Alfonso Rueda: «Hay riesgo de que Galicia caiga en manos de un socio de Bildu y un PSOE servil a Ferraz»
"El Bloque siempre pone a Sánchez como ejemplo de Gobierno al que intentarían chantajear"
Vea la entrevista completa de Eduardo Inda a Alfonso Rueda en OKDIARIO
El hombre tranquilo que es Alfonso Rueda (Pontevedra, 1968) nos recibe con un sol de justicia en Vigo, con una temperatura más propia de los prolegómenos del verano que del gélido y lluvioso invierno gallego. Si un 3 de febrero el termómetro marca 18 grados —situándose por momentos en los 20—, ¿qué cifras alcanzaremos en agosto? ¡Como para negar el cambio climático! Tan es así que empezamos la entrevista guarecidos por una chaqueta y la terminamos sin ella para esquivar el sudor. El candidato del PP nos recibe con puntualidad británica: nos cita a las 12.00 horas y a las 12.00 exactas —ni un minuto arriba, ni uno abajo— nos estrecha la mano. El cara a cara se celebra en un marco incomparable: el muelle del Puerto Deportivo, con vistas a la ría, donde los veleros no paran de hacerse a la mar.
El presidente de la Xunta ha amanecido con un aluvión de críticas unánimes por parte de la cuasimonopolística izquierda mediática por no ir al debate organizado por la Cadena Ser y El País. Sabe que plantarse allí hubiera sido tanto como jugar un partido contra el Barça con Negreira de árbitro. Y, aunque nuestro interlocutor es precavido y no menos reservado, uno saca la conclusión de que los resultados del 18-F ya no le quitan el sueño, cosa que sí hace el Celta, el club de sus amores, que está a sólo tres puntos del descenso.
PREGUNTA.- ¿Cómo están las encuestas, está ajustado el panorama o no?
RESPUESTA.- Bueno, hay encuestas con variados pronósticos, hay de todo, la verdad. Tuvimos la del CIS, que ya sabíamos que iba a decir que era muy fácil que ganara la izquierda, y el resto de encuestas son bastante coincidentes en apuntar a una mayoría absoluta del PP.
P.- Lo que pasa es que el CIS, que siempre fallaba en las encuestas, en las generales del 23 de julio acertó.
R.- Estoy trabajando intensamente para que esta vez falle. Ya digo que el resto de las encuestas coinciden en la mayoría absoluta del PP, pero yo quiero pensar que simplemente dicen que es posible la victoria, nada más. Ahora hay que conseguirla. Y para eso es la campaña.
P.- ¿Hay riesgo de que Galicia se convierta en una prolongación de esa España de Sánchez en la que están el Partido Socialista y los independentistas, lo peor de cada casa…?
R.- Sí, sin ninguna duda. Ese es el riesgo cierto. Evitarlo pasa por que vuelva a gobernar el Partido Popular, y para eso nos hace falta mayoría absoluta, tener como mínimo 38 diputados. O gobernará la izquierda, toda esa multi-izquierda que se presenta aquí: Podemos, Sumar, PSOE y Bloque [BNG]. Y todo indica que el Bloque tiene más posibilidades que el Partido Socialista. Por tanto, tendríamos aquí un aliado de Bildu, un aliado de Esquerra Republicana más un Partido Socialista que supongo que estaría igual de hipotecado que lo está en el Gobierno central. Es decir, una sucursal de todo el nacionalismo independentismo trasladada a Galicia, con todo el lío, con toda la parálisis y con todos los chantajes que eso supone.
P.- Es decir, ¿en Galicia usted concurre contra los partidos de la Ley de Amnistía?
R.- Sí, sí, efectivamente. Y contra Sánchez, que es el referente para los socialistas gallegos. Yo siempre digo que el Partido Socialista de aquí es el más servil a Ferraz. Todo lo que diga Sánchez les vale, todo es amén. Y el Bloque, el nacionalismo-independentismo gallego, siempre pone a Sánchez como ejemplo de Gobierno al que intentarían chantajear, lo mismo que se está haciendo en Cataluña y en el País Vasco. Sánchez es el referente de toda la izquierda.
