La campaña de género del Gobierno de Sánchez en Melilla: «Me desvirgué por unos euros y 4 condones”
El Gobierno de Pedro Sánchez, a través de su delegación en Melilla, ha lanzado una campaña de dos semanas exponiendo a ras de suelo en la vía pública 20 poemas que "no son de amor" donde pueden leerse 'exquisitos' versos del tipo: "Me desvirgué por unos euros y cuatro condones".
Otra dosis de ideología de género, esta vez en plena calle. Así, a la vista de menores de edad y sin ninguna contextualización por parte de docentes o expertos en pedagogía para combatir la violencia contra las mujeres.
Se trata de la primera acción de «concienciación» puesta en marcha por la Delegación del Gobierno en Melilla en 2019. Al frente de esta institución desde la llegada de Sánchez al poder el pasado junio se encuentra la secretaria de Organización del PSOE en esta ciudad autónoma, Sabrina Moh. La delegada afirmó en la presentación de esta campaña el pasado viernes que «queremos concienciar todos los meses del año de la importancia que tiene acabar con la lacra de la violencia machista y, sobre todo, desde edades muy tempranas».
Esta iniciativa ha sido impulsada desde la Unidad contra la Violencia de Género encuadrada en dicha delegación del Gobierno. Esta unidades, como tales, dependen del Ministerio de Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad que dirige la vicepresidenta del Ejecutivo, Carmen Calvo. Mientras que las delegaciones del Gobierno están adscritas orgánicamente al Ministerio de Política Territorial y Función Pública.
Así, la responsable de la Unidad Contra la Violencia de Género en la delegación melillense, Elena Fernández Treviño, manifestó: “Queremos que estos poemas se integren en nuestra ciudad, que la ciudadanía, en sus paseos, los interioricen, los lean, los hagan suyos y sirvan para la reflexión”, subrayó.
Todos los textos han sido extraídos de una antología del libro Amor se escribe sin sangre (editorial Lastura). En los carteles, van acompañados del sello del Gobierno, el lazo violeta y dos etiquetas de las que se usan en las redes sociales (#AmorNoEsViolencia y #ViolenciaNoEsAmor).
Según Fernández Treviño, estos «hashtags» (etiquetas, en la jerga de Twitter) han sido incluidos en los paneles a ras de suelo «para que estos poemas vuelen, porque las redes sociales tienen un gran potencial y queremos que lleguen cuanto más lejos mejor”, recalcó.
Ingeniería social
Al mismo tiempo, la responsable del departamento de Calvo en la ciudad autónoma hizo hincapié en que “no basta sólo con el acompañamiento judicial y policial de las víctimas ni sólo con las medidas punitivas, sino que es necesario crear conciencia, ir al origen del problema”, de ahí, incidió, «lo importante de las medidas de concienciación y sensibilización». Se trata, pues, de pura ingeniería social continuadora de la obra de José Luis Rodríguez Zapatero.
Uno de los refinados poemas expuestos por el Gobierno socialista está firmado por Mayte Albores y dice así:
Mira cómo supura la piel
de una mujer abandonada
en el vómito del fracaso.
Nací con todas las oportunidades
que da una botella de whisky
al lado de una cuna sin barrotes.
Me desvirgué por unos euros
y cuatro condones, en el barrio de
las drogas y los embarazos prematuros.
Huelo a fémina y rechazo, al
sangrante desespero de una
mujer de treinta, que tiene
el cuerpo lleno de golpes de mula.
Ellos, me miran, piensan
que podría abrir la puerta
a otro lugar, pero
¿cómo sale un vivo de una caja
de muerto sellada en una tumba?
Ellos, sólo miran. No saben
que la vida da muchas vueltas.