Sabadell logra el visto bueno del BCE para repartir 2.400 millones y defenderse de BBVA
El BCE (Banco Central Europeo) ha ha dado su visto bueno al Banco Sabadell sobre la principal medida anunciada para defenderse de la OPA hostil lanzada por el BBVA y convencer a los inversores de que es más atractivo para ellos seguir en solitario: el reparto de 2.400 millones de euros a los accionistas en dos años entre dividendos y recompra de acciones.
Como informó en exclusiva OKDIARIO, este reparto fue el principal argumento que expuso la cúpula del Sabadell ante los inversores de la City de Londres cuando sólo había una propuesta de fusión amistosa por parte del BBVA, cuyo rechazo provocó la presentación de la OPA hostil.
Precisamente, la cifra de 2.400 millones fue la parte más débil de su discurso, a juicio de estos fondos de inversión. «Es imposible que un banco reparta el 90% de su beneficio, el BCE no se lo permitiría nunca», aseguraban fuentes conocedoras de esas reuniones. El consenso de analistas prevé que el Sabadell obtenga un beneficio de en torno a 2.700 millones entre 2024 y 2025 (unos 1.400 millones este año y 1.300 el próximo).
Sin embargo, el supervisor europeo ha aceptado las explicaciones del banco que preside Josep Oliu sobre estos pagos. Fuentes conocedoras de la situación explican que, en primer lugar, el consenso es demasiado conservador y que el Sabadell está convencido de batir esas cifras. Su previsión para 2024 es que la rentabilidad supere el 11,5% sobre recursos propios, lo que implica un beneficio mayor del que estima el mercado. Además, cuenta con una aportación extraordinaria por una cobertura realizada en el británico TSB, que aportará 100 millones de libras (118 millones de euros) extra al año.
Por otro lado, el Sabadell va a repartir a sus accionistas todo el exceso de capital que genere sobre el 13% (CET1). Al cierre del primer trimestre, esta ratio ya se situaba en el 13,3%. Cada décima de capital equivale a unos 80 millones de euros.
En tercer lugar, el BCE considera que el banco cuenta con un nivel de provisiones adecuado respecto al riesgo de su cartera de crédito, por lo que tampoco necesita restar grandes cantidades del beneficio para este concepto, salvo que estalle una grave crisis inesperada como la pandemia del covid.
Este visto bueno al plan del Sabadell para defenderse de la OPA del BBVA no implica que el BCE esté en contra de la operación. Al contrario, como también adelantó este medio, el supervisor es favorable a la misma siguiendo su filosofía de favorecer las fusiones bancarias para crear entidades más grandes y resistentes a las crisis. No obstante, tampoco puede impedir la defensa del Sabadell si los números salen. Por tanto, su postura es dejar la decisión en manos de los accionistas.
¿Venta de TSB?
Si todo esto no fuera suficiente para alcanzar esas cifras de retribución al accionista, los analistas e inversores creen que el Sabadell podría adoptar medidas extraordinarias. La más factible sería la venta del británico TSB, que ya aporta positivamente al resultado y cuyas expectativas son muy positivas para los próximos años.
Ahora bien, el Sabadell siempre ha negado que el TSB esté en venta y sería difícil conseguir un buen precio por él, ya que los potenciales interesados harían ofertas muy bajas precisamente por tratarse de un movimiento para defenderse de la OPA.
Además, las fuentes consultadas opinan que esa venta no disuadiría a BBVA de su oferta, sino que simplemente ajustaría su precio en función del impacto de la operación en las cuentas de Sabadell, es decir, del precio que éste consiguiera por TSB. «La venta se vería muy mal, pero BBVA seguiría comprando Sabadell», concluyen.
Otra opción para incrementar los beneficios y, con ellos, la retribución de los accionistas, sería la adquisición de Unicaja que el Sabadell ya se planteó hace meses. Sin embargo, como también informó OKDIARIO, esta operación es «casi imposible» en este momento, según fuentes del sector, por la fuerte prima que tendría que pagar Sabadell (con el consiguiente impacto en su cotización) ante el rechazo del consejo de Unicaja, que sí tiene núcleo duro a diferencia del banco catalán.
Y una compra con fuerte prima sí que no contaría con el visto bueno del BCE, puesto que podría poner en peligro los niveles de solvencia de Sabadell. Asimismo, un precio elevado impediría obtener las sinergias (ahorros de costes) potenciales de la integración de Unicaja, y casi con toda seguridad implicaría un fuerte castigo para la cotización del Sabadell en Bolsa.
El banco que preside Josep Oliu ha puesto en marcha otras medidas defensivas como la búsqueda de un caballero blanco que pueda lanzar una contraoferta. Sin embargo, el rechazo del francés BNP Paribas a ejercer ese papel y, sobre todo, su argumento de que no saldrían los números hacen muy difícil que otro banco europeo se embargo en la aventura. «Si a BNP no le salen las cuentas, es muy difícil que le salgan a nadie», sostiene otra fuente.