PESCADO

Un supermercado de Alcampo en Madrid vende merluza con lombrices vivas de Anisakis

La cadena de supermercados francesa confirma que su respuesta fue ofrecer la posibilidad de devolver el producto.

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Patricia Sanz
  • Patricia Sanz
  • Abogado, periodista y máster tributario de Garrigues. Antes, asesora fiscal por Luxemburgo y España, ahora, redactora jefe de Economía de OKDIARIO.

Escándalo en un supermercado de Alcampo en la calle Príncipe de Vergara de Madrid por una merluza con Anisakis. Una vecina de la zona ha realizado este miércoles un pedido a domicilio de 890 gramos de merluza y la pieza de pescado fue entregada con lombrices de Anisakis de hasta 3 centímetros de largo, según ha comunicado de forma inmediata la clienta a OKDIARIO, preocupada por la salud del resto de clientes de esta conocida cadena de supermercados, filial del grupo francés Auchan.

«Llamé por teléfono, pedí pescado fresco, limpio, una merluza en filetes» al supermercado Alcampo de Príncipe de Vergara y cuando la cocinera de la casa «se ha puesto a limpiarlo un poco más, aunque teóricamente venía limpio, sin tripas, empezó a ver unos hilos» y de repente, me ha venido la chica, que es extranjera y no entiende mucho y me ha dicho: «Discúlpeme señora, pero estos hilos se mueven». Según la clienta, los hilos en movimiento eran gusanos, tal y como se puede comprobar en el vídeo aportado a este periódico.

En seguida, la clienta ha realizado un vídeo para dejar constancia del tamaño, puesto que le ha sorprendido «lo grandes que eran los gusanos, porque normalmente el Anisakis no se ve, suele ser muy pequeño». Pero estos gusanos tenían «hasta 3 centímetros, estaba súper desarrollado».

Recogida y devolución del dinero

«Se le habrá pasado al pescadero», «le recogemos el producto y le devolvemos el dinero». Esta ha sido la respuesta que, según la clienta del supermercado de Alcampo de la calle Príncipe de Vergara de Madrid, le han ofrecido cuando ha llamado para explicar el estado del producto entregado.

La vecina del barrio madrileño ha preguntado a la empleada de Alcampo que le ha atendido la llamada «cómo controlan la cadena del frío» a lo que han contestado: «Bueno, yo cuando compro el pescado, lo congelo». También, le ha recomendado «congelar en su casa» y le ha hablado de la «trazabilidad», como diciendo que ella era la encargada. Vista la respuesta, la afectada entiende que «no se ha seguido la cadena del frío» porque «si no, se habrían muerto todos esos bichos que además, están enormes».

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La clienta compró la merluza del Alcampo de la calle Príncipe de Vergara de Madrid.

«Yo no quiero que me devuelvan el dinero ni nada, jamás voy a volver a comprar un pescado en ese supermercado», apuntala la afectada, y señala su preocupación: «Están poniendo el riesgo la salud y la vida de los niños, ¿qué le pasaría a mi hija embarazada si hoy viene a comer y se toma un Anisakis vivo?».

Anisakis: reacciones alérgicas graves

Según la Asociación Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, el Anisakis es un parásito que «produce alteraciones digestivas y reacciones alérgicas que, en ocasiones, pueden ser graves».

Es por ello que «la legislación europea y española obliga a que los productos de la pesca no se pongan a la venta con parásitos visibles».

Así, los establecimientos que sirven comida a los consumidores finales o a colectividades o que elaboran estos productos para su venta al consumidor final, «deben garantizar que los productos de la pesca para consumir crudos o tras una preparación que sea suficiente para destruir los parásitos, han sido previamente congelados en las condiciones establecidas en la legislación».

Versión de Alcampo

OKDIARIO ha contactado con Alcampo para trasladar lo sucedido y esta ha sido la respuesta ofrecida: «Alcampo trabaja  para que los productos que se reciben en la tiendas tengan la menor presencia de Anisakis posible, para ello, los compradores en lonjas tienen instrucciones de comprar partidas evisceradas y que no estén muy parasitadas; y existe un control por parte de los inspectores de calidad del pescado, en las plataformas, rechazando aquellas partidas manifiestamente parasitadas».

Además, se ha explicado que «cada madrugada, antes de enviar la mercancía a las tiendas, expertos en Calidad y laboratorios externos examinan los productos pesqueros para controlar valores como la frescura, temperatura, hielo, etiquetado, melanosis, parasitismo, peso o calibre. En un año se realizan más de 100.000 controles de parasitación.  Aun con todos estos controles, una pequeña parte del producto tendrá Anisakis (la legislación actual sólo obliga a retirar aquellas partidas que estén manifiestamente parasitadas)». Asimismo, «en la tienda en el momento de envasar o preparar el producto», hacen «una revisión más detallada» para «identificar la posible presencia de parásitos en los productos, llegando a retirar» los «parasitados». Ahora bien, según Alcampo, «en los productos que no están eviscerados es imposible detectar la presencia de Anisakis ya que estos se encuentran en las vísceras del producto».

Respecto a este caso concreto sucedido con la venta de una merluza en un supermercado de Madrid, Alcampo confirma a este periódico que han dado «como no podía ser de otra manera, la solución de devolver el producto. Respecto a la recomendación de congelar, se han trasladado las recomendaciones realizadas por organismos públicos. Por la reacción a frío y calor, además de la congelación un correcto cocinado del producto es igual de eficaz para prevenir la Anisakis».

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