RESIDÍA DE FORMA ILEGAL EN ESPAÑA

El agresor del sanitario en el Metro estaba interno en un CIE hasta que un juez lo puso en libertad

El agresor del Metro en el CIE de Aluche.
El agresor del Metro en el CIE de Aluche.

Juan Camilo Londoño Cardona, el ciudadano colombiano de 19 años detenido por la agresión a un sanitario en el Metro de Madrid, estuvo internado en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Madrid, en el madrileño barrio de Aluche a la espera de su expulsión. Londoño fue puesto en libertad al cumplir una requisitoria de un juzgado de Baleares, pero estuvo interno en el CIE hasta el pasado mes de marzo. Londoño agredió a un sanitario que le recriminó no llevar la mascarilla puesta en el interior del Metro de Madrid dejándolo ciego de un ojo.

Un recurso de su abogado ante el Juzgado de Palma de Mallorca que había decretado su expulsión lo puso en libertad gracias a medidas cautelares adoptadas por ese mismo juzgado. Se desconocen las razones jurídicas esgrimidas para hacerlo pero lo cierto es que la medida sirvió para que Londoño estuviese en libertad cuando agredió al sanitario en la estación de Metro de Alto del Arenal y no fue expulsado de España como debería haber sucedido de no haber mediado estas medidas cautelares.

Juan Camilo Londoño fue detenido el 19 de julio por agentes de la Brigada Móvil de Policía Nacional de Madrid. Los agentes lo arrestaron en el número 19 de la calle Nuestra Señora de Begoña, del barrio de Villaverde. Ahora se encuentra en la cárcel de Soto del Real de manera preventiva por orden del Juzgado de Instrucción número 46 de Madrid a la espera de que se decida si es expulsado o si es acusado del delito grave de lesiones, ya que el sanitario perdió la visión de su ojo derecho a consecuencia de la agresión.

El joven encarcelado es natural de la ciudad colombiana de Armenia y residía ilegalmente en España. De hecho estaba pendiente de cumplir su orden de expulsión cuando se produjo la agresión en el Metro de Madrid que ha dejado ciego de un ojo a un sanitario el 15 de julio que trabaja en el hospital Doce de Octubre a la altura de la estación de Alto del Arenal. Londoño había tomado el metro en la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes y había hecho transbordo en la estación de Tribunal.

El detenido nació en la ciudad de Armenia hace 19 años. Su nombre lo adelantó el programa ARV de La Sexta y OKDIARIO publicó que Londoño tiene familia en España pero que se encuentra de manera ilegal, ya que no tiene permiso de residencia en España. Ahora se sabe por qué había dejado el CIE, donde estaba internado, en marzo.

Por su situación irregular en nuestro país usaba un billete de metro múltiple y no una tarjeta de transporte a su nombre como sus otros dos acompañantes. Cuando fue detenido iba a recoger ropa que un conocido le había recogido antes de su casa. La Policía lo detuvo justo antes de que huyese de Madrid.

Gracias a los datos de las tarjetas, la J.U.E. Brigada Móvil de Policía Nacional ya lo tenía bastante localizado, pero la declaración de un testigo que se presentó el pasado lunes en el juzgado logró despejar algunas sospechas, ya que aportó su nombre al completo y su domicilio actual.

El vídeo del agresor golpeando en la cara al sanitario se hizo viral en redes sociales  y contribuyó a identificarlo aunque Londoño había cambiado su imagen para intentar pasar desapercibido. Se había teñido el pelo de rojo y deshecho de dos aros característicos que siempre lleva en sus orejas.

Juan Camilo Londoño no podía tomar un tren ni un avión ni mucho menos un transporte donde necesitase demostrar su identidad, porque tiene pendiente una requisitoria de este mismo Juzgado de Mallorca ya citado y otro de Alicante, al parecer por hurto y receptación de mercancías robadas. También tiene antecedentes penales en España por estos mismos hechos.

Según fuentes sanitarias consultadas por OKDIARIO sobre el estado de la víctima, «consiguieron suturarle el ojo pero la visión es casi imposible que la recupere». Según se ve en el vídeo de la agresión que se hizo viral, Londoño con una gorra rosa y mochila gris recoge algo que estaba en su asiento y procede a apearse en la siguiente estación, pero antes profiere a su víctima: «¡Que te quede claro, ojalá te mueras, gilipollas!». La primera declaración que hizo a los policías que le detuvieron para justificar la agresión, tal y como adelantó OKDIARIO, fue «no me gustó el tono con el que me pidió ponerme la mascarilla».

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