Sabadell y La Caixa sueltan lastre inmobiliario reduciendo su cartera de activos hoteleros
Las entidades catalanas cotizadas (Sabadell y Caixabank) se han deshecho recientemente de unos 1.000 millones de euros en activos hoteleros, mientras que Merlin Properties ha hecho lo propio, vendiendo este tipo de activos por más de 500 millones de euros. El motivo, según los expertos consultados, es la elevada deuda que arrastra el sector hotelero, que ha cambiado completamente su estrategia de cara a 2017.
La socimi se deshizo de una cartera de edificios que aloja a 19 hoteles operados por distintas cadenas como el Eurostars Grand Marina de Barcelona o el NH Sanvy de Madrid, según fuentes próximas a la compañía. Operaciones, que reflejan el estado actual del sector hotelero.
Alejandro Núñez, de XTB, explica que “estas desinversiones que estamos viendo hay que analizarlas bien. Realmente, lo que se están haciendo es deshacerse del ladrillo, es decir, todos venden, pero se quedan con la gestión operativa de los establecimientos, no con la infraestructura”. Basándonos en NH y Meliá, “ambos tienen la intención de reducir su endeudamiento, y así lo están haciendo. Se quedan solo con la gestión operativa de estos establecimientos, y así rentabilizan el capital y reducen su endeudamiento”, señala Núñez.
El endeudamiento es considerable en el sector, motivo por el cual se está cambiando la estrategia. Y es que, según los expertos de XTB “cuando entran fondos extranjeros, esto genera inseguridad. Por ello están saliendo todos los accionistas nacionales del sector”. Además, “plataformas de economía colaborativa como Airbnb suponen una amenaza evidente para los ingresos de los hoteles”, añade Felipe López Gálvez, de Selfbank.
Para muestra, un botón. CaixaBank lazó recientemente una gran operación de desinversión hotelera poniendo a la venta más de 140 establecimientos con casi 11.000 habitaciones, que estaban valorados en cerca de 1.000 millones de euros. Santander, un año antes, sacó al mercado una cartera de créditos hoteleros valorados en cerca de 170 millones de euros, o el gran banco norteamericano, Bank of America Merrill Lynch (BofA), se impuso fondos de inversión como Oaktree o Apollo, y se con una cartera de deuda de 400 millones que Bankia había sacado al mercado.