Trump le hace el trabajo al fracking de EEUU: el petróleo en máximos tras el ataque en Siria
El precio del crudo de Brent se dispara tras el ataque por sorpresa de Estados Unidos contra el régimen sirio de Bashar Al-Assad. La tensión en Oriente Medio hace temer un recorte de la distribución del petróleo hacia Europa y el Mediterráneo, sin embargo, esta inestabilidad geopolítica tiene claramente un caballo ganador: el fracking de EEUU. De este modo, Donald Trump podrá cumplir ampliamente con sus promesas electorales: apostar por el petróleo, favorecer a las empresas locales y aumentar el gasto en Defensa.
El magnate republicano ha conseguido con un gesto bélico lo que no ha conseguido la OPEP en cuatro meses. El cártel llegó al acuerdo de congelar la producción del oro negro para estabilizar los precios y elevar la cotización hasta los 55 – 60 dólares. Y no sólo eso, entre sus planes también estaba debilitar la industria del fracking estadounidense.
Algo que cada día parece más complicado, sobre todo porque las compañías norteamericanas se han preparado para cualquier escenario tras sobrevivir a la caída de los precios de 2014. Con la subida del precio del crudo de noviembre y diciembre las firmas aprovecharon para cubrirse las espaldas vendiendo contratos a futuro. Una estrategia a través de la cual podrían seguir siendo rentables aunque el barril se estableciese en los 50 dólares.
El fracking es un sistema de extracción de energía del subsuelo, ya sea gas o petróleo, que fue impulsado fundamentalmente por EEUU. De hecho, ha conseguido ser un país dependiente del petróleo a ser totalmente independiente desde el punto de vista energético. Además, ha creado alrededor de 5 millones de empleos en los últimos años, de ahí que Trump asegure que es la llave de la nación.
Borja Matilla, analista de Hanseatic Brokerhouse, asegura que este enfrentamiento bélico con Al-Assad puede «beneficiar gratamente a EEUU». Y añade: «Es país cuya economía se basa de manera superlativa, en primer lugar, de la industria armamentística y trata de afianzar su hegemonía en el sector del fracking, luego, todos estos movimientos son muy positivos para beneficiarse de ello».
El aumento de inventarios en EEUU deja patente que se está produciendo más en suelo americano, explica a este periódico Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank. Y buena parte del incremento, se debe a la industria de fracking, a la cual «le empieza a compensar a producir con un barril por encima de los 50 dólares», señala.
Una alianza entre países exportadores de petróleo en la que también se encontraba Rusia, por cierto, amigo y aliado de Trump, al menos hasta el día de ayer. Finalmente parece que el crudo y Siria van a ser dos de los elementos que van a frenar la hermandad entre Vladimir Putin y el presidente de EEUU.
A principios de 2016, el barril de Brent agonizaba en los 26 dólares y los países exportadores tuvieron que tomar cartas en el asunto porque sus economías se estaban resintiendo gravemente. Incluso Arabia Saudí se vio obligada a emitir deuda pública, lo nunca visto hasta el momento. Es más, son conscientes de que deben diversificar su economía si no quieren depender exclusivamente de la industria petrolífera. La organización acordó reducir la producción en 1,2 millones de barriles al día, dejando la producción total en los 32,5 millones de barriles.
Los analistas no se atreven a hacer lecturas más allá de hoy, pero todos convienen en una cosa: los interlocutores mundiales han cambiado tanto que es posible cualquier escenario. Desde Hanseatic Brokerhouse explican a OKDIARIO que dada la gran incertidumbre que comienza a rodear, de nuevo, al crudo los grandes proveedores de petróleo comienzan a cubrirse las espaldas. «Están provocando un aumento del precio, tras los últimos movimientos de EEUU en Siria se teme que pueda afectar a otros grandes productores, tales como Irán y Rusia».
Susana Felpeto, analista de ATL Capital, explica que este ataque de EEUU a Siria ha sido un “componente en la ecuación con el que no se contaba”, pero que, efectivamente, el fracking de EEUU sería uno de los damnificados si el enfrentamiento con Siria persiste.
“Si metes presión a los productores/exportadores y no producen materia prima para la distribución los precios se disparan como estamos viendo”, comenta Felpeto. Hoy el Brent ha llegado a superar los 56 dólares, máximos mensuales.
La cotización de futuros del Brent está al alza y se ha instalado en los 54,92 dólares. Por su parte, el barril de Texas avanza en positivo hasta los 51,89 dólares. Desde Self Bank explican que se ha podido apreciar una reacción inicial muy brusca a las 3 de la madrugada que ha hecho que el barril se disparase más de un 2% hasta máximos de 2 meses. «El volumen de negociación de hoy ha sido el doble de lo que viene siendo habitual, demostrando que los inversores se están posicionando ante una prolongación de las tensiones geopolíticas», señalan.
Jesús de Blas, analista de Bankoa, señala que la tendencia a la baja continuará en el medio plazo, a pesar del impulso de hoy tras el ataque a Siria. «Siempre sucede, pero suele ser algo pasajero si la tensión no aumenta», concluye.
Además, añade que el «impulso de las energías renovables y el auge de nuevos métodos de extracción, como el fracking, están presionando a la baja el precio del crudo».
Aunque la producción de petróleo de Siria es limitada, su situación estratégica en Oriente Medio hace temer que un agravamiento del conflicto sirio pueda poner a la OPEP contra la cuerdas, pero favorece muy y mucho a la industria del fracking, aquella por la que Trump tanto apuesta. Los analistas no esperan que los precios sigan rebotando, aunque todo dependerá del nuevo escenario que pueda darse en los próximos días.