P.- ¿Le ha salido bien a la izquierda nacional, a toda la izquierda mediática, política y sociológica, el intentar convertir los pélets, que estaban por toda España, en el nuevo Prestige?
R.- No, yo creo que todo lo contrario. Lo intentaron, sin ninguna duda.
P.- Ya no se habla de los pélets, tras horas y horas de televisión, portadas y portadas, ya no existen…
R.- Totalmente de acuerdo. Hace tres semanas, en el panorama nacional parecía que no se podía hablar de otra cosa, que era la enorme catástrofe que nos había caído encima. Y, tres semanas después, absolutamente nadie habla de eso, nadie dice nada. Estamos limpiando las playas, eso sí es nuestra responsabilidad, pero sin una sola ayuda del Gobierno central que en aquel momento acuérdese que nos decía que teníamos que pedir ayuda porque era una gran catástrofe. Se la pedimos y nunca nos la dio. La izquierda vio que había perdido una oportunidad porque, en mi opinión, vio que se había pasado de frenada y los gallegos no son tontos. Y al final, pues oiga, de este tema, que supongo que querían llevar hasta el final de campaña, efectivamente se han olvidado. Eso demuestra cómo las montan y cómo se las gastan.
P.- ¿Y qué le parece la campaña? ¿El desembarco de Sánchez en Galicia, usted cree que va a tener alguna consecuencia en las urnas, va a suponer un retroceso para el señor Besteiro? Me cuentan que ha llegado Sánchez con dos trenes.
R.- Sí, eso dicen. De ser así, será una novedad a la carta, porque hasta ahora lo que hacía Pedro Sánchez era inventarse un acto oficial de media hora para poder llegar a Galicia en su Falcon y después hacer el acto político de partido. Bueno, lo que está haciendo en muchos sitios.
P.- ¿Cuándo va a eliminar del todo el impuesto a los muertos, que es como yo llamo al Impuesto de Sucesiones? Porque aquí están exentos los legados de hasta 1 millón de euros, pero a partir de 1 millón de euros el muerto, desde el cielo o el infierno, tiene que seguir tributando. Y 1 millón de euros no es un Amancio Ortega…
R.- Pero, fíjese, esto ha servido para que el 99,67% de los legados no tributen, no el 100%, porque efectivamente está esa parte de herencias que son muy cuantiosas. Pero más del 99% de los gallegos ya no pagan Impuesto de Sucesiones.
P.- ¿Por qué no hace como en Madrid y lo amplía a todo el mundo?
R.- Porque intentamos hacer las cosas con realismo y cuando podemos. Por ejemplo, ahora nosotros llevamos 872 medidas en el programa electoral, todas con su respaldo presupuestario. Y si no tiene respaldo presupuestario no las ponemos. Por tanto, necesitamos ir poco a poco haciendo las cosas. Sería muy fácil decir de repente que ya no se cobra ningún impuesto, decir de repente que vamos a asumir unas prestaciones millonarias, como está haciendo el PSOE. Pero aquí ese sentidiño para manejar las cuentas, que ya lo tenía Alberto Núñez Feijóo, que los gallegos reconocieron y que es el mismo que intento tener yo, nos lleva a hacer las cosas con un poco de prudencia. Pero, insisto, el 99,6% de los gallegos ya no están pagando Sucesiones. Vamos a ir bajando poco a poco los impuestos.
P.- ¿Y Donaciones? No está Galicia como en Madrid o Andalucía…
R.- Vamos a ir bajando poco a poco los impuestos. Ahora mismo, en la Declaración de la Renta que toca presentar en junio, las familias de dos hijos van a tener el tratamiento fiscal que tienen las familias numerosas, las de tres hijos. Este año hemos suprimido el impuesto que se cobraba en transmisiones de vehículos de segunda mano, que ahora mismo son la mayoría de las compraventas de automóviles. Hemos vuelto a bajar en Transmisiones Patrimoniales un punto más en la compra de un piso. En fin, vamos poco a poco. Yo creo que es mucho mejor ir haciendo bajadas de impuestos, estabilizarlas, no recuperar nunca esas bajadas e ir ampliando poco a poco la rebaja de impuestos. Somos todo lo contrario aquí, desde luego. Mire, se puede discutir el ritmo de bajar impuestos, pero nadie nos puede decir que los subimos.
