La riqueza de España se hunde en 24.311 millones pero el Gobierno ve «muy bueno» el dato del PIB
El Gobierno ha dicho -utilizando palabras de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz- que el dato del PIB del tercer trimestre es «muy bueno». Es cierto que la actividad económica rebotó entre julio y septiembre un 16,7% en comparación con el segundo trimestre más afectado, el más dañado por el primer confinamiento, aunque no tiene en cuenta que en comparación con el mismo trimestre del año anterior la caída fue del 8,7%, según las estadísticas del INE.
¿Esto qué significa? Que la riqueza generada por España en el tercer trimestre de 2020, durante el verano, se hundió en 24.311 millones de euros -a precios de mercado- en comparación con la temporada estival de 2019.
No hay que olvidar que 24.311 millones de euros son unas pérdidas muy importantes porque es más dinero de lo que el Gobierno pretende gastarse en desempleo en todo el año 2021 (20.820 millones de euros), según los últimos Presupuestos Generales del Estado que han entrado esta semana en la Cámara Baja.
España generó un PIB de 287.363 millones de euros en el tercer trimestre de 2020, frente a los 311.674 millones generados en el tercer trimestre de 2020, que permiten explicar la diferencia de 24.311 millones de euros entre la actividad generada en 2019 y en el 2020 de la pandemia.
Llama la atención también el fuerte desplome que se ha producido en un sólo año en el comportamiento de gasto de las familias: si los hogares españoles gastaban 175.739 millones de euros en el verano de 2019, en este ejercicio marcado por la pandemia sólo han desembolsado 157.529 millones, 18.210 millones de euros menos. Es inferior, para hacerse una idea de la magnitud, a la riqueza que generaron en 2019 -antes de la pandemia- Cantabria (14.288 millones), Ceuta (1.755) y Melilla (1.610).
La inversión (Formación Bruta de Capital Fijo) también ha perdido en un año 6.990 millones de euros. Por su parte, las exportaciones de bienes y servicios sufrieron un descalabro de 19.496 millones en el tercer trimestre de 2020 con respecto al mismo periodo del año precedente.
Sólo el gasto de las administraciones públicas creció en 3.004 millones, lo que revela que está siendo el único soporte de la actividad (aunque sea a costa de disparar el déficit público y la deuda de las administraciones, que se traducirá en el largo plazo en duros recortes para volver a la estabilidad en las cuentas exigida por las autoridades comunitarias).
Mientras tanto el Ministerio de Exteriores trata de vender en sus redes sociales que hay un «incremento histórico del 16,7%, superando las expectativas del consenso de analistas». Pero no hay que olvidar la siguiente aclaración del INE a la hora de elaborar sus previsiones económicas: «La mayoría de los indicadores estadísticos coyunturales ofrecen a día de hoy resultados hasta el segundo mes del trimestre (agosto)».
Aunque el INE ha incluido otros indicadores adelantados para medir qué ocurrió en la actividad en septiembre, el noveno mes del año fue cuando se produjo un frenazo de la actividad por los rebrotes, por lo que cuando se de el dato definitivo del PIB del tercer trimestre el 23 de diciembre puede haber alguna sorpresa. Entonces la situación económica del país, a las puertas de la Navidad, podría ser muy distinta si la pandemia no se controla.
Los temores de CEOE ante el escenario actual
Por otro lado, CEOE, en el comunicado de valoración de los datos del PIB, ha querido avisar que puede que los costes laborales no estén reflejando la situación real del mercado de trabajo y que, además, las «dificultades» que afrontan las empresas «persisten». «Los costes laborales unitarios y la remuneración por asalariado siguen mostrando avances (4,6% y 1,0%, respectivamente). De esto se deduce que se puede estar produciendo una desvinculación de los costes laborales en relación a la situación real del mercado laboral», recuerdan.
Por otro lado, la organización de empresarios afirma que «continúa la contracción del excedente bruto de explotación (-7% interanual), tras descender un -22,4% en el trimestre anterior, lo que refleja la dramática situación de las empresas y las dificultades que persisten». «En este sentido, es necesario mantener e intensificar las medidas de apoyo al tejido productivo para no poner en riesgo su supervivencia, ya que resulta vital para consolidar la recuperación y preservar el empleo», remachan.