Carmena fomenta un «efecto llamada» a más okupación a través de la Empresa Municipal de Vivienda
La asociación de vecinos Ensanche de Barajas reprocha al Ayuntamiento de Madrid que esté promoviendo «un efecto llamada a la okupación» viendo la gestión de la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo (EMVS).
Explican que «hace algo más de un año, los propietarios de tres promociones de la EMVS en el Ensanche de Barajas supieron, por la administradora de fincas, del cambio de uso de las viviendas que aún quedaban libres en estas comunidades». Esto conllevó que están entrando okupas y personas incívicas.
Lamenta que la decisión del Ayuntamiento se hizo «sin tiempo ya para aportar propuestas o llevar a cabo cualquier acción». «Los vecinos hemos tenido que acatar la situación y tratar de convivir con personas que, por desgracia, en un buen número, no tienen ganas, ni intenciones, ni conocimientos de las responsabilidades que suponen vivir en comunidad, mucho menos de respetar los bienes y espacios comunes, ni, especialmente, las vidas de quienes ya vivíamos ahí y, con nuestros impuestos, contribuimos a que puedan disfrutar de una vivienda digna», dicen.
Graves problemas de convivencia
«¿Y a ti qué te importa, si esto es del Ayuntamiento?», es la respuesta que reciben con frecuencia de estos vecinos conflictivos. La última okupación que han detectado ha sido este mismo mes. Lamentan que reciben insultos, el «hijo de puta no se les cae de la boca», y amenazas al señalar algún comportamiento.
Contactaron con la EMVS para tratar de encontrar una solución. «En primera instancia, se nos dijo que el perfil de los inquilinos sería similar al nuestro para evitar desequilibrios, y que, en ningún caso, habría viviendas ‘sociales’, que irían en todo caso a urbanizaciones sin propietarios. Enseguida vimos que eso no sería así. Todo lo contrario», explican.
A los primeros inquilinos tuvieron que asistirles hasta en sus más básicas necesidades: alimentación, colchones, mantas, etc. «Un auténtico desastre, lo que nos ahondó nuestra indignación», dicen.
Consiguieron reunirnos dos veces con la EMVS con resultados «perfectamente inútiles y casi vejatorios». Su posición es negar la mayor: «viven en el cielo y solo se quejan por vicio o por insolidarios».
Violencia, alcoholismo, suciedad…
Por otra parte, la concejal de Barajas, Marta Gómez Lahoz, «muestra interés en ayudar, aunque por el momento sus gestiones no sean muy efectivas». Nada se soluciona porque la EMVS se niega a poner los medios, sostienen.
Peleas, realquileres, destrozos de zonas comunes, daños en fachadas, amenazas, violencia de género, Síndromes de Diógenes, plagas de cucarachas, ratas, alcoholismo, ataques de perros y problemas con sus excrementos, ruidos, obras, suciedad, olores insoportables, fraudes en los datos ofrecidos a la EMVS… son alguno de los problemas que señalan los vecinos.
A este respecto, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha contestado este jueves al PP en el pleno de Cibeles que no toleran la usurpación de viviendas públicas. En contra de lo que sostiene alguno de sus ediles, dice que la EMVS no lleva a cabo desahucios por impago de rentas y que cuando se enfrentan a un desalojo siempre se hace con una alternativa habitacional en forma de vivienda compartida o con apoyo social porque «nadie se queda en la calle».
Carmena niega los desahucios
El concejal del PP Orlando Chacón le ha preguntado por las viviendas públicas okupadas cuando son 21.000 las personas que han solicitado una por el cauce establecido.
Carmena ha recordado que regularizó la situación de 80 personas que estaban okupando viviendas municipales porque el contexto entonces era diferente. «Entonces no había posibilidad de que accedieran a una vivienda social en alquiler pero luego se cambió el reglamento» para que sí pudieran acceder.