El Congreso aprueba la amnistía: Sánchez consuma su traición a España por 7 votos
La Cámara Baja levanta el veto del Senado y da el visto bueno definitivo a la norma de inmunidad del 1-O
Los separatistas celebran la "derrota del régimen del 78"", atacan a los jueces y apuntan al referéndum
El Congreso de los Diputados ha aprobado de forma definitiva este jueves la Ley de Amnistía con la que Pedro Sánchez rompe la igualdad entre españoles que preserva la Constitución a costa de permanecer en la Moncloa. Todo por 7 votos, los del partido de Carles Puigdemont (Junts), al que Sánchez ofrece inmunidad a cambio de seguir en el poder.
La Cámara Baja ha levantado en esta sesión el veto del Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta y cuyos letrados alertaron de la inconstitucionalidad de dicha norma de olvido penal que beneficiará a cientos de encausados por el golpe de Estado en Cataluña del 1-O de 2017. Pese a que el Gobierno de Sánchez atraviesa su peor momento en lo que a estabilidad parlamentaria se refiere, con sus socios abandonándole en votaciones clave, los socialistas han conseguido sacar adelante esta proposición de ley orgánica tras un rosario de cesiones al separatismo.
El resultado de la ajustada votación -eran necesarios 176 apoyos- ha sido 177 síes a la amnistía (se ha ausentado y no ha votado la diputada morada Martina Velarde) por parte de PSOE, Sumar, Podemos, ERC, Junts, Bildu, PNV, BNG y el exministro José Luis Ábalos, frente a los 172 noes de PP, Vox, Coalición Canaria y UPN.
Cabe recordar que Junts llegó a tumbar el texto cuando iba a pasar del Congreso al Senado para que el Ejecutivo incorporara todas las exigencias de los independentistas catalanes. Por ejemplo, en el apartado de terrorismo, excluyendo la tortura y los tratos humanos degradantes, como recoge el mencionado artículo 3 del Convenio Europeo de Derechos Humanos.
También pasó a contemplar la alta traición, quedando excluida sólo cuando implica el «uso de la fuerza efectiva e incumple las resoluciones de Naciones Unidas en materia de invasiones», esencial para sortear la trama rusa; e incorporó la malversación de caudales públicos, en el caso de que no haya habido enriquecimiento personal.
Durante el debate parlamentario de este jueves, como lo hicieran en la tramitación de la ley, los separatistas han vuelto a atacar a los jueces. El diputado de Bildu Joan Iñarritu ha hablado de «lawfare», de «invención de casos judiciales» y de «una represión judicial y administrativa salvaje», donde «se ha utilizado la justicia como venganza política», ha recalcado, advirtiendo de que no habrá cabida ahora, en el momento de aplicar la norma, para «ningún Cid Campeador».
Por su parte, la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, que ha saludado esta «victoria» en un «día histórico», ha arremetido también contra los jueces vinculándolos a la dictadura franquista, y ha apuntado al siguiente paso: la celebración de un referéndum de independencia.
«Nunca hubiéramos llegado a este extremo si se hubiera dado la transición democrática en las cúpulas judiciales», ha empezado diciendo Nogueras. La colaboradora del prófugo Puigdemont se ha dirigido a los «señores de la cúpula judicial españoles» y les ha lanzado que ahora «tienen la oportunidad de situar la justicia española en el carril de los estándares europeos». «No somos terroristas ni delincuentes», ha recalcado.
«Reconocimiento nacional»
Con la vista puesta en un referéndum de autodeterminación, Nogueras ha manifestado que «con la amnistía no se resolverá el problema de fondo», ya que, según ha subrayado, «lo determinante es el reconocimiento nacional de Cataluña». «Mientras no alcancemos la plena libertad, seguiremos luchando», ha asegurado la portavoz independentista. «Nos dicen que nunca habrá independencia, pero hoy tenemos más claro que nunca que no depende de ustedes, sino del pueblo de Cataluña», ha remachado.
En su turno, el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que en el pasillo señaló antes del Pleno al juez Manuel García-Castellón con nombre y apellidos, ha celebrado también esta «victoria», que a su vez es la «primera derrota del régimen del 78», se ha regodeado. «Lo de hoy no es el punto y final, todavía queda un partido por jugar, el partido judicial español», ha dicho Rufián, apelando a los «demócratas españoles» a rebelarse contra las próximas decisiones de la Justicia. Además, el diputado de Oriol Junqueras ha enfatizado que la «siguiente parada es el referéndum» y «quien ría, que recuerde lo que decía ERC hace un año de la amnistía», ha sentenciado.
En representación de Sumar, socio del PSOE de Pedro Sánchez en el Gobierno de coalición, el diputado Gerardo Pisarello ha entonado un «nunca más a las cloacas y a la guerra sucia judicial, policial y mediática», sosteniendo que esta Ley de Amnistía «debe ser la antesala de cambios más profundos», ha manifestado, apuntado a un control de la Justicia desde el Gobierno.
Por el Grupo Socialista del Congreso, el diputado del PSOE Artemi Rallo (ni siquiera ha intervenido el portavoz Patxi López) ha dicho que esta Ley de Amnistía se aprueba «gracias a la grandeza y generosidad de los españoles».
De otro lado, el presidente de Vox, Santiago Abascal, ha calificado esta norma como «el acto de mayor corrupción política que se ha perpetrado en España desde 1978», al tiempo que ha lamentado que «lo peor de Sánchez está por llegar».
Feijóo: «Es corrupción»
Asimismo, con la ausencia «cobarde» de Pedro Sánchez durante el debate (sólo ha aparecido para votar), como ha señalado el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, el jefe de la oposición ha incidido en que el PSOE se presentó a las elecciones generales negando fuera a aprobar la amnistía. «Hoy hemos asistido al acta de defunción de PSOE, quédense con la ambición de un solo hombre, a nosotros no nos han elegido para mentir», ha lanzado Feijóo a los diputados socialistas.
«Ustedes han mentido a los españoles porque prometieron no hacer esto, están convirtiendo a la mayoría en ciudadanos de segunda. Este trueque tiene un nombre corrupción política», ha denunciado. «Corrupción y mentira», ha dicho Feijóo, indicando que es el «mismo patrón» que se da en el caso Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno.
«Si tan buena es la amnistía, inclúyanla en su programa electoral y convoquen elecciones para escuchar qué opinan todos los españoles de este fraude electoral», ha proseguido el líder del PP, respondiendo a Junts que su «victoria» es «sólo la de un 1,6% de los españoles por la ambición de un sólo hombre», ha expresado en alusión a Pedro Sánchez. «La amnistía es un intercambio de poder por privilegios, de poder por impunidad. ‘Yo te otorgo privilegios personales y tú me das la Presidencia’, esto es todo», ha resumido Feijóo.
En concreto, la denominada «Ley Orgánica de amnistía para la normalización institucional, política y social en Cataluña» nació de los pactos que el PSOE selló con ERC y Junts a cambio del apoyo de los independentistas a la investidura del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Su objetivo es amnistiar a todos los implicados en movilizaciones soberanistas e independentistas desde el 1 de noviembre de 2011, cuando aún gobernaba el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero, hasta el 13 de noviembre de 2023. Comprende tanto a los condenados por la consulta del 9 de noviembre de 2014 como los del referéndum secesionista de 2017, así como el archivo de las investigaciones abiertas por los disturbios posteriores contra la sentencia del Tribunal Supremo.