Los retrasos en las ayudas al carburante de Sánchez ya afectan a la logística: «Hay camiones parados»
El Gobierno de Pedro Sánchez eliminó el descuento de 20 céntimos de los carburantes con la entrada del nuevo año de las gasolineras, pero lo mantuvo para los sectores afectados por la subida de los precios del diésel y la gasolina. Un grupo en el que se encuentra el transporte de mercancías, beneficiario de las subvenciones estatales, aunque lo cierto es que sólo el 5% ha recibido las citadas ayudas dos meses después de su entrada en vigor. Una situación que ya provoca la paralizaciones de algunas unidades, ante la imposibilidad de los operadores de continuar trabajando a pérdidas.
Así lo han confirmado fuentes del sector en conversaciones con este diario que han señalado que «es chocante la falta de agilidad de la Administración en cumplir su compromiso, puesto negro sobre blanco en el mes de diciembre de 2022, a la hora de realizar estos abonos que tan importantes son para las empresas de transporte, cuya tesorería está muy tocada por el aumento de los costes por los efectos derivados de la inflación y que ya ha provocado que algunas empresas de transportes decidan inmovilizar parte de su flota al trabajar a pérdidas».
Según un estudio de la Asociación del Transporte Internacional por Carretera (ASTIC), menos del 5% de las empresas de transporte ha recibido el ingreso correspondiente a la bonificación de los 20 céntimos por litro de combustible del mes pasado -enero-, y que no alcanza ni el 10% el porcentaje de dichas compañías que ha podido ingresar la cantidad correspondiente a la devolución de parte del Impuesto de Hidrocarburos, comúnmente conocido como gasóleo profesional.
Aumento de los costes
El transporte ha sido uno de los sectores más perjudicados por el alza del precio del gasoil, que durante 2022 ha registrado máximos históricos, lo que se ha traducido en que las empresas transportistas hayan llegado a pagar durante varios meses unos 2.000 euros más mensualmente para llenar el depósito de cada uno de sus camiones -aparte del Adblue- cantidad que ha llegado a ser más del doble en el caso de los camiones que utilizan gas natural. Teniendo en cuenta que un vehículo pesado puede repostar hasta 1.500 litros de diésel de una sola vez y consume de media 35 litros por cada 100 kilómetros.
«Es cierto que en lo que llevamos de 2023 no se han producido subidas alarmantes en el precio del combustible, a pesar del veto europeo al gasóleo ruso y en contra de los pronósticos de los analistas de medio mundo, que auguraban un notable incremento de su coste en toda Europa, pero no olvidemos que el gasto en combustible representa cerca de un 40% de los costes operativos de un camión pesado», señalan desde la patronal.