Torres (BBVA) sale trasquilado de Cataluña y prohíbe preguntas de la OPA a Sabadell en un acto de pymes
Después de que varios accionistas del Sabadell le dejaran en evidencia
El BBVA ha vuelto a tropezar en Cataluña en su intento de defender la OPA que pretende lanzar sobre el Banco Sabadell. Su presidente, Carlos Torres, estuvo la semana pasada en dos actos en esa comunidad y salió trasquilado por las preguntas de accionistas históricos del banco catalán, hasta el punto de que prohibió las preguntas en el segundo evento, organizado por una asociación de pymes.
El primero de estos actos se celebró el martes por la mañana en la sede de Esade en Barcelona, dentro de un ciclo llamado Esade Matins. Aunque Torres intentó glosar los beneficios que tendrá la compra del Sabadell para Cataluña, como se encargó de difundir el banco, se chocó con la abierta hostilidad de varios empresarios accionistas y a la vez clientes del Sabadell (es muy común en esa comunidad), que le pusieron en serios aprietos con sus preguntas.
Según fuentes presentes en el acto, estas preguntas versaron sobre temas espinosos de la OPA como la continuidad del crédito para las pymes clientes del Sabadell, ya que el BBVA se ha comprometido a mantenerlo durante un solo año. Lógicamente, a los empresarios les preocupa qué va a pasar después con ellos. Como informó OKDIARIO, hay 200.000 pymes y autónomos clientes de las dos entidades que ven peligrar su crédito si sale adelante la operación.
También le interrogaron por la destrucción de empleo (hace falta destruir unos 4.000 puestos de trabajo para conseguir las sinergias prometidas por el BBVA, de 300 millones en costes de personal) y por la desaparición de una marca histórica para Cataluña. Asimismo, metieron el dedo en la llaga en la cuestión más peliaguda: las sinergias (ahorros de costes).
A los 300 millones de personal hay que sumar otros 450 millones de ahorros ligados a gastos de administración (se refiere a la salida de la dirección del Sabadell) y a tecnología, al unificar las plataformas de los dos bancos. Finalmente, otros 100 millones corresponden a un menor coste de financiación mayorista, hasta alcanzar un total de 850 millones.
Pero en el mercado nadie se cree estas cifras, que serán imposible de alcanzar si el Gobierno mantiene su intención de vetar la fusión de los dos bancos si la OPA tiene éxito. Pero se reducirán más aún si la CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) impone unas duras condiciones para aprobar la oferta, como es probable.
Las fuentes consultadas aseguran que Torres se limitó a responder con vaguedades, sin entrar en ningún momento a explicar los números, y que pasó un mal rato.
Prohibir las preguntas
Tanto es así, que comunicó a la asociación Cecot, organizadora del acto programado para la tarde en Tarrasa, que no estaban permitidas las preguntas de los asistentes, en contra de lo anunciado inicialmente.
De hecho, hasta le exigió que no se difundiera el material audiovisual que habían preparado para el evento, algo que sentó muy mal a la dirección de Cecot, que entendía que tenía todo el derecho del mundo a hacer con su material lo que quisiera.
No es la primera vez que el presidente del BBVA pincha en hueso en Cataluña. En mayo, pocos días después de anunciar la OPA, se reunió en Barcelona con varias familias accionistas históricas del Sabadell para tratar de convencerlas de las bondades de su oferta. Entonces también sufrió un recibimiento bastante frío y más después de reiterar que no iba a mejorar ni el precio ni las condiciones de la oferta.
Aunque se trata de accionistas minoritarios con porcentajes pequeños del capital del Sabadell, la suma de todos ellos puede ser relevante para el éxito de la OPA del BBVA, que está condicionada a alcanzar el 50,01% de las acciones. El capital del banco catalán está dividido casi en dos mitades entre pequeños accionistas e inversores institucionales (fondos de inversión).