Vodafone llama hasta el hartazgo a los clientes que les puntúan mal saltándose la Ley

Vodafone
Establecimiento de Vodafone (Foto: GETTY).
Borja Jiménez

Konecta BPO, que presta servicio de atención al cliente a Vodafone, obliga a sus empleados a llamar insistentemente a aquellos clientes que hayan valorado con un 6 o menos a Vodafone en la encuesta de satisfacción, saltándose el anonimato y violando la privacidad de este tipo de encuestas de calidad.

Así lo denuncia CGT, que ya ha transmitido a Vodafone la ‘mala praxis’ de su subcontrata, y ha puesto una denuncia ante Inspección de trabajo de Valladolid, que es desde donde ofrecen el servicio a la teleoperadora británica.

«Al parecer, a Konecta no le ha quedado clara la resolución de la anterior Inspección, puesto que, pese a dejar de señalar y agrupar a los agentes con ‘peores datos’, continúa obligando a sus trabajadores/as a llamar a aquellos clientes que hayan valorado con un 6 o menos», dice en un comunicado CGT.

Según fuentes de Konecta, son muchos los clientes de Vodafone los que muestran abiertamente su malestar con la compañía al sentirse acosados y presionados por el teleoperador que le llama preguntándole el por qué de su valoración ‘tan baja’. La obligación que Konecta impone a sus empleados es, según CGT, «acosar y presionar al cliente para que las futuras valoraciones no sean inferiores a 9».

«Algunos llegan a pensar que han hecho algo mal al poner esa valoración e incluso se disculpan por el perjuicio que haya podido ocasionar al trabajador/a y otros muestran su enfado sin más», explica CGT en un comunicado. Un malestar que, según el sindicato, no sólo se genera en los clientes, sino también entre la plantilla de Konecta, «ya que cada vez que se recibe orden de un mando de llamar a un ‘detractor’ (así se denominan estos clientes), pese a que al agente le haya valorado su atención con un 10, se produce una situación de bochorno, ya que el mando se queda a la espalda del agente para cerciorarse de que realiza esa llamada y se humilla lo suficiente ante el cliente. Siempre bajo la amenaza de que si se niega a realizar la llamada, será sancionado por desobediencia, como ya ha ocurrido en algún caso».

Por todo esto, CGT informa de que ya ha remitido varias peticiones a la empresa reincidiendo en que abandone esta práctica «tratando en todo momento de hacerles comprender el daño y el perjuicio personal y profesional que ocasionan estas prácticas por cuanto se basan en la humillación personal ante el resto de compañeras/os y ante los clientes, poniéndoles en evidencia ante ellos; que genera estrés y que es denigrante, además de que esto atenta también contra los derechos de los propios clientes a una adecuada protección de datos personales y en particular a una encuesta anónima y libre».

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