Economía

Sánchez dice que quiere «prohibir» el diésel y la gasolina y rectifica en horas

En apenas unas horas, el PSOE da un cambiazo al programa presentado hoy para cambiar su propuesta para prohibir el diésel y la gasolina por otra.

Pedro Sánchez en el Espacio MEEU en Chamartín. (Foto. PSOE)
Pedro Sánchez en el Espacio MEEU en Chamartín. (Foto. PSOE)

«Prohibiremos a partir de 2040 la venta en España de turismos y vehículos comerciales ligeros con emisiones directas de dióxido de carbono, excluidos los matriculados como vehículos históricos, siempre que se destinen a usos no comerciales». La medida 256 de ese ‘Programa Común Progresista’ que han presentado Pedro Sánchez e Iván Redondo ha desatado el caos y el estupor, una vez más, en el sector del automóvil español.

El problema era este breve pero demoledor párrafo:

Por la tarde, después de horas en las que se han sucedido las críticas y comunicados por parte de las empresas y sus patronales el PSOE ha publicado una segunda versión de su programa que ya no dice que va a «prohibir» los vehículos de combustión sino opta por un tecnicismo.

Ahora la propuesta ya no es «prohibir» sino «adoptar medidas para reducir paulatinamente las emisiones», para que en 2040 no emitan nada a la atmósfera ni los coches de gasolina ni los de diésel. Un cambio absoluto de mensaje que puede interpretarse como otro globo sonda del departamento de Teresa Ribera (que durante la pasada legislatura esbozó una ley de cambio climático que ya proponía en sus primeros borradores «prohibir» la venta de diésel y gasolina a partir de 2040).

Esta prohibición iría, además, en contra de lo que ha manifestado la Comisión Europea a través de su titular de Industria y Mercado Interior, Elzbieta Bienkowska, quien señaló que «prohibir» los coches de combustión iría en contra del derecho comunitario.

Agotamiento del sector

Estos vaivenes están haciendo mella en el sector, donde cunde cierto desánimo ante la situación y la actitud del Gobierno de verter más desconfianza en un mercado que ya de por sí inicia su retroceso, siendo como es un indicador adelantado de la confianza de los consumidores y del PIB.

Fuentes consultadas por este periódico consideran que las empresas siguen haciendo su trabajo y tratando de enfocarse más todavía en el mercado exterior. Sin embargo, la sensación es de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez no sólo no está ayudando sino que perjudica de forma incomprensible la confianza en el sector.

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