Los 81 votos fraudulentos en el ‘pucherazo’ de Ciudadanos salieron de 94 afiliados «durmientes»
Alguien de Ciudadanos con acceso a las claves de los usuarios, tomó posesión de los mismos y los habilitó como si estuvieran al corriente de sus cuotas, y por tanto, con derecho a voto, pese a cumplir únicamente con el requisito de antigüedad.
Mientras nada ha transcendido de la investigación abierta por la dirección de Ciudadanos para ver qué habría fallado en el recuento de votos de las primarias a la Presidencia de Castilla y León, ya circula a nivel interno un versión que dan por buena fuentes del partido naranja implicadas en este proceso de elección: los 81 votos fraudulentos del ‘pucherazo’ salieron de 94 afiliados «durmientes».
Según relatan tales fuentes solventes a OKDIARIO, la trampa en la victoria de la ex consejera del PP Silvia Clemente (luego anulada por la Comisión de Garantías ) estuvo en que alguien de Ciudadanos con acceso a las claves de los usuarios, tomó posesión de los mismos y los habilitó como si estuvieran al corriente de sus cuotas, y por tanto, con derecho a voto, pese a cumplir únicamente con el requisito de antigüedad.
Así, las fuentes citadas subrayan que la maniobra consistió en recurrir a los que, en la jerga de los partidos, se llaman afiliados «durmientes». Y es que cuando los militantes dejan de pagar sus cuotas, no por ello son dados de baja, sino que continúan figurando como tales, acumulando antigüedad. En el caso de estas primarias, se exigían seis meses de antigüedad y estar al corriente de pago de las cuotas para poder votar.
En las polémicas primarias a la Presidencia de Castilla y León, celebradas los pasados días 8 y 9 de marzo, el censo de afiliados que cumplían el requisito de antigüedad era de 1.542 afiliados, mientras que el número de los que estaban al corriente de sus obligación con derecho a voto se reducía a 1.448. Una diferencia de 94 militantes, entre los que estuvieron, según sostienen las fuentes consultadas, los 81 votos fraudulentos que detectó la candidatura del ex diputado Francisco Igea tras haber sido emergidos cuando, en realidad, eran «durmientes».
¿Cuál fue el «error» de quienes perpetraron la trampa para que fueran descubiertos por un grupo de jóvenes de Ciudadanos Burgos? Que se les pasó alterar también el parámetro de la participación. Así, el certificado inicial de resultados en Castilla y León que validó la Comisión de Garantías de Ciudadanos recogió que habían participado 1013 afiliados, una cifra inferior a la suma de los votos (1.094) que supuestamente habían obtenido los tres candidatos en liza: Silvia Clemente (561 afiliados), Francisco Igea (526) y Vanesa Pérez (7 votos).
En cambio, tras la reclamación del equipo de Igea y la amenaza de llevar el asunto a los tribunales, como ha publicado OKDIARIO, la Comisión de Garantías, controlada por el aparato, dio un nuevo resultado y otorgó la victoria al diputado. Este segundo marcador quedó en 526 votos para Igea y 479 para Clemente. La Comisión de Garantías había declarado «nulos» 82 votos. En la intranet de Ciudadanos todavía seguía apareciendo ayer el certificado de Garantías que daba por ganadora a Clemente, según pudo contrastar OKDIARIO.
Una vez descubrieron ese desfase entre el número de votos y la participación, los colaboradores de Igea analizaron el registro de los sufragios y apreciaron además que en torno a medio centenar de ellos fueron efectuados en madrugada del sábado y desde una misma dirección IP (es decir, desde un mismo ordenador).
No hay autentificación
Tal y como viene publicando OKDIARIO, Ciudadanos sólo se vale para la limpieza de estos procesos de un certificado que emite la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT), cuyo sello temporal tiene contratado. Sin embargo, y así lo ha denunciado el sector crítico con la dirección de Rivera, la FNMT sólo se limita a expedir ese sello que acredita que un día y a una hora determinada se emitió un voto a favor de un candidato. En cambio, y aquí está la clave, no comprueba la identidad del votante, es decir, no hay ningún mecanismo de autenticación del mismo. Por ello, había margen para utilizar de manera irregular a afiliados «durmientes».
Hasta ahora, sólo han dimitido tras estas primarias el que era secretario de Comunicación de C’s en Castilla y León, Pablo Yáñez, y la candidata a la Alcaldía de Valladolid, Pilar Vicente, que en ambos casos, y después de haber apoyado a la candidatura de Clemente, han alegado sólo razones políticas.