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¿Un nuevo Euribor?

¿Un nuevo Euribor?

Desde un punto de vista de aquellas personas o empresas que están buscando financiación, el actual tipo del Euríbor, que cotiza en valores negativos, es una excelente noticia, ya que reduce el coste de financiación. Ahora bien, este Euríbor al cual se referencian la inmensa mayoría de hipotecas de tipo variable que encontramos en el mercado tiene los días contados. De hecho, desde hace unos dos años debería de haber sido sustituido por otro índice (de mismo nombre). Ahora bien, complicaciones desde un punto de vista técnico, cálculo y de aplicación han provocado que se demore su inicio.

Se calcula que, en teoría, para el cuatro de julio de este año ya deberíamos contar con este nuevo Euríbor. Ahora bien, no sería de extrañar que se pospusiera una vez más.

En ese sentido, se estima que lo más probable es que haya una convivencia de los dos tipos (el Euríbor actual y el “nuevo”), de un modo similar al que pasó con la transición hasta el euro. Durante un tiempo, las monedas de cada estado convivían con el euro y era posible realizar transacciones comerciales con cualquiera de las dos. Finalmente, finalizado el periodo de adaptación, se incorporó el euro de forma única.

¿Qué cambia respecto el Euríbor actual?

La diferencia más importante respecto la forma cómo se calcula el Euríbor actual es que el tipo se fijará según las operaciones que realmente se realizan en el mercado interbancario. Ahora mismo no es respecto a las operaciones que se realizan, sino que se realiza una estimación de los intereses a los cuales las entidades financieras están dispuestas a prestarse dinero entre ellas.

Por lo tanto, a primera vista, parece una forma más transparente de calcular el índice, ya que se basará en operaciones reales y no en estimaciones. De esa forma, también, se quiere evitar que las entidades puedan, de forma artificial, provocar variaciones en el índice contrarias a la lógica del mercado.

Según los primeros cálculos, parece que el índice se situará a unos valores muy parecidos a los que cotiza actualmente el Euríbor y que, por lo tanto, el impacto hacia aquellas personas que tienen pedida alguna financiación debe ser mínimo. Ahora bien, hay cierta controversia que sea justamente ahora cuando se ha tomado la iniciativa definitiva para impulsarlo, cuando el Euríbor se encuentra en mínimos históricos. Ello provoca cierta desconfianza en sectores que no acaban de ver claro que ahora haya esas prisas.

Con todo, aún no se conoce con total exactitud la nueva forma de cálculo. Por lo tanto, hasta que no se empiece a aplicar no podremos saber con total exactitud si la diferencia respecto el actual será notable o no.

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