El colegio donde van a vivir los inmigrantes está en ruinas y se ubica frente a un vertedero ilegal
El colegio León del barrio de El Lasso de Las Palmas de Gran Canaria, que el Gobierno de Pedro Sánchez ha destinado para la construcción de un campamento en el que van a ser hacinados centenares de inmigrantes ilegales en los próximos días, está en ruinas desde hace varios años. Además, se encuentra a poca distancia de un vertedero ilegal que investiga la Guardia Civil desde mediados del mes de noviembre.
Desde 2018, el colegio estaba completamente cerrado. Tanto la Consejería de Educación como el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria se pusieron de acuerdo para echar el cierre definitivo alegando que el fuerte temporal, especialmente como consecuencia de las intensas lluvias, habían provocado grandes destrozos. Meses después, desde ambas instituciones aseguraron que el edificio se encontraba en muy mal estado. Esta solución se adoptó en base a un informe municipal que lleva dos años sin hacerse público.
La presión de los vecinos, indignados porque habían sacado a sus hijos del colegio del barrio, obligaron a que ambas administraciones públicas, donde gobierna el PSOE, firmaran un pacto en el que se comprometían, en período electoral, a realizar las obras que necesitaba el centro educativo. Mientras el Gobierno de Canarias asumía una inversión de 170.000 euros para cubiertas y falsos techos, el consistorio ponía otros 280.000 euros.
En total, 450.000 euros que servirían para que los alumnos del barrio pudieran regresar a las clases. A pesar de que este inversión fue prometida en abril de 2018, hasta el momento no se ha acometido ninguna reparación. Ahora los vecinos y los partidos de la oposición se preguntan cómo es posible que, de la noche a la mañana, el colegio sí esté en condiciones para alojar a los inmigrantes ilegales.
Actualmente, casi toda la totalidad del interior del edificio está repleto de todo tipo de escombros: cartones, cajas de fruta, sillas rotas, rollos de alambres… En el exterior, más de lo mismo. Algunas de las paredes, de color amarillo, están derruidas y muchas de las ventanas, como puede apreciarse con facilidad desde cualquier parte del recinto, están completamente rotas.
Si bien las 11 tiendas de campañas donde van a vivir 700 inmigrantes ilegales procedentes de Marruecos y el Sahara están ubicadas sobre el aparcamiento y el antiguo campo de fútbol, está previsto que las aulas del edificio sean destinadas también para que estas personas puedan usarlas.
El recinto del colegio donde ya está desplegado el campamento está pegado a un terreno que otrora fue un campo de hockey municipal. A día de hoy, como el colegio está lleno de escombros, y algunas de las edificaciones de las antiguas instalaciones deportivas, hoy completamente abandonadas, son usadas por okupas. Al otro lado de este terreno hay un vertedero ilegal que desde mediados del mes de noviembre investiga el Servicio de Protección de la Naturaleza, que depende de la Guardia Civil.
La Benemérita abrió diligencias después de que el Seprona hubiera dado cuenta de oficio de la existencia de este vertedero ilegal a la Agencia de Protección del Medio Urbano y Natural del Gobierno de Canarias, que es la autoridad competente en este tipo de hechos. Esta denuncia, que ha identificado al Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria como el responsable de los vertidos que allí se acumulan, surge a raíz de las quejas de los vecinos.
El Seprona acudió al Consistorio socialista para pedirle explicaciones sobre este depósito de escombro, que se encuentra entre el colegio León y la carretera de acceso al barrio de El Lasso. Según la normativa municipal, este tipo de zonas de acopio transitorio de escombros no están previstas en las normas, pero tampoco existe una prohibición expresa que condene su existencia. Sin embargo, los vecinos piensan que es “poco ético” que los inmigrantes vivan frente a un vertedero ilegal que desprende malos olores.
Por su parte, el senador del PP de Gran Canaria Sergio Ramos recriminó el pasado 1 de diciembre en el Senado al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, la contradicción de que el colegio fuera cerrado para los alumnos pero abierto para los inmigrantes ilegales. “Ustedes han abierto ahora otros campamentos de la vergüenza”, afirmó.
Y finalizó así: “En Barranco Seco y en colegio públicos. Su partido, que gobierna el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, desalojó hace meses el colegio León por falta de seguridad y humedades. Y ahora, sin haberlo reformado, meten ustedes en el interior y en las carpas de fuera a los inmigrantes. Señor ministro, esto es inhumano”.