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Uber rescata a Moove Cars, el mayor propietario de VTC de España, y compra un 30% por 185 millones

Banco Santander había dejado a Moove Cars en una situación muy complicada al dificultarle la asistencia financiera, según distintas fuentes, y finalmente ha sido el gigante de Estados Unidos el que rescata a la empresa de Jaime Castellanos.

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Uber rescata a Moove Cars después de que la empresa estuviera a punto de quebrar por los problemas financieros asociados a la pandemia del coronavirus. Según supo OKDIARIO, la empresa de Jaime Castellanos y propiedad del fondo King Street estaba a punto de dar concurso de acreedores desde que Banco Santander le retiró la asistencia financiera.

Ante las apreturas, sus directivos tuvieron que pedir ayuda al ‘hermano mayor’ Uber y finalmente ha sido la compañía californiana, que es  el principal socio de Moove en España, quien rescate la empresa y se convierta por primera vez de forma indirecta en propietario de autorizaciones VTC en el mercado español, como lo venía siendo Cabify, al entrar en el accionariado de  una empresa que acumula tarjetas de transporte.

Según han informado a este periódico fuentes próximas a la negociación, Uber aportará 5 millones de dólares ya mismo a Moove Cars para que puedan pagar sus gastos de circulante más inmediatos, ya que la situación de falta de liquidez de la compañía la abocaba a tener que impagar. El acuerdo por su parte incluye que Uber irá aportando hasta 185 millones en ocho años para llegar a hacerse con un 30% de Moove. Esta valoración se ha realizado estimando especialmente el precio de las más de 4.000 autorizaciones VTC en manos de Moove Cars, que compiten con los taxis.

No obstante, es una valoración dinámica que se irá renovando año a año según cómo evolucione el mercado, un mercado que por el momento permanece con respiración asistida sin partidos de fútbol, conciertos, eventos de ningún tipo y con el empuje del teletrabajo.

Retirada de apoyo

Durante las pasadas semanas, Moove Cars ha estado a punto de ir a la quiebra con una situación financiera muy complicada, según aseguraban fuentes del sector. La inexistencia de viajes en sus principales mercados y la decisión de Uber de funcionar sin autorizaciones VTC en Barcelona dejaban a la compañía en una situación muy compleja, con una deuda estimada en más de 200 millones de euros y sin la capacidad de realizar la actividad económica necesaria para pagar los créditos de sus autorizaciones VTC.

Moove tiene una deuda estimada de más de 200 millones de euros y sin capacidad de realizar una actividad económica necesaria para pagar los créditos de sus autorizaciones

Hace un mes saltaron las alarmas en la sede de Moove Cars después de que Banco Santander, uno de los principales acreedores de la entidad, anunciara que no daría más liquidez a la empresa si seguía la actual situación. De hecho, en fuentes del sector se daba por hecho que a Moove Cars le quedaban dos opciones: una de ellas, una ampliación de capital que necesariamente dejaría fuera a los accionistas españoles y a la que acudiría King Street para salvar a la empresa con dinero nuevo.

La otra, que no se quería ni valorar, era el concurso de acreedores. Aunque desde fuentes financieras se recordaba que los accionistas de Moove, como el propio presidente Jaime Castellanos, están muy bien relacionados incluso familiarmente con Ana Botín, presidenta de Banco Santander -es su tío político- y por tanto el banco apretaría pero no ahogaría a la empresa tenedora de autorizaciones VTC.

La empresa negó ambas posibilidades a preguntas de OKDIARIO.

Semanas atrás se daba por hecho en fuentes del sector que a Moove le quedaban dos opciones: una ampliación de capital que disminuiría el valor de los accionistas españoles, y un concurso de acreedores. Desde la empresa se negaron ambas a este periódico

Acuerdo a largo plazo

La compañía de California no podía dejar tirado a Moove Cars dado que la empresa española presidida por Castellanos y con accionistas importantes como Jon Riberas tenía un acuerdo a largo plazo con Uber en el que unos ponían las autorizaciones de VTC y contrataban a los conductores mientras que otros ponían la aplicación y traían a los clientes. Con la pandemia todo el esquema se vino abajo.

Un portavoz de Uber ha dicho que «como parte de nuestro compromiso con España, queremos ayudar al sector de la movilidad a recuperarse de la crisis sin precedentes que está atravesando. Moove es un socio importante para Uber, y con esta inversión minoritaria queremos contribuir a que pueda seguir ofreciendo oportunidades laborales a miles de conductores en toda España».

Valoración de activos

Durante las últimas semanas los rumores de quiebra se sucedían pues desde empleados de la propia compañía se notificaba la difícil situación que atravesaba. Moove Cars, cuyo consejero delegado es Manuel Puga, tiene actualmente un problema de valoración de los activos que posee en su balance, ya que tiene denominadas las autorizaciones de VTC a precios elevados en comparación con los precios que pueden alcanzar las propias tarjetas de transporte.

Con esta operación, Uber rescata a su principal socio con el cual además planea volver finalmente a Barcelona si su pacto con los taxistas no surge el efecto deseado.

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