Elecciones al ICAM

Beatriz Saura: «No hay casi mujeres en el Colegio de la Abogacía de Madrid y quiero cambiarlo»

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Beatriz Saura es abogada colegiada en el Ilustre Colegio de Abogados de Madrid, especializada en Derecho Penal de Empresa y Tecnológico, Responsabilidad Penal de la Persona Jurídica y Compliance. Licenciada en Derecho por la Universidad de Alicante y Doctora en Derecho por la Universidad Miguel Hernández. Profesora en la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas en la Universidad Miguel Hernández, donde fue nombrada miembro del claustro y directora del área de Derecho Civil. Es socia directora de Saura Legal. Además, ha desempeñado función de Secretaria Judicial de provisión temporal en el Juzgado Central de Instrucción nº5 de la Audiencia Nacional y también ha ejercido como fiscal de provisión temporal en la Fiscalía provincial de Madrid.

PREGUNTA.- ¿Por qué y para qué se presenta a las elecciones del Colegio de Abogados de Madrid?

RESPUESTA.- Me presento a las elecciones del Colegio de la Abogacía de Madrid porque antes de verano, cuando se estaban planteando las posibilidades de candidaturas, las que había en principio eran tres compañeros –hombres– que salían de la Junta de Gobierno y, además, en junio se celebró el 425 aniversario del ICAM en el que prácticamente no hay mujeres. Entonces me di cuenta de que las personas que estaban ejerciendo la representación en realidad no representaban, no conocen a la abogacía madrileña y no son capaces de trasladar el mensaje de quiénes somos ni de cómo hacemos las cosas. Y bueno, pues hablas con compañeros y te trasladan la desafección, la falta de actividad. Además, hay muchas cosas que hacer, muchas cosas por mejorar y sobre todo como mujer no puedo consentir esto. Estas imágenes en las que las mujeres prácticamente no existimos, en un ámbito en el que somos el 50%.

P.- ¿Cree entonces que esto es un problema del Colegio o de la abogacía en general?

R.- No, no, para nada. La abogacía no es así. La abogacía es solidaria. Trabajamos mujeres y hombres codo con codo y somos profesionales que representamos a la sociedad. Para mí lo lamentable es que el Colegio de la Abogacía de Madrid siga con unos esquemas del siglo XIX y se realicen las actividades de esta manera, con absoluto desinterés por lo que es la realidad. Incluso son imágenes que a mí, como profesional de la abogacía, me parecen bochornosas y además me parece que no representan lo que somos. Y éste es el motivo. Somos 77.000 abogados y abogadas en Madrid y no se está prestando un servicio adecuado por parte del Colegio de la Abogacía, ni siquiera se está dando una imagen de lo que realmente somos, sino que se da una imagen distante. Creo que esto es algo que habría que cambiarlo. Y me dijeron «pues en vez de quejarte haz algo». Y dije, pues tiene razón, no podemos sólo quejarnos, vamos a hacer algo. Si encuentro un equipo de personas con la misma ilusión, con la misma ganas de hacer cosas, con la misma ganas de cambiar y que no estén, que no hayan estado en Juntas anteriores, o sea, que no tengan esos compromisos, que no estén maleados, vamos a hacer las cosas bien.

P.- La sociedad ve a la figura del abogado muy distante. ¿Es éste uno de los puntos que le gustaría cambiar?

R.- Las imágenes que tenemos, a lo mejor porque nos llegan de películas americanas, es que el abogado es una persona seria, distante, bastante inasequible o inaccesible. Sin embargo, cuando pensamos en nuestro propio abogado o abogada no coincide la imagen de lo que es la abogacía en términos abstractos con lo que somos las personas en concreto. Somos personas que trabajamos unos en grandes despachos, otros en empresas, otros en pequeños despachos o como autónomos, y representamos a toda la sociedad y a todas las inquietudes, a todos los tipos de ejercitar esta profesión tan bonita que es la abogacía y que al final ejercemos en nombre de la ciudadanía.

Nosotros defendemos los derechos de los ciudadanos y por tanto tendríamos que tener en global esa misma buena imagen que tenemos en individual. Y en eso queremos trabajar, en eso, en que se escuche nuestra voz cuando se hacen reformas legislativas y se perjudica la forma de trabajar. Y si las herramientas, en este caso las leyes, no son adecuadas, pues la defensa va a sufrir un perjuicio. Nuestro trabajo va a ser más complicado.

P.- ¿Si sale elegida el día 20 de diciembre, cuál sería la primera medida que le gustaría implantar?

R.- La primera medida va a ser abrir canales de comunicación con toda la abogacía. Queremos implantar el voto electrónico y eso va con una tecnología en general de dentro del Colegio. Nuestro proyecto es un proyecto participativo. Contamos con un Observatorio de Juventud para que durante todo el mandato nos comuniquen lo que necesitamos. Queremos permanentemente escuchar a los compañeros, no queremos esta situación actual en la que un abogado no sabe dónde ir o qué hacer en el colegio. Queremos tener en cuenta también a todos los compañeros y compañeras que están en otros partidos judiciales distintos al de Madrid que puedan darles canales de comunicación específico y designar representantes para que puedan, a través de ellos, tener una comunicación permanente y fluida.

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