Aragonès retira en su comparecencia la bandera de España tras doblar Sánchez el espinazo ante la senyera
La carga simbólica que tienen las banderas ha quedado demostrada una vez más este miércoles en la sede de la Generalitat de Cataluña, donde las delegaciones del Gobierno de España y del Govern autonómico se han reunido en la mesa de negociación pactada en su día por el PSOE con ERC para que los independentistas aseguraran la investidura de Pedro Sánchez.
El presidente del Gobierno español ha sido recibido en la entrada del Palau de la Generalitat con una única bandera, ante la que ha inclinado respetuosamente su cabeza cuando el destacamento de la Guardia de Honor de los Mossos d’Esquadra se la ha presentado para dar comienzo al pase de revista. Se trataba de la Senyera utilizada como estandarte por el cuerpo policial.
La bandera española, ausente en el recibimiento, ha estado presente después en la reunión entre Sánchez y el presidente catalán, Pere Aragonès, así como en la que han mantenido ambas delegaciones.
También estaba presente la bandera de España, junto a la de Cataluña, en el momento de la comparecencia de Sánchez ante los periodistas destacados en Barcelona para cubrir el encuentro. El presidente del Gobierno ha intervenido tras un atril con las dos banderas a su derecha.
Sin embargo, antes de que Aragonès compareciera ante las cámaras de televisión para ofrecer su versión de los resultados de la reunión bilateral, un empleado de la Generalitat ha procedido a retirar la bandera española, dejando únicamente a la Senyera.
Tras una reunión de más de dos horas, Sánchez ha asegurado que ha constatado con el presidente de la Generalitat que las posiciones políticas están muy alejadas, pero conscientes de que es un problema que no se va a solucionar pronto han coincidido en «trabajar sin plazos». El escollo principal es la exigencia independentista de autodeterminación y amnistía que Aragonès ha vuelto a plantear este miércoles.
Por su parte, el presidente catalán ha afirmado que la mesa de diálogo entre gobiernos es el instrumento para solventar lo que ha denominado como «el conflicto político en Cataluña». Dado que, al igual que Sánchez, asume que será una tarea complicada, no le pone plazos. No obstante, se ha comprometido a que volverán a mantener «reuniones periódicas y discretas».