Sánchez despilfarra en más sueldos y deuda lo que ingresa por el impuesto a la banca y las energéticas

En diez meses ha recaudado por esos nuevos impuestos 2.794,5 millones: todos se los traga el aumento en los gastos de personal del Estado y en los intereses de la deuda

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Roberto Pérez
  • Roberto Pérez
  • Periodista y licenciado en Ciencias Políticas. Especialista en sector público, economía política y presupuestaria, e instituciones político-administrativas. Trabajó para Agencia Efe y Cope, ejerció durante más de 20 años en ABC -etapa que incluyó el ejercicio temporal de la corresponsalía de Nueva York- y actualmente es subdirector de OKDIARIO.

Ni para apuntalar las políticas sociales ni para aliviar el agujero creciente de las cuentas del Estado. Para nada de eso están sirviendo los nuevos impuestos creados por el Gobierno socialcomunista de Pedro Sánchez para gravar de forma extraordinaria los resultados de la banca y de las energéticas. Las contabilidad certificada por el Ministerio de Hacienda a las que ha tenido acceso OKDIARIO lo evidencian: todo lo que el Gobierno está recaudando con esos nuevos impuestos lo está dilapidando en más sueldos y en el coste de la creciente deuda pública. Es decir, nuevos impuestos dedicados para alimentar el engorde del gasto estructural del Estado.

Los datos no dejan lugar a duda. Hasta el 31 de octubre, últimas cifras confirmadas por la Intervención General del Estado, el Gobierno ingresó 1.580,39 millones de euros por el nuevo impuesto a las energéticas. Y 1.214,13 millones por el que grava de forma añadida los beneficios de la banca. En total, hasta finales de octubre, estos dos gravámenes que entraron en vigor a principios de febrero le han reportado a la Hacienda estatal 2.794,5 millones de euros.

A la par, del 1 de enero al 31 de octubre, el gasto de personal comprometido por la Administración General del Estado ha ascendido a 19.487,2 millones de euros, 803,9 millones más que en el mismo período de 2022. Y, en esos diez meses, el gasto comprometido para abonar los intereses de la deuda del Estado asciende a 28.295,6 millones de euros, 1.978,2 millones más que hace un año.

Es decir, entre lo que ha aumentado el gasto de personal y el de los intereses, la factura extra entre el 1 de enero y el 31 de octubre alcanza es 2.782,1 millones superior a la de hace un año. Una cifra prácticamente idéntica a esos 2.794,5 millones que el Gobierno ha recaudado con sus nuevos impuestos especiales a la banca y a las energéticas.

Gasto público al alza

Los costes estructurales del Estado no paran de aumentar. Sólo en sueldos, gasto corriente e intereses de la creciente deuda pública el Gobierno de Sánchez prevé gastarse este año 59.500 millones de euros. Al menos eso es lo que contemplan sus presupuestos. El coste final podría ser incluso superior si se tiene en cuenta que en diez meses, hasta el 31 de octubre, ya había comprometido 53.302 millones en pagos por esos tres conceptos.

En cuanto a los nuevos impuestos especiales que gravan a las energéticas y a la banca, el Gobierno previó recaudar este año 3.500 millones, y hasta el 31 de octubre ya había ingresado 2.794,5 millones. En concreto, presupuestó 2.000 millones por el impuesto a las energéticas este 2023, y al acabar octubre había obtenido 1.580,39 millones; y por el impuesto a la banca prevé obtener este año 1.500 millones, y el 31 de octubre llevaba recaudados 1.214,13 millones.

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