P.- ¿Se compromete a, en algún momento, eliminar por completo Sucesiones y Donaciones? Porque en el fondo supone una triple y hasta cuádruple imposición.
R.- Ya me gustaría. Me alegro muchísimo de que casi nadie lo pague ya, y también me comprometo a volver a bajar otros impuestos cuando la situación presupuestaria nos lo permita y estén atendidos los servicios básicos.
P.- En materia educativa, ¿si mis hijos estuvieran en Galicia podrían estudiar en el idioma que quisieran sus padres?
R.- Si estudiaran en Galicia tendrían que conocer los dos idiomas. No se los vamos a imponer ni, desde luego, les van a obligar a hablar sólo en un idioma. Aquí tenemos un bilingüismo cordial, pero también tenemos dos lenguas. Para mí es una riqueza. Yo soy gallego y por lo tanto creo que la gente que vive en Galicia, que estudia en Galicia, debe conocer los dos idiomas y después debe tener libertad para utilizar el que quiera fuera del sistema educativo. Es verdad que hay unas asignaturas troncales en las que los padres pueden elegir si se les imparten a sus hijos en gallego o en castellano. Si usted se da una vuelta por Galicia y pregunta verá que el idioma no es un problema. Lo era cuando gobernaba el bipartito y lo es en las comunidades autónomas con nacionalismos independentistas. Aquí no lo es. Yo tengo a gente en mi Gobierno que es galegofalante y, por supuesto, si llega usted le van a hablar en castellano, eso se hace con normalidad y con cordialidad. Creo que es lo que tiene que ser, pero no es lo que hacía el bipartito, que impuso uno de los idiomas, el gallego.
P.- ¿Cuántas horas estudia un niño en gallego y cuántas en español, de promedio?
R.- Hay una serie de asignaturas troncales que tienen que ser en gallego o en castellano, los padres eligen. Y después añadimos el inglés. Le puedo asegurar que no es ningún problema.
P.- ¿La proporción gallego-castellano es 50%-50%?
R.- Intentamos que lo sea. No lo es exactamente, porque también metemos el inglés en los centros plurilingües, pero intentamos que sea algo equilibrado, cordial y sin imposición.
P.- ¿Y ese inglés va en detrimento del español o del gallego?
R.- Se sumaría a los otros dos idiomas, estaríamos hablando de tres. Por lo tanto, intentamos que sea algo equilibrado. Sinceramente digo que no es ningún problema.
P.- Y si yo quiero trabajar en la Junta de Galicia, en la Xunta, y no sé hablar gallego, ¿podría trabajar?
R.- No le vamos a impedir que entre a trabajar en la Xunta de Galicia por no saber gallego. Ahora bien, le pediríamos que lo aprendiera. Eso creo que es lógico y absolutamente normal. No es una barrera que le impida a usted entrar, ahora bien, debe aprenderlo y debe tener un tiempo para poder acreditar el conocimiento.
P.- Y si el aspirante es un premio nobel de Medicina, ¿le va a obligar también a aprender gallego?
R.- Le puedo asegurar que lo cogería y después le pediría con cordialidad…
P.- Pero si lo que habría que pedirle a ese médico premio nobel es que empollase más para que fuera todavía mejor…
R.- No se preocupe, que no me perderé ese premio nobel por un tema idiomático. A lo mejor tampoco sabe hablar castellano y sólo hablaba inglés. A mí me interesa traer a ese premio nobel y todo lo demás ya lo veremos. Estamos trayendo muchos investigadores y está viniendo mucha gente de fuera. El idioma no está siendo ningún problema, se lo puedo asegurar. Estamos trayendo a mucha gente, a muchos emigrantes retornados a Galicia, otra vez descendientes de gallegos, y el idioma no está siendo ningún problema.
P.- Hablando de los inmigrantes, ¿usted qué previsiones tiene del voto emigrante de cara al día 18? Porque la supresión del voto rogado altera un poco el panorama.
