Crisis en el PP

Ayuso admite «relaciones comerciales» de su hermano con la empresa de las mascarillas pero «es legal»

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La presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, este jueves.
Segundo Sanz

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha reconocido este jueves que su hermano mantuvo «relaciones comerciales» con la empresa que el Gobierno regional contrató para un suministro de mascarillas, si bien ha asegurado que «todo fue legal».

Así lo ha manifestado en declaraciones a la prensa en la Puerta del Sol después de que saliera a la luz una supuesta operación de espionaje desde el Ayuntamiento de Madrid, algo negado tajantemente por su alcalde, José Luis Martínez-Almeida, que habría tenido como objetivo acceder a la cuenta personal del hermano de Isabel Díaz Ayuso. Desde Génova han mantenido en las últimas horas que este familiar de la presidenta cobró una «comisión» de ese contrato de mascarillas, pero la dirección popular todavía no ha mostrado documentación que acredite una irregularidad, aunque dan una cifra: 286.000 euros.

«La operación es de abril de 2021, pero yo me enteré por el presidente de mi partido, Pablo Casado, cuando en septiembre fui a su despacho para hablar de la situación del partido y del congreso. Para mi sorpresa me contestó que tenía conocimiento de esta operación y que pensaba que era ilegal. Me dijo que el dosier se lo habían filtrado desde La Moncloa. Pregunté a mi hermano quien me confirmó que había mantenido relaciones comerciales con esa empresa y que todo era completamente legal. Que todo está regulado ante Hacienda y declarado», ha remarcado la presidenta.

«De esta operación me enteré en Génova. Ni mi Gobierno ni yo hemos intervenido para adjudicar ni ese, ni ningún otro contrato a nadie de mi entorno», ha insistido Díaz Ayuso.

«Nunca le he ayudado»

«Mi hermano lleva trabajando como comercial en el sector sanitario 26 años, mucho antes de que yo entrara en política, pero nunca le he ayudado para conseguir absolutamente nada en su vida laboral. Y animo a que alguien demuestre que yo me he movido para beneficiarle a él o a alguien de mi entorno personal como siempre se dice de manera maliciosa. Porque no tendrá nadie una sola prueba de corrupción por mi parte, ni una sola prueba», ha proseguido Ayuso.

El pasado mes de diciembre avisaron a la presidenta madrileña de que una agencia de detectives habría recibido un presunto encargo en nombre de la Empresa Municipal de la Vivienda del Consistorio de investigar a su hermano para intentar acreditar el posible cobro de comisiones a cambio de contratos públicos, según ha publicado El Mundo.

Los implicados habrían estado buscando un extracto de cuenta bancaria del hermano de Ayuso y la declaración de proveedores ante la Agencia Tributaria de la empresa Priviet Sportive SL, propiedad de Daniel Alcazar, supuesto amigo de Tomás Díaz Ayuso, a la que la Comunidad de Madrid había otorgado un contrato de 1,5 millones para la compra de mascarillas. Querían saber si esta compañía le había abonado alguna cantidad.

«Un modo tan cruel»

«Aunque la vida política está llena de sinsabores, nunca pude imaginar que la dirección nacional de mi partido iba a actuar de un modo tan cruel y tan injusto contra mí», ha lamentado Ayuso, que ha exigido que «se depuren responsabilidades tanto en el partido nacional como en el partido regional».

«Las declaraciones que durante toda la mañana están publicando los medios de comunicación y que provienen del entorno de Pablo Casado y que él no desmiente, son lo peor que se puede esperar de los políticos», ha agregado.

Detrás de este choque de trenes está la guerra interna que mantienen la dirección nacional del PP y el equipo de la presidenta madrileña en relación a la convocatoria del Congreso regional del partido en Madrid, que se viene retrasando desde Génova.

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