El vino español espera que Biden elimine los aranceles: las bodegas se juegan 100 millones al año

Ha pasado algo más de un año desde que Estados Unidos impuso aranceles adicionales del 25% al vino europeo y español. Un castigo fiscal que ha hecho perder a las bodegas españolas entre 80 y 100 millones de euros de rentabilidad desde octubre de 2019 hasta el mismo mes de 2020, según las estimaciones de la Federación Español del Vino (FEV). La patronal calcula que las ventas a Estados Unidos han caído un 23% desde que entro en vigor la tasa. Ahora, y tras la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, las bodegas españolas confían en que se descongelen las negociaciones comerciales entre la potencia americana y la Unión Europea, y poder recuperar la rentabilidad perdida en el último año.

“Esperamos que con la nueva Administración el ambiente general para negociar con la Unión Europea cualquier asunto comercial sea más favorable. El propio Biden y sus asesores ya han hablado de fortalecer las relaciones diplomáticas con Europa, por lo que entendemos que vamos por el buen camino», dice Jose Luis Benítez, director general de la Federación Española del Vino (FEV) a este periódico. Efectivamente, el futuro presidente de Estados Unidos siempre se ha posicionado a favor de las alianzas internacionales y de mejorar los lazos con la Unión Europea.

La Comisión Europea ya ha tenido los primeros contactos informales con el equipo de Joe Biden, con quien espera avanzar en una agenda comercial «positiva», incluyendo los casos de Boeing y Airbus, y  también otros asuntos como la reforma de la OMC (Organización Mundial del Comercio), tal y como reconocía recientemente Bruselas.

Por el momento, y a la espera de que se puedan dar pasos más sólidos, Europa ha recibido a Joe Biden con aranceles de hasta 3.360 millones de euros para determinados productos estadounidenses, la mayoría de ellos del sector aeronáutico. La medida, que se esperaba desde hace semanas, podría ser un elemento de presión más para que Estados Unidos retire o reduzca los aranceles a los productos del Viejo Continente. “Europa tiene que dar un golpe en la mesa para sentarse a negociar. Es lógico, aunque nosotros preferiríamos otro tipo de desescalamiento», explican desde la patronal del vino.

Aunque hay ciertas esperanzas en el diálogo, no hay que olvidar que el acuerdo -si llega-  no se va a producir de un día para otro. Es un proceso que, con toda probabilidad, tardará meses en materializarse. Sobre si es más viable que los aranceles se reduzcan o se eliminen definitivamente, desde la Federación Española del Vino creen que los impuestos se irán suprimiendo por sectores. “Ojalá sea el vino, ya que desde el punto de vista europeo es el más dañado. Nosotros apostamos que haya un acuerdo de cero tarifas, tanto desde el vino que viene como el que va a Estados Unidos”, explican a este periódico.

Comercializar vinos de más de 14 grados 

El vino español ha tenido que sacrificar buena parte de su margen de beneficio para mantenerse en el mercado estadounidense tras la imposición de los aranceles adicionales del 25%. La mayoría de bodegas, el 86%, ha optado por reducir su margen comercial para compensar el arancel, mientras que sólo un reducido porcentaje del 5% salieron del mercado tras la imposición de los aranceles. Así se desprende de una encuesta interna de la FEV, que también desvela que el grueso del arancel ha sido absorbido por las bodegas, pero otra parte la han asumido las cadenas de distribución estadounidenses y , en menor medida, se ha financiado con subidas de precio.

Además, muchas bodegas españolas han apostado por comercializar vinos con más graduación de la que tenían para amortiguar el impacto de los aranceles. ¿El motivo? Los vinos de más de 14 grados están exentos del impuesto estadounidense. En concreto, la encuesta realizada por la patronal del vino revela que un 35% de las bodegas apostaron por este cambio en su producto.

Chocolate, vino o videoconsolas 

Los aranceles que la Unión Europea impone a los productos procedentes de Estados Unidos afectan mayoritariamente al sector aeronáutico, pero también a varios alimentos -como el chocolate, los zumos de naranja o el queso fresco- ; a varias bebidas alcohólicas -vermut y los vinos-; productos industriales -tractores o maquinaria de carga-; y también a videoconsolas.

En conjunto, los aranceles que la Comisión Europea aplica a los productos procedentes de Estados Unidos desde hace más de una semana ascienden a 4.000 millones de dólares, unos 3.360 millones de euros. La OMC autorizó a mediados de octubre a la Unión Europea a imponer estos aranceles como medida de compensación por las ayudas que la administración estadounidense dio a Boeing.