R.- Y probablemente suba la participación. Ahora es un poco más fácil el sistema, porque el sistema de antes, ese voto rogado, esa doble petición, era un disparate y así se vio: bajó muchísimo la participación del voto exterior. Nosotros, lógicamente, estamos pidiéndole confianza, porque además tenemos una relación muy estrecha con los gallegos que viven en el exterior. En la Secretaría Xeral de Emigración les damos mucho apoyo, porque además se lo merecen. Viven Galicia en el día a día. Cuando puedo voy a visitarlos y me sorprendo de cómo conocen nuestra actualidad y cómo nos siguen, a veces más que muchos que están aquí.
P.- Son la llamada quinta provincia.
R.- Y, por lo tanto, nosotros les pediremos apoyo y yo sinceramente espero tenerlo, como espero tener el de la mayoría de los gallegos.
P.- ¿Va a viajar a Sudamérica estos días?
R.- No, porque las elecciones se convocaron un 22 de diciembre, se metió la Navidad de por medio, ahora en Sudamérica están en pleno verano… No tiene mucho sentido hacer un viaje ahora, la verdad. Además, yo prefiero viajar para ir a verlos con normalidad. Yo he estado muchísimas veces en Argentina, a los tres meses de tomar posesión como presidente fui a Uruguay, Argentina. Hay que ir a verlos con normalidad, hay que preguntarles cómo están, qué necesitan decir, que les queremos, que les seguimos, que les esperamos. Y creo que el que vaya a verlos simplemente porque se convocan las elecciones se equivoca y probablemente no se lo tomarían bien.
P.- ¿Ha ido alguno de sus rivales?
R.- No lo sé, pero creo que no. Estuve en Suiza hace unos meses, antes de que se convocasen las elecciones, también hay muchos gallegos allí. Creo que esto hay que tomarlo con normalidad. Tratarlos sólo como mercancía electoral e ir sólo en campaña electoral es un desprecio que no se merecen.
P.- Antes de terminar, ¿nos puede contar quién es Alfonso Rueda, humanamente? Porque la política está muy bien, pero la gente también quiere saber cómo es la persona.
R.- Se ha hablado mucho del estilo Rueda estos dos años, quizá en contraposición a Feijóo, somos caracteres diferentes…
P.- Es un estilo tranquilo.
R.- Bueno, yo soy como soy. Yo tengo una máxima en todo, y por lo tanto también en política: no intentes hacer cosas que no hacías antes, ni dejes de hacer lo que hacías siempre. Soy una persona que nació aquí, vivo aquí; soy licenciado en Derecho, secretario de Ayuntamiento de categoría superior, tengo mi plaza en excedencia y me dedico a la política porque me gusta y porque creo que se pueden hacer muchísimas cosas. Y el día que vea que no puedo hacer nada o que deja de gustarme, pues lo tendré que dejar, porque es una cuestión de vocación. Vivo aquí, estoy casado, tengo dos hijas que están estudiando ahora mismo las dos, acaban de entrar en la universidad, una estudia Derecho y Relaciones Internacionales, y otra Derecho.
P.- O sea, igual que el padre.
R.- Bueno, al final han decidido estudiar lo que ellas quieren y son muy buenas estudiantes. La verdad es que estamos muy contentos con eso su madre y yo, y al final es lo fundamental. Me gusta la vida tranquila y al mismo tiempo me gusta la política, que suelen ser actividades incompatibles, pero en Galicia creo que se pueden hacer compatibles.
P.- ¿Y cuáles son las grandes aficiones de Alfonso Rueda?
R.- Me gusta mucho el deporte, hago bastante deporte, me gusta correr, correr por las mañanas tres o cuatro veces. Me gusta el ciclismo. Me gusta mucho el Camino de Santiago. Un par de veces al año hago el Camino de Santiago.
P.- ¿Las motos?
R.- Las motos también me gustan. Es que me gustan un montón de cosas. No sé de dónde saco el tiempo, pero al final intento atender todas esas aficiones. Y además es que todo eso que me gusta a mí, aquí en Galicia se puede hacer especialmente. Tenemos una comunidad fantástica para andar en bici, para correr, hacer el Camino de Santiago…