El espacio se ha entregado a un grupo de vecinos a espaldas de los otros partidos a pesar de que se aprobó otro uso

Carmena cede a una asociación afín un espacio que PP, PSOE y C’s aprobaron para un centro cultural

Ayuntamiento de Madrid
La alcaldesa Carmena. (Foto: Madrid)

Hace un año, el 21 de junio de 2016, el pleno del Distrito de Salamanca aprobaba con los votos de PSOE PP y Ciudadanos, una proposición de los socialistas para construir una sala multiusos anexa al centro cultural Buenavista, situado en la madrileña avenida de los Toreros, en el barrio de la Guindalera.

La iniciativa del PSOE contemplaba adaptar una antigua propuesta del PP, cuya administración no renovó la concesión a la gasolinera que hasta el año 2006 se situaba en ese terreno. Mientras que los populares querían construir una biblioteca para los jóvenes del barrio, los socialistas planteaban un uso más abierto, una sala que sirviera no solo de biblioteca sino también de centro de reuniones o ensayos.

Fue el concejal popular Íñigo Henríquez de Luna, actualmente en la oposición, quien había conseguido paralizar el proyecto de la gasolinera al comprobarse que el combustible de la estación se filtraba a las cañerías de agua, tal y como se afirma también por parte del Grupo Popular en el pleno de junio de 2016 y se recoge en las actas.

Finalmente, aunque tras solicitar basarse en su idea inicial, los populares apoyaron la medida del PSOE, a la que también se unió Ciudadanos. Ahora Madrid fue el único grupo que votó en contra en ese pleno, asunto que también quedó recogido en la memoria de la reunión.

Ahora Madrid había prometido los terrenos a vecinos afines

El motivo, según pudieron averiguar después el resto de grupos, hay que buscarlo en la promesa que el concejal de Ahora Madrid Pablo Carmona había hecho ya a un grupo de vecinos afines a su formación, a los que les había asegurado la gestión de ese espacio público. Entre otras cosas, el grupo de vecinos, que se consideran una agrupación vecinal aunque no están constituidos legalmente como tal, querían construir un huerto urbano.

Twitter Pablo Carmona
Captura del perfil de Pablo Carmona, concejal de Ahora Madrid en Twitter, hablando de democracia

De esta forma, el Consistorio no solo no respetó la decisión democrática de los grupos, si no que, aprovechando el último parón navideño de las sesiones, realizó apresuradamente las obras para construir el huerto urbano, a pesar de que esta decisión había sido explícitamente rechazada. El resto de partidos se encontraron de repente con las reformas hechas.

Una inversión de 100.000 euros

Estas obras, que no respetan lo acordado por los grupos del Ayuntamiento, y cuya gestión no está respetando los procedimientos establecidos en la ley para las cesiones, tuvieron un coste de 100.000 euros de las arcas públicas, tal y como reconoció el propio Consistorio en su página web en noviembre de 2016, cuando anunció las obras a sabiendas de que no estaban aprobadas.

“La Gasolinera”, dueños y señores de una zona pública

Desde que finalizaran las obras hace aproximadamente medio año, la gestión del espacio no ha ido a parar “a la gente”, como anunciaba en su día en concejal de Ahora Madrid, si no que se encarga en exclusiva a “La Gasolinera”, el grupo vecinal que se ha autonombrado así pero que siguen sin constituirse legalmente como asociación, por lo que la Junta Municipal sigue apareciendo en todos los documentos de sus actividades ya que si no serían no válidos.

Manuela Carmena visitando "La Gasolinera"
Manuela Carmena visitando «La Gasolinera»

Actualmente, el espacio está cerrado a cal y canto con candados, dentro se pueden observar pancartas de “La Gasolinera” y no puede entrar ningún vecino ni persona ajena al grupo afín a Ahora Madrid.

Huerto urbano cerrado
El huerto urbano de «la gente», cerrado a cal y canto

Fiestas con dinero público

En los últimos meses se está produciendo además otro hecho significativo. A la gravedad que ya de por sí tiene que un grupo concreto de personas utilice como privado un terreno que es de todos, con la complicidad del consistorio, se une ahora que “La Gasolinera” ha celebrado en el huerto urbano fiestas pagadas con dinero público.

El día uno de abril de este año, “La Gasolinera” celebró una fiesta de apertura que se publicitó a través de las RRSS de este grupo de ciudadanos afines a Ahora Madrid.

 

Cartel en el que se anunciaba la fiesta
Cartel en el que se anunciaba la fiesta

En esa fiesta, en la que se ofreció a los asistentes una paella, una chocolatada, una charanga y varias actuaciones se pudo asistir entre otros al show ofrecido por la cantante feminista La Otra, cuyas letras dicen cosas como “Sacarse de dentro los cuentos de un príncipe azul, La luna me dice que puedo ser bruja, Ser fea y violenta y matar algún rey”.

Actuación de La Otra
Actuación de La Otra

Los grupos de la oposición preguntaron al concejal por esa fiesta en el pleno de abril de 2017. El de Ahora Madrid les respondió sarcásticamente que “qué menos que hacer una inauguración” después de haber hablado tanto en los plenos de ese espacio. Inauguración que, según figura en las actas de abril de 2017, habría costado 2.865 euros. Dinero que se pagó con fondos públicos según se deduce de las actas, y tal y como se especificaba en un contrato que pudo ser consultado por el resto de grupos.

Este gasto de casi 3.000 euros no es el único que se ha hecho a costa de las arcas públicas en el espacio del que se ha apoderado el grupo “La Gasolinera”. Además, se adjudicó en las mismas fechas otro convenio por valor de 1.887 euros a la empresa Endecha para un servicio que han bautizado como “Escuela de participación”, donde se impartieron unas clases de unas 56 horas. Esta escuela enseñaba básicamente a los vecinos a hacer asambleas vecinales del estilo que tanto gusta a Podemos.

Anuncio de la "Escuela de Participación
Anuncio de la «Escuela de Participación»

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