Ayuso distribuirá comida a las familias pobres de la mano de Rodilla y Telepizza pese al rechazo de CCOO
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La Comunidad de Madrid no quería dejar tiradas en pleno avance del coronavirus a las familias con niños que disfrutan de beca de comedor. Se trata de los hogares con menos recursos y más vulnerables a la enfermedad y su impacto económico. E Isabel Díaz Ayuso trazó un plan para distribuir la comida a los niños por medio de Rodilla y Telepizza. CCOO ha intentado bloquearlo, pero una llamada recién efectuada por el Gobierno de España ha confirmado verbalmente a la Comunidad de Madrid el permiso oficial para llevar a cabo su plan de ayuda social, pese al rechazo sindical.
La conversación ha sido estrictamente telefónica. Pero la Comunidad de Madrid considera que es prioritaria la necesidad de que estos niños y familias cuentan con su servicio de comida y ha confirmado a OKDIARIO que procede con el plan, tal y como tenía previsto.
Desde que el pasado lunes 9 de marzo se conoció que el día 11 cesaba la actividad escolar en los centros educativos y, por lo tanto, la actividad de comedor, la Consejería de Educación diseñó un plan para poder atender a los alumnos con beca de comedor que pertenecen a familias perceptores de la RMI (Renta Mínima de Inserción).
En un primer momento se pensó en contratar a empresas de catering para adquirir los alimentos y que los ayuntamientos ayudaran en la distribución. El miércoles 11 de marzo la Comunidad de Madrid remitió una carta a todos los ayuntamientos y a la Federación de Municipios. De los 179 ayuntamientos sólo 24 contestaron que estaban en disposición de colaborar.
Al fracasar esta posibilidad, el jueves 12 de marzo se mantuvo una reunión con la asociación de hostelería y restauración con mayor número de locales para que los niños pudieran comer en un restaurante cercano a su domicilio. Lógicamente, este sistema debía tener un método de control de los alumnos que podían acudir a los diferentes establecimientos de restauración, y desde la asociación se comunicó que era imposible abordar el plan con seguridad sanitaria. Además, por orden de la Consejería de Sanidad se tuvieron que cerrar los restaurantes y cafeterías ese mismo día y este método se convirtió en imposible.
El viernes 13 de marzo se pensó en la posibilidad de distribuir a las familias con alumnos con beca de comedor de familias perceptoras de la Renta Mínima de Inserción una caja con alimentos no perecederos que permitiera distribuir las comidas durante los días de la crisis. Para ello, el equipo de Díaz Ayuso contactó con empresas de logística. Posteriormente, contactaron con la asociación de grandes superficies de alimentación, pero desgraciadamente manifestaron que en estas difíciles circunstancias, les era imposible participar por el enorme esfuerzo que suponía el abastecimiento de sus asociados en estos momentos.
Finalmente, se habló con la asociación Marcas de Restauración por el gran número de restaurantes que engloba en la Comunidad de Madrid. De todas sus empresas, solamente Rodilla y Telepizza manifestaron capacidad para acometer la actuación de alimentar a los 11.500 alumnos.
CCOO en contra
En medio de todo este proceso de intento de mantenimiento de las becas de comedor, el sindicato CCOO lanzó un ataque contra el plan: criticó duramente la decisión de la Consejería de Educación, pese a afectar a menores procedentes de familias perceptoras de la Renta Mínima de Inserción, la última red de protección social regional.
Según CCOO de Madrid, resultaba intolerable la medida porque no se garantizaba una dieta diaria equilibrada, tal y como recomiendan las autoridades sanitarias y educativas. Por otra parte, el sindicato considera muy grave que la cobertura de esta necesidad principal se realice con empresas de ese tipo dedicadas a la comida rápida, alimentos totalmente desaconsejables en edades tempranas.
Según CCOO, la Comunidad de Madrid debe garantizar la cobertura alimentaria a estos menores a través de otros mecanismos.