Entrevista a la presidenta de la Comunidad de Madrid

Ayuso: «Madrid o es libre o no es Madrid, bajaremos los impuestos aunque Sánchez dé batalla»

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Carlos Cuesta

Isabel Díaz Ayuso no da el brazo a torcer. En la entrevista concedida a OKDIARIO se muestra sabedora de que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias quieren imponer una agenda socialcomunista en Madrid y en toda España. Pero la presidenta autonómica está dispuesta a «aplicar las rebajas de impuestos». Porque «ni Donaciones, ni Sucesiones son impuestos que pueda recuperar el Estado para imponerlos, mientras nos acusan de dumping fiscal y mientras a otras comunidades autónomas les dan el privilegio de financiarse de otra manera».

Pregunta.- Déjeme que le pregunté por las medidas económicas que están saliendo del Gobierno central. Madrid es el colchón y el gran motor económico español, es el gran eje de la recaudación fiscal, de la captación de empresas extranjeras. ¿Usted comparte la política que se está lanzando por parte del Gobierno que, lejos de rebajar los impuestos y las cotizaciones sociales para intentar ayudar al mantenimiento del empleo, está haciendo todo lo contrario?

Respuesta.- Evidentemente, no. Si de nosotros depende en Madrid no se van a subir los impuestos y en cuanto pueda los vamos a bajar. Y de hecho hemos presentado un plan para reactivar la comunidad donde hacemos todo lo contrario: eliminamos trabas burocráticas, acordamos los plazos de la Administración, incluso llegamos a eliminar trámites si queda comprobado que ya están desfasados.

Vamos a flexibilizar el suelo para que se pueda reconvertir. Un suelo que, por ejemplo, es industrial y ya ha quedado rodeado de viviendas porque ha crecido el núcleo urbano, que pueda reconvertirse, por ejemplo, en comercial para los vecinos. Vamos a hacer una comunidad todavía más libre y liviana para acompañar a aquel que, con su patrimonio y con el patrimonio y sus hijos, crea empleo, mueve la economía, que lo son todas las clases medias, los comerciantes autónomos, el resto de los empresarios, … Los grandes empresarios que, por cierto, son personas demonizadas y crean un efecto dominó. Si se van los grandes empresarios caen en cascada los empleos y, por tanto, todo podría ir a peor.

Nosotros queremos que todos vengan como siempre a emprender. Siempre hemos tenido, además, un discurso muy claro de colaboración público-privada. Y lo que no podemos hacer es, no sólo amedrentarles, maltratarlos, sino que además se haga todo con mucha inconcreción. Al final, no se sabe cuándo se cobran los ERTE, no se conocen los plazos de las cosas y luego hay ministros que lanzan incluso mensajes contra el comercio y contra el turismo, que ya es lo último, que son pilares fundamentales de nuestra economía.

Así que vamos en la dirección completamente contraria al Gobierno en ese sentido. Y lo que pido es que la autonomía de Madrid siga siendo la misma. Ni Donaciones, ni Sucesiones son impuestos que pueda recuperar el Estado para imponerlos mientras nos acusan de dumping fiscal y mientras a otras comunidades autónomas les dan el privilegio de financiarse de otra manera, que es lo que también está ocurriendo.

P.- Eso le quería preguntar, ¿le va a dejar desarrollar todo ese plan el Gobierno de España? Porque todos los mensajes que llegan del Ministerio de Hacienda y del propio presidente Sánchez hablan de que, el mismo Gobierno que pacta una mesa bilateral en Cataluña con partidos separatistas, sin embargo, tiene un ansia tremenda por acortarle la capacidad a la Comunidad Madrid para bajar impuestos. ¿Se lo va a permitir Sánchez?

R.- Desde luego, va a ser nuestro caballo de batalla. En ese sentido no puedo tenerlo más claro porque Madrid o es libre o no es Madrid, la economía o es libre o no es economía. A Madrid, en el momento en el que nos impusieran un sistema fiscal distinto, expulsaría a la iniciativa privada, a las empresas, al emprendimiento. Luego, todavía nos iríamos más a la ruina y no sé de qué manera piensan que se pueden sufragar los servicios públicos.

Yo soy una firme defensora de la sanidad y de la educación pública, de los servicios básicos que ya se ofrecen desde las administraciones, pero sólo con capital privado y sólo con esa colaboración público-privada es posible que todo funcione.

Ahora, por ejemplo, tenemos una polémica con el Hospital Niño Jesús. En un momento de quiebra como el que tenemos podemos de esta manera construir un edificio de siete plantas que permitirá tener un parking, que ahora es un problema, y un servicio ambulatorio de consultas externas, en mitad de la ciudad de Madrid, en uno de los distritos cuyo suelo es más caro. ¿De qué manera? Si no es con colaboración público-privada no se pueden hacer tantas cosas. Son mantras. Son dogmas que siempre lastran de la misma manera pero que cada vez, por lo menos en Madrid, funcionan peor.

Los madrileños saben, y los ciudadanos que vienen a Madrid a trabajar  también, lo que cuestan las cosas y lo que piden es que se les deje en paz y se les ayude. Que no estemos dirigiendo y tutelando constantemente a los ciudadanos. Que les dejemos a ellos trabajar a su manera y nosotros facilitarle las cosas.

P.- Déjeme que le haga una última pregunta porque, al venir hacia la entrevista, he cruzado una manifestación por la muerte de una persona de color a manos de un policía en EEUU. La protesta se celebra en Madrid. Llega desde la Embajada de Estados Unidos hasta Colón, dónde está la Presidencia de la Comunidad. Lo digo con toda la ironía: todos sabemos la capacidad que tiene usted de hacer modificaciones legales en Estados Unidos… Pero en esa concentración, me ha llamado la atención que la dotación policial, prácticamente, equivalía a la que ha estado presente en las caceroladas de Núñez de Balboa. Es llamativo porque esta manifestación que he cruzado ha recorrido el centro de la ciudad y no había ni la más mínima distancia entre la gente. Yo he tenido que pasar entre ellos, y era imposible cruzar prácticamente sin tocarte, y se supone que tenemos unas medidas sanitarias en las cuales se pide que no estemos cerca. ¿Al delegado del Gobierno y el Gobierno -que son los mismos que han criticado y que han llegado incluso a acusar a las caceroladas de incitación al odio- no les supone ningún problema esta manifestación?

R.- Pienso dirigirme al delegado del Gobierno para pedirle medidas de extrema seguridad en las manifestaciones en cuanto a la distancia y la protección de los participante en las mismas. Esta concentración a la que se refiere yo también la he estado viendo un rato y, efectivamente, no se guardaban las distancias de seguridad. Muchas personas no llevaban mascarillas. Al menos hay que llevar las mascarillas.

Hemos avanzado mucho, pero si vamos a estar ahora ya en las siguientes fases con numerosas manifestaciones -normalmente frente a la Puerta del Sol que es un lugar donde, además de libertad, los ciudadanos de cualquier tipo vienen a reivindicar lo que consideran que es justo- para volver a la normalidad, que yo creo que no va haber una total normalidad, pero bueno, si vamos a volver a salir a las calles, habrá que hacerlo con seguridad y es su competencia. La competencia del delegado del Gobierno.

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