Monumental pitada a Puigdemont en un acto en Badalona con 2.500 personas
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont ha acudido este viernes al barrio de Llefià, en Badalona, con motivo de sus fiestas populares. Puigdemont ha subido al escenario para dedicarle unas palabras al público y ha recibido una monumental pitada. Al grito de «¡España, España!» o «¡Fuera, fuera!»; la mayoría de las casi 3.000 personas reunidas en la plaza, han interrumpido una y otra vez el discurso que el presidente intentaba lanzar sin éxito.
La pitada ha ido subiendo en intensidad hasta el punto de que el presidente de los catalanes ha tenido que hacer una pausa con la intención de que se calmaran los ánimos. Sin embargo, y a pesar de que un número reducido de asistentes intentaba aplaudir, los abucheos, los silbidos y los cánticos a favor de España han hecho casi imposible que se le pudiera escuchar.
Puigdemont no se encontraba solo en el escenario, le acompañaba la alcaldesa de Llefià, Dolors Sabaté, de la CUP, partido que gobierna el municipio junto a Podemos, Iniciativa y Esquerra Republicana de Cataluña.
El barrio de Llefià es el más grande de Badalona, con 60.000 habitantes.
Una zona históricamente socialista, en la que en las últimas elecciones municipales el PP obtuvo casi el 50% de los votos. Se trata de un barrio mayoritariamente de inmigrantes andaluces y extremeños llegados en los años 60 y 70 cuyo Ayuntamiento está en manos de la CUP.
La Cataluña real y la pitada más brutal que le han realizado a Puigdemont y la alcaldesa de la CUP.
La pitada coincide en el día en que Puigdemont ha enviado una carta a la presidenta del Congreso de los Diputados solicitando que organice «lo más pronto posible» un debate sobre Cataluña en el que él pueda, «en tanto que máximo responsable institucional de Cataluña», explicar «las razones por las cuales hemos llegado hasta aquí».
Puigdemont se muestra convencido de que «un debate de esta transcendencia es necesario y se ajusta a lo que los ciudadanos esperan de sus instituciones de representación». El dirigente catalán no especifica el formato del debate y se pone a disposición de Pastor para que «pueda celebrarse lo más pronto posible». Sin embargo, y según ha podido saber OKDIARIO, Puigdemont no quiere que su “conferencia”, como él la llama, termine con una votación en el Congreso.