Una «cinta de carrocero» separará a los alumnos por su «posicionamiento ideológico» sobre Franco
El Gobierno lleva a las aulas su obsesión por la Guerra Civil, Franco y la Ley de "memoria democrática"


El Gobierno lleva a las aulas su autodenominada Ley de «memoria democrática», que pactó con Bildu en 2022. A través de varias unidades didácticas, elaboradas por la Fundación Cives, el material comprende varias unidades didácticas con distintas actividades para el alumnado, desde Secundaria a Bachillerato. Una de las actividades que se propone el profesorado lleva por nombre Barómetro de valores.
Va dirigida a alumnos de segundo curso de Bachillerato y su objetivo es realizar una «evaluación» sobre «el conocimiento y opinión del alumnado sobre los hechos traumáticos de la Guerra Civil y del franquismo».
«Analizar el grado de conciencia sobre los hechos traumáticos del pasado que posee el alumnado, descubrir fortalezas y debilidades sobre el tema y contenidos a tratar en el conjunto del alumnado y facilitar y entrenar en técnicas de debate, aprendiendo a respetar las opiniones ajenas y a cambiar las propias mediante convicción», se enuncia entre sus propósitos. Consiste en lo siguiente:
«La técnica ha de hacerse de pie, permitiendo la movilidad del alumnado en el aula, para lo cual habrá que despejar un amplio espacio central, apartando el mobiliario de aula, o bien realizarla en una sala amplia».
«Se divide la sala en dos partes, con dos paredes enfrentadas en los extremos. En el medio se pone una cinta de carrocero sobre el suelo, dividiendo el espacio en dos mitades iguales, y en cada una de las paredes enfrentadas un cartel grande: en una con un sí y en otra con un no».
«Se pide a los y las participantes que se pongan en el medio. El profesor o profesora les dice que vamos a entablar un pequeño debate en el que no sólo hay que posicionarse ideológicamente, sino también físicamente. El profesor o profesora dirá en voz alta frases que son afirmaciones categóricas, referidas al tema que se va a tratar en la unidad didáctica (no valen preguntas). Una vez dicha, los participantes se sitúan a derecha o izquierda de la línea media, en la parte del sí o del no, es decir, si están de acuerdo con la expresión se colocan en la parte del sí y si están en contra en la parte del no».
«Según se esté más de acuerdo o menos con la expresión enunciada, se situarán más cerca o más lejos de la cinta de carrocero, en el medio. Una vez posicionados y posicionadas, se pide que se inicie un pequeño debate alternativamente (de un lado y de otro), expresando cada cual por qué se ha posicionado en dicho lugar, según su opinión acerca de la expresión hecha. En el caso de que alguien sea convencido por la parte contraria, se puede cambiar de lugar, o bien alejarse o acercarse más a la postura media. El profesorado no da explicaciones ni aclara dudas: sólo enuncia la frase. Una vez se han utilizado tres o cuatro turnos, se vuelve al centro y se dice una nueva frase».
Las frases propuestas para que los alumnos se posicionen son las siguientes:
- «La Guerra Civil de 1936 estalló porque había muchos enfrentamientos en las calles durante la República».
- «En la Guerra Civil mataron tanto unos como otros, fueran del bando que fueran».
- «Si la guerra la hubiera ganado la República, habría existido la misma represión que con el franquismo».
- «La ayuda prestada desde el extranjero a la República fue la misma que se prestó a Franco».
- «España le debe mucho a Franco y a sus 40 años de paz».
- «Las mujeres fueron tratadas de igual modo en los diversos regímenes desde 1931 en adelante».
- «Las heridas de la guerra se cerraron hace ya mucho tiempo y no merece la pena reabrirlas».
- «España ya no tiene nada que ver hoy día con lo que pasó durante la Guerra Civil y después».
- «Lo que pasó durante la Guerra Civil no podría volver a pasar en la sociedad actual».
- «Quienes muestran más interés en estas cuestiones de la Guerra Civil son personas de izquierda o muy implicadas en la política».
La actividad explica que «en caso de que todo el mundo se posicione en un lado, se deja hablar a quienes estén más alejados y menos del punto medio. Si es necesario, el ponente hace de abogado del diablo. Hay que procurar dar la palabra a todo el mundo. Como variante y según el grado de conocimiento del alumnado, se les puede invitar a que ideen algunas expresiones sobre el tema e inviten a posicionarse al conjunto de la clase».