Cómo está afectando el coronavirus al sector textil

El sector textil, bajo mínimos: “Marzo y abril son claves, nuestra caja ingresará 250.000 euros menos”

El empresario compara el mes de febrero con el desierto. Mientras destaca marzo y abril como los mejores meses para su negocio, ya que son las fechas en las que más a los bautizos, comuniones y bodas se celebran.

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Andrea Aguado
  • Andrea Aguado
  • Redactora de economía y coordinadora de OKMOTOR. Amante de las cuatro ruedas y la industria. Antes en informativos de Radio Televisión Castilla y León.

Supermercados, farmacias, ópticas y tintorerías son algunos de los negocios que pueden abrir sus puertas tras decretarse el estado de alarma el pasado 14 de marzo por la crisis del coronavirus. No sucede lo mismo con los comercios, que tienen bajadas sus persianas y han colgado el cartel de cerrado, ya que no son servicios de primera necesidad.

Uno de los afectados por el impacto de coronavirus en el sector textil es Emilio Colomina, que tiene una tienda de camisas y trajes, la Fábrica de Camisas. «Hace dos semanas éramos los números uno en camisería a medida en España con más de 9.000 unidades vendidas al año, vistiendo a presentadores de televisión y políticos, nuestra facturación en el año 2019 fue de 1,3 millones de euros y para el año 2020 teníamos una previsión de 2020 de 2 millones», asegura el empresario.

Un escenario que ha cambiado desde que se detectaron los primeros contagios de coronavirus en el territorio español. «A partir del 9 de marzo las ventas se redujeron un 95% y tan solo unos días después, concretamente el 13 de marzo, un 99%», afirma Colomina.

Febrero desierto, marzo también 

«La situación económica de la empresa se encontraba en un pico bajo debido a que acabábamos de pasar la travesía del desierto de febrero que después de agosto es el mes que menos se vende», explica Emilio Colomina.

El empresario compara el mes de febrero con el desierto. Mientras destaca marzo y abril como los mejores meses para su negocio, ya que son las fechas en las que más a los bautizos, comuniones y bodas se celebran. «Marzo y abril son dos meses claves para la tienda: nuestra caja ingresará 250.000 euros menos», calcula el empresario.

Aunque tiene bajada la persiana de su tienda física, Colomina sigue vendiendo en su tienda online. “Nuestro mayor atractivo son las camisas a medida, imposible de vender por internet. Aunque vendemos otros productos como jerseys o pantalones, que solo suponen un 2% de la facturación total del negocio”, explica.

A la espera de las ayudas del Gobierno 

Una situación que ha obligado a Emilio Colomina a tomar medidas drásticas: «Estamos tramitando un ERTE total, además hemos congelado todos los pagos de alquileres y proveedores», anuncia el empresario y recalca que «el negocio está en una momento crítico, si la situación se prolonga en el tiempo nos veremos obligados a presentar la suspensión de pagos y el preconcurso de acreedores».

«Las ayudas del gobierno no van a llegar», vaticina Emilio Colomina y explica que «los bancos no van a dar créditos teniendo que avalar ellos una parte y el departamento de riesgos no dará el visto bueno a empresas en situación crítica como es mi caso».

Colomina lo califica como «una ejemplo de una empresa de éxito arrastrada por el coronavirus por culpa de que las medidas ineficaces del Gobierno de Pedro Sánchez».

La historia de un emprendedor

Emilio Colomina nació en 1981 en Madrid, en el seno de una familia emprendedora: «desde pequeño pude ver lo que significaba montar un negocio y sacarlo adelante, ya que mi padre empezó siendo un gran emprendedor para después convertirse en un gran empresario».

«Siempre he querido tener mi propia empresa y tras numerosos intentos fallidos por diferentes razones surgió «La Fábrica de Camisas». En 2012, decidimos que había un nicho de mercado en el mundo de la ropa a medida, ya que era toda muy cara. Buscamos proveedores y nos pusimos manos a la obra», cuenta el empresario.

Los inicios no fueron fáciles para Colomina: «Al principio utilizábamos de almacén el salón de casa de nuestra madre y vendíamos a domicilio en casas y oficinas de todas partes de Madrid, después nos dejaron un garaje porque los pedidos aumentaban y no teníamos espacio».

Mientras el negocio crecía, «tuve que tomar una decisión de dejar mi trabajo consultor para dedicarme al 100% a mi empresa saliendo de mi zona de confort», cuenta el empresario.

La crisis del coronavirus está asestando un golpe brutal a la economía española. Autónomos, pymes y empresarios están sufriendo las consecuencias tanto del propio coronavirus como de las medidas tomadas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez para paliarlo. En OKDIARIO queremos saber su historia: cuéntenosla en [email protected]

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