Cuatro años de cárcel para el joven que agredió a un policía con un tablón con clavos al que apoyó Podemos
Cuatro años y medio de cárcel para Dani Gallardo, el joven gaditano que causó desórdenes públicos y protagonizó un atentado contra la autoridad en octubre de 2019. En el marco de las protestas contra la sentencia del procés, este violento atacó con un tablón con clavos oxidados a un agente de este cuerpo policial. En el transcurso del juicio oral recibió el apoyo explícito de Podemos. «Es injusto que esté en prisión preventiva», tuiteó Jaume Asens, presidente del grupo parlamentario morado en el Congreso de los Diputados.
Según consta en la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), este joven de 23 años ha sido condenado a un año por desórdenes públicos y tres años y medio por atentado contra la autoridad. Además, Dani Gallardo deberá indemnizar, junto con su compañera sentimental, con 2.100 euros al policía herido. También deberá indemnizar al Consistorio de la capital con 3.500 euros por los destrozos causados. Y por si fuera poco, el tribunal le condena a pagar tres quintas partes de las costas procesales.
Como último recurso para evitar la condena, Dani Gallardo rompió en el juicio con los colectivos que organizaban las protestas, lo que motivó que el autodenominado Movimiento Antirrepresivo de Madrid cargara contra él. Sin embargo, de poco le ha servido. Aunque el joven negó la agresión y que estuviese participando directamente en la protesta convocada en ese momento, el tribunal considera probado el ataque «por la espalda y de manera violenta», como aseguraba la Fiscalía.
No obstante, los jueces del TSJM han rebajado la petición de cárcel del Ministerio Público, que llegaba a los seis años de prisión, hasta los 54 meses, es decir, cuatro años y medio. Cabe recordar que Dani Gallardo estuvo más de un año en prisión provisional, aunque tras el juicio, el 17 de noviembre, quedó en libertad provisional con cargos hasta conocer este miércoles la sentencia. Por tanto, como ya ha pasado un año entre rejas, este radical de izquierdas tiene tres años y medio de cárcel por delante, siempre que cumpla la pena íntegramente.
Los hechos condenados se remontan a octubre de 2019. Grupos de izquierda radical se echaron a las calles del centro de Madrid, cerca de la Puerta del Sol, para cargar contra la sentencia de los políticos catalanes secesionistas del Tribunal Supremo. El día después del ataque a la Policía, que él llegó a justificar porque los agentes supuestamente estaban reteniendo a su novia, el Juzgado de Instrucción número 22 de Madrid dictó la inmediata entrada en el centro penitenciario de Alcalá Meco, donde estuvo 12 meses y 20 días en prisión preventiva como medida cautelar hasta el juicio.
El tribunal también ha condenado por desórdenes públicos a la persona que le acompañaba, Elsa, como autora de un delito de desórdenes públicos. Por su parte, la tercera persona que fue detenida en esa protesta, Mariano Javier H.J., ha sido condenado por resistencia a agentes de la autoridad a una multa de tres meses de 10 euros diarios, es decir, 900 euros. Sin embargo, a él le absuelven del delito de atentado del que también pedía la Fiscalía.
80 personas
Se da por probado que Dani y Elsa, cerca de las 21:30 horas de la noche del 16 de octubre, y en compañía de unas 80 personas que portaban palos y adoquines, causaron desperfectos, increparon a viandantes y «alteraron injustificadamente la paz social y el orden público».
También señala la sentencia que ese grupo se dispersó y realizó por las calles del centro de Madrid diversas barricadas para entorpecer el trabajo policial destinado a disolver los disturbios. Posteriormente «tomaron» la Plaza de la Villa y ahí es donde Elsa fue alcanzada en su huida por los policías al ser identificada como una de las personas que participó en «la masa violenta».
El tribunal señala que Dani Gallardo, al ver a su compañera reducida, se acercó al agente que ejecutaba la detención y «le golpeó súbitamente por la espalda y de manera violenta con un palo de unos 90 centímetros de largo y 7 centímetros de ancho atravesado por seis clavos. El agente recibió hasta dos golpes en la cabeza, que tenía cubierta por un casco de protección, y se libró de un tercero porque otro agente logró llegar a tiempo.
Los jueces recuerdan que el policía agredido tuvo que ser atendido por el Samur, sufrió lesiones, aunque sin pérdida de conocimiento, una contusión en el hombro izquierdo con eritema y fuerte dolor que requirió, para su curación, una asistencia sanitaria y le mantuvo 21 días impedido.
En resumen, el tribunal no da ninguna credibilidad a lo declarado por los acusados principales, que durante el juicio oral defendieron que ellos no habían participado en las protestas y que sólo estaban sentados en la plaza fumándose unos porros y bebiendo unas cervezas.