejos de, entre otros, su amigo y vapuleado expresidente Felipe González que ya le recomendó: “aléjate de ellos”. Ahora Sánchez insiste en crear conflicto entre las confluencias de cara a unas nuevas elecciones. Algo que podría generar inestabilidad en los de Iglesias si no concurren juntas de cara al 26J.
Ambos partidos anuncian que siguen con la mano tendida y los de Iglesias no les allanarán el camino con nuevas exigencias que harían casi imposible el acuerdo en estos dos meses. Por su parte, Ciudadanos quería servir de nexo entre Sánchez y Rajoy y con el discurso durante la primera votación escenificó el rechazo de toda la bancada popular con sus ataques a Rajoy y a la corrupción. “Ciudadanos no suma para nosotros. Lo que nos importa ahora es el PSOE y que nos escuchen. Si está Ciudadanos, perfecto, pero no es nuestra prioridad”, señalan fuentes del Gobierno. Se abre un periodo de dos meses en el que la obra que escenifican las distintas fuerzas parlamentarias no ha variado ni un ápice.