CASO KOLDO

Ábalos nutrió a la trama de salvoconductos en plenas restricciones del Covid: «Ja ja, te dije que volaba»

En aquel momento, el Gobierno prohibía moverse de comunidades, reuniones de 6 personas e imponía toque de queda

La UCO señala que Ábalos «fue crucial» en los contratos millonarios de mascarillas de la ‘trama Koldo’

Ábalos, caso Koldo
José Luis Ábalos.
Pelayo Barro

El Ministerio de Transportes de José Luis Ábalos firmó y selló, con el membrete ministerial, una serie de salvoconductos para amigos, familiares y socios de la trama Koldo. Salvoconductos que les permitían moverse por España, entrar o salir del país con total libertad en medio de las restricciones impuestas por el segundo estado de alarma decretado por el Gobierno, que imponía a 47 millones de españoles la prohibición de salir de sus comunidades. Esos documentos oficiales fueron firmados por la secretaria personal del ministro y gestionados por Koldo García y Víctor Aldama. Cabe recordar que la trama hizo el grueso de su negocio de mascarillas con el Gobierno en la semana con más muertos de la pandemia.

«La llegada de la pandemia del Covid permitió a Aldama tener acceso a información y gestiones privilegiadas de la mano de Koldo», asegura la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en su último informe incorporado al caso Koldo.

La UCO señala que «se ha detectado que durante los primeros meses del año 2021 (…) Aldama le solicitaba a Koldo que intermediase en favor de estas personas para que pudiesen acceder vía aérea a España, toda vez que durante la vigencia del estado de alarma en nuestro país existían medidas de restricción de la movilidad y del ingreso de viajeros a España». Medidas durísimas que afectaban a la circulación de todos los españoles.

«Para hacer posible la entrada y circulación en España de ciudadanos extranjeros, Koldo facilitaba un documento oficial emitido por el Gabinete del Ministro  y firmado por la Secretaría Particular del Ministro. Este escrito servía como salvoconducto para que su 5 portadores pudieran eludir las restricciones de movimiento imperantes en ese momento».

«Lo del avión, arreglado» le respondía Koldo a Aldama tras estas gestiones, en un principio dirigidas hacia ciudadanos venezolanos pero luego se amplió a otros familiares o amigos. «Jajajaja ya te dije que volaba», le responde Aldama a Koldo en una de esas gestiones.

La UCO incorpora uno de esos salvoconductos a su informe, emitido en favor de un ciudadano venezolano para entrar en España el 29 de marzo de 2021. En el documento, con sello oficial y membrete del Ministerio de Transportes, se señala que el portador «se reúne en el gabinete del ministro de Transportes el martes 30 de marzo», en la sede del Ministerio. Reuniones inexistentes. «Sin carta no entran», decía Koldo, que insistía en no hacer fotografías al documento y destruirlo tras su uso para que no quedasen

Además, Aldama pedía a Koldo que hiciese gestiones con la Policía del aeropuerto de Barajas para asegurarse de que no ponían pegas a los portadores de estos salvoconductos. «Algo haré», respondía Koldo. «Pero mañana, que ahora me mandan a la mierda», precisaba.

Saltándose las restricciones

Durante el segundo estado de alarma en España, el Gobierno impuso restricciones significativas a la movilidad y las reuniones sociales para controlar la propagación de la COVID-19. Una de las medidas más destacadas fue la limitación de la libertad de circulación en horario nocturno, estableciendo un toque de queda entre las 23:00 y las 6:00 horas, con flexibilidad de una hora en su inicio o fin, según la comunidad autónoma. Durante ese período, sólo se permitía salir de casa por motivos justificados, como la adquisición de medicamentos, productos de primera necesidad, asistencia sanitaria o el cumplimiento de obligaciones laborales.

Además, se restringió la entrada y salida de las comunidades autónomas, así como de territorios de menor ámbito, salvo excepciones relacionadas con asistencia sanitaria, obligaciones laborales, educativas o el retorno al lugar de residencia habitual. También se limitó la permanencia de grupos en espacios públicos y privados a un máximo de seis personas, salvo en el caso de convivientes, para evitar reuniones que pudieran favorecer la transmisión del virus. Estas medidas buscaban frenar los contagios durante los momentos más críticos de la pandemia.

Pelotazos en la ‘semana negra’

Soluciones de Gestión, el proveedor de mascarillas involucrado en la trama de comisiones a cambio de contratos por valor de 53 millones de euros, hizo su agosto particular en pleno marzo de 2020. Concretamente, en la última semana de aquel mes trágico para España, en la que se dispararon los fallecidos por la pandemia y en la que se registró el récord de muertos en un día.

En aquel escenario, la trama consiguió colocar a través de la firma Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas S.L. sus dos mayores contratos: uno de 20 millones con Puertos del Estado, el sábado 21 de marzo; y otro de 12,5 millones con ADIF, el 27 de marzo. De esos 32,5 millones obtenidos en esa semana negra, la trama se llevó algo más de 6 millones en comisiones.

La frase «en lo peor de la pandemia» se ha venido utilizando como una muletilla en todas las críticas políticas contra el escándalo de las mascarillas del caso Koldo. Pero refleja una realidad incontestable: los mayores pelotazos de la trama se dieron en la semana más negra de toda la pandemia. Los días en los que el país colapsó por la acumulación de cadáveres provocados por el Covid.

El 22 de marzo de 2020, la Unidad Militar de Emergencias estrenó la morgue más funesta de la historia reciente de España: el Palacio de Hielo de Madrid. Lo que hasta unos días antes era una pista de patinaje sobre hielo se convirtió en un enorme congelador con una escolta militar permanente para custodiar los ataúdes que se iban acumulando. Ni las morgues de los hospitales ni los servicios funerarios eran capaces de asumir tal número de fallecidos, y la situación en el resto de España empezaba a replicar la de Madrid. Aquel día ya se superaron los 400 muertos en 24 horas.

Sólo un día antes, el sábado 21 de marzo, la trama Koldo se apuntaba su mejor tanto: un contrato de 20 millones para suministrar mascarillas a Puertos del Estado. En el Portal de Contratación figura como fecha el 27 de abril, pero en el documento original de adjudicación aparece con su fecha original en el Portal de Transparencia.

De pelotazo en pelotazo

Aquel era sólo el comienzo de una semana de lo más lucrativo para la trama del caso Koldo. Unos días después de aquel pelotazo con Puertos del Estado, el mayor de los que se adjudicaron en toda la pandemia, llegó el segundo. Fue el 27 de marzo y el cliente fue ADIF, dependiente también del Ministerio de Transportes -entonces Fomento- de José Luis Ábalos.

Pese a que ese contrato público con ADIF figura como adjudicado en mayo de 2020, documentos oficiales del gestor ferroviario a los que ha tenido acceso OKDIARIO demuestran que la compra se aprobó y firmó aquel 27 de marzo, tras una resolución firmada por la presidenta de ADIF. Sólo un día antes, una instrucción ministerial  -con registro TMA/292/2020- del departamento de Ábalos, que llegaba a Puertos del Estado directamente desde el gabinete del ministro, ordenaba la compra de esas mascarillas a Soluciones de Gestión. El segundo pelotazo de la trama del caso Koldo ya estaba adjudicado. Aquel acuerdo sería refrendado un mes más tarde, el 28 de abril, en una reunión del consejo de administración de ADIF.

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