Los separatistas llaman a llenar de pruebas falsas el informe de adoctrinamiento escolar en Cataluña
Los separatistas siguen controlando las campañas de acoso pese a la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Sociedad Civil Catalana se ha vuelto a encontrar con su ataque y, además, en un punto especialmente delicado. La asociación constitucionalista está elaborando ya un informe para presentar al Ministerio de Educación donde se van a presentar oficialmente infinidad de denuncias y casos particulares de acoso escolar y adoctrinamiento de los alumnos que deciden intentar estudiar en castellano. Los separatistas, orquestados y organizados, están realizando un llamamiento para llenar ese informe de denuncias falsas y desvirtuar la validez del estudio.
Societat Civil Catalana está siendo atacada. #OpCatalunya pic.twitter.com/4OUzk46i4f
— Anonymous (@Anonymous_opt) 8 de noviembre de 2017
Sociedad Civil Catalana ha decidido tomar el liderazgo en está función y ha recopilado miles de denuncias y casos concretos hasta el momento. Ha abierto una campaña de captación de información, datos y denuncias para lograr un mapa lo más exacto posible del continuo abuso en las escuelas catalanas. Y lo está haciendo con una intención sistemática y dirigida a poder presentar el resultado de su recopilación de abusos escolares ante el Ministerio de Educación.
La idea es demostrar que no se trata de casos aislados de adoctrinamiento y politización en las aulas, sino de un esquema perfectamente coordinado de órdenes jerárquicas desde los partidos separatistas que se repiten en los distintos colegios siguiendo un programa de ingeniería social trazado ya en la época de Pujol -lo que se denominó el «Programa 2000»-.
La idea ha generado la alerta en los grupos separatistas que saben perfectamente que si se elimina el miedo a la denuncias, la información que puede aparecer acabará provocando una respuesta social que puede exigir el fin de su gran fábrica de independentistas: las escuelas.
Por ello, las asociaciones separatistas han emprendido una campaña de acoso contra Sociedad Civil Catalana. Insultos, ataques a la web, presiones a sus miembros y, dos nuevas medidas: la primera, el intento de llenar de información falsa el estudio remitiendo datos que no concuerden para confundir el estudio y desautorizarlo. La segunda, movilizando a sus alumnos para que exijan en los rectorados que Sociedad Civil Catalana sea rechazada y, por lo tanto, les resulte mucho más difícil acceder a estos datos, al menos, en el entorno universitario.
El esquema de actuación de los radicales es, de nuevo, el mismo que ya se trazó en aquel famoso Programa 2000 de Jordi Pujol padre. En aquel documento se recogían puntos como los siguientes:
«Impulsar el sentimiento nacional catalán de los profesores, padres y estudiantes». O como la «elaboración de un plan de formación permanente y de reciclaje del profesorado que tenga en cuenta los intereses nacionales. Incentivación positiva de los cursos de reciclaje».
También se hablaba de «editar y emplear libros de texto sobre la historia, geografía, arte, literatura, economía, etcétera, de Cataluña y de los Països Catalans. Establecer acuerdos con editoriales para su elaboración y difusión, con subvenciones si es necesario». Se reclamaba la «catalanización de los programas de enseñanza», «reorganizar el cuerpo de inspectores de forma y modo que vigilen el correcto cumplimiento de la normativa sobre la catalanización de la enseñanza.
Vigilar de cerca la elección de este personal», «incidir en las asociaciones de padres, aportando gente y dirigentes que tengan criterios nacionalistas», o el «refuerzo del papel de los cuadros directivos de los centros» y «velar por la composición de los tribunales de oposición».
Todo ello con el fin de expulsar, como ahora hacen, a aquellos que defiendan una educación libre.