El caos del voto exterior provoca que Romeva aconseje tomar un avión y asegurar el voto en Cataluña

Romeva
Raül Romeva. (Foto: EFE)

La Generalitat asume que ha ‘pinchado’ con su campaña de «internacionalizar el referéndum» y el voto exterior se está convirtiendo en un verdadero quebradero de cabeza para la Consejería de Exteriores.

Tanto es así que sus trabajadores se están viendo desbordados por llamadas de catalanes en el exterior críticos con los pasos que está dando el gobierno de Carles Puigdemont. Las fuentes consultadas aseguran a OKDIARIO que en alguna de estas llamadas recomiendan «coger el avión» y votar in situ el referéndum el 1-0 ante la imposibilidad del voto electrónico.

El responsable de Exteriores, Raül Romeva, ha pasado a un segundo plano entre los consejeros que rodean a Puigdemont. Su área y cometido no atraviesa buenos momentos hasta el punto de dar instrucciones a sus trabajadores para que expliquen bien los pasos que los catalanes en el exterior deben seguir para poder votar el referéndum. Las mismas fuentes aseguran que «el departamento no da abasto con las llamadas» y a algunos les piden que se acerquen en octubre a Cataluña para votar. «Una mujer de Oceanía preguntó si el Govern estaba dispuesto a pagarle los 1.000 euros que cuesta el pasaje de ida solo para votar», comentan.

No habrá ley del voto electrónico

Ciudadanos llevará ante el Consejo de Garantías Estatutarias la norma por la que los independentistas pretendían aprobar la ley del voto electrónico para que los catalanes residentes en el exterior pudiesen votar el referéndum ilegal el 1-0. La decisión supone que el debate sobre esta norma se aplace al menos un mes, por lo que no llegaría a aprobarse a tiempo para la consulta de octubre.

La noticia ha caído como una losa en las fuerzas independentistas y, en especial, en la consejería de Gobernación dirigida por Meritxell Borràs. Las fuentes consultadas indican que a este varapalo se suma la poca movilización que ha conseguido el consejero de Exteriores con apenas 6.000 inscritos de los 258.000 catalanes residentes en el extranjeros que anunció Romeva.

«Las papeletas del 9N nunca llegaron»

Los catalanes en el exterior no se fían de las promesas de la Generalitat y, según señalan las fuentes consultadas, entre las preguntas más recurrentes a la consejería de Exteriores se encuentra la de si verdaderamente llegarán las papeletas antes de que se celebre el referéndum ilegal. «Las papeletas del 9N nunca llegaron y nos quedamos sin votar», cuentan. Ahora, por tanto, no se fían del propio proceso y de cómo lo está anunciando Puigdemont «con noticias que contradicen información y al final no sabemos con cuál quedarnos», explican.

Para la Generalitat «la participación es significativa» y quedarse sin los activos que supone el voto exterior supone un varapalo en toda regla a una consulta que desde el Gobierno tienen claro que no se va a celebrar. Según los datos que ofrece el Govern, en las elecciones al parlamento de 2015 contaron con 196.062 catalanes registrados en el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA). Solicitaron el voto 21.771 personas y, finalmente, solo pudieron votar 14.781 catalanes.

El CERA es el registro permanente de españoles en el extranjero que hacen los consulados y las embajadas españolas en el exterior. La Generalitat señala que el Estatuto de Estadística de Cataluña (Idescat) tiene contabilizados a 284.374 catalanes residentes en el exterior, pero sólo 220.708 se registraron en el CERA a 1 de mayo y, por tanto, son los que tienen derecho de voto.

Nadie se entera del procedimiento

Según el Ejecutivo de Mariano Rajoy, este registro no serviría para una consulta que es totalmente ilegal, por lo que no podrían utilizarlo. Pero Romeva rizó más el rizo cuando explicó el procedimiento para que los catalanes del exterior se animen y puedan votar el 1-0. La conclusión que obtienen desde la consejería de Exteriores es que nadie se enteró a cuenta de la cantidad de llamadas que están recibiendo estas semanas.

Según explican a este medio, para votar desde el extranjero en el referéndum hay que estar inscrito en el CERA y el registro de catalanes en el exterior del Departamento de Asuntos Exteriores de la Generalitat. Acto seguido se debe de acreditar la última vecindad administrativa en Cataluña.

A diferencia de anteriores comicios, los catalanes que quieran votar desde el extranjero no podrán registrarse en los consulados ni embajadas españolas como residentes temporales. Es aquí donde está la clave ya que se excluye a cientos de electores potenciales que no se quieren censar de manera permanente en el exterior.

Si han llegado hasta aquí y cumplen todos los requisitos exigidos, «deberán de votar por correo desde el país residente y no presencialmente en Cataluña», insisten. Pero se dan casos que aseguran estar inscritos en el CERA y aún así acudirán a votar presencialmente porque no se fían si les llegarán las papeletas por lo que este voto podría estar invalidado. Toda una torre de babel de trámites burocráticos para unos ciudadanos que se encuentran a kilómetros de Cataluña.

Los expertos consultados señalan que difícilmente obtendrán participación del exterior si finalmente se celebra el referéndum por la dificultad del papeleo. Asimismo, inciden en la «información cambiante» que despista a todos los ciudadanos que no sigan día a día las noticias de la Generalitat. Algunos medios publicaron que para poder votar desde el exterior era necesario estar inscrito en el CERA desde hace un año. Asunto que creó cierta confusión y desde la centralita de Exteriores tuvieron que desmentir frente a las numerosas llamadas.

El ineficaz trabajo de Romeva está creando malestar en el Govern con dirigentes que aseguran que no se ha querido «mojar» como el resto. El mejor ejemplo fue la disputa que mantuvo con Borràs por la firma del decreto sobre sus propias competencias. Tal y como publicó OKDIARIO, Romeva se negó a autorizar las partidas y señaló a la consejera de Gobernación como responsable. Ahora los suyos cuestionan en privado su falta de interés mientras evitan que las discrepancias trasciendan. La participación es muy importante y desde la Generalitat tratan estas semanas de desviar el foco mediático a la vez que estudian posibles soluciones